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Notición: ya llegaron las Fuerzas del Cielo

Qué bueno estar de vuelta: ¡odio las vacaciones! La sal del mar es invasiva, la arena es recontra invasiva, el sol es abrasivo, y la lluvia, el viento y el frío que me tocaron en la costa, un pe...

Qué bueno estar de vuelta: ¡odio las vacaciones! La sal del mar es invasiva, la arena es recontra invasiva, el sol es abrasivo, y la lluvia, el viento y el frío que me tocaron en la costa, un perno. Déjenme decir que con Alberto los veranos eran más calentitos.

Extrañaba esto: el teclado, la pantalla y cantar mis verdades. La primera: el miércoles se conoció el ranking de los 25 periodistas más respetados del país, y, de esos, a unos 20 Milei los acusó de ensobrados. ¿Cómo es posible que se respete a tipos que cobran por criticarlo? Descarto que Milei los acuse porque la gente los respeta; él no es rencoroso. Otra duda que estas últimas 72 horas me trituró la cabeza: ¿de verdad no figuro entre los primeros 25? ¿Seré 26, 27? ¿O, acaso, 589? No sangro por la herida si digo que, muy llamativamente, ese ranking surgido de una encuesta de Poliarquía entre el establishment casi que solo premia a periodistas opositores. Claro, cómo voy a aparecer yo, soldado de primera línea en la guerra por la libertad. ¿A quién encuestaron estos poliarcos? ¿El trabajo de campo lo hicieron en Cumelén, entre los amigos de Macri? Acabo de decir una pavada: los amigos de Macri también votan a Javito.

Todos lo votan. Según ese mismo relevamiento, es el líder más influyente del país. Con lo cual, ni siquiera puede tirarse contra los encuestadores. Pelu, como que te atendieron, ¿no? En fin, hago de tripas corazón y felicito a esos 25 colegas, de los cuales diez son de LA NACION; los odio más que a las vacaciones.

Por cierto, en estos 15 días he seguido el devenir de los acontecimientos con la misma contracción de siempre, pero ahora desde una postura más analítica y reflexiva. En ese sentido, estuvo bueno tomar distancia. Lo que vi desde la arena es a un presidente cada vez más presidente, cada vez más resuelto, que va barriendo todo lo que se le pone enfrente. Quizás asistimos al corrimiento de una generación de dirigentes, tipo Macri, Massita, Larreta, Máximo, Lilita… Cris retiene un piso de votos del 30%, y además el Pelu la admira (en privado no se cansa de admitirlo) y, sobre todo, cree que la necesita. ¿Un desquiciado? ¡Jamás! Puede mostrarse estrambótico, pero el eje no lo pierde nunca. Lo gracioso es que la sospecha de locura devino en atributo: “¡Necesitábamos un loco así!”. Lo que quiere lo consigue. Déficit fiscal e inflación son dos ejemplos. Otro es Lijo. Está dispuesto a remar todos los dulces de leche que hagan falta hasta verlo en la Corte. Con perdón de las Sagradas Escrituras, del rebe de Lubavitch y del papelito que dejó en el Muro de los Lamentos, en Milei la determinación es amoral. Esperen, no me maten: no “in”, sino “a”; una esfera donde lo moral no cuenta. Se quiebra de emoción y piedad ante la tumba de un rabino que consagró su vida a la bondad, y golpea las puertas del infierno para pedir que le encuentren un jefe de la DGI o un ministro de la Corte. ¿Belcebú como head hunter del Gobierno? La boca se me haga a un lado.

Los que temían un presi excesivamente disruptivo suspiran aliviados: estamos ante un político clásico, de inspiración florentina. El pelo, los insultos, los perros… todo eso es cobertura. También, obvio, la cruzada anticasta. Javi es persona de códigos: a Yacobucci, jefe de la unidad antilavado, la estratégica UIF, le dio señales, lo fue dejando sin presupuesto, le vació la caja (para el brindis de fin de año, los directores y el personal tuvieron que hacer una vaquita), y como el tipo no se dio por enterado, mandó que lo tiraran por la ventana. Un hombre honestísimo este Yaco, funcionario cabal y eficiente, pero una piedra en el zapato de los designios superiores. ¿Cómo va a litigar contra Cristina en plena negociación con Cristina por los votos en el Senado para Lijo? El jueves, el Pelu le preguntó a Caputín si Yaco estaba gozando de unas merecidas vacaciones. Caputín respondió que no, que seguía en la oficina, y que Paul Starc, su reemplazante, ya tenía las botas puestas. “OK, entonces activá la segunda fase. Cortale el aire acondicionado. Lo necesitamos cerca de la ventana”.

Sobre su sucesor, poco para decir. Paul Starc. Tiene buen nombre; nombre de estrella de Hollywood, de rockero, de mariscal de campo. Se vienen tiempos venturosos para la UIF. Al menos, los empleados ya no van a tener que llevar el café de sus casas.

Otro funcionario probo es Andrés Vázquez, jefe de la DGI. Probó ascender a su mujer y triplicarle el sueldo, y no pasó nada, así que seguirá haciendo de las suyas. Eso fue cuando llevaba apenas una semana en el cargo; imaginemos cuando cumpla un año. Un fenómeno este triple espía: espía si pagás los impuestos, espía lo que el Gobierno y Stiuso le piden, y espía a los inquilinos de sus departamentos en Miami, a ver si riegan las plantas. Consejo: que espíe los consumos de la tarjeta de su mujer.

Caputín, Scioli, Cúneo, Lugones, Lijo, Vázquez, Stiuso, Kueider… Más de un año esperando a las Fuerzas del Cielo y ya estaban entre nosotros.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/noticion-ya-llegaron-las-fuerzas-del-cielo-nid17012025/

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