Los melocotones (durazno en América del Sur y Central), son uno de los cultivos del verano boreal predilectos para los estadounidenses. Esta fruta puede emplearse en numerosas recetas, desde relleno de un crumble hasta una guarnición asada a la parrilla.

No obstante, es difícil seleccionar los melocotones perfectos por su madurez y dulzura. Muchas veces, hay que esperar un tiempo para que terminen de madurar. Otras, los frutos se pasan de maduración y los trozos tienen una textura arenosa. Por eso, Chowhound elaboró un artículo con algunas recomendaciones.

Cómo elegir los melocotones más dulces

Esta elección es un ejercicio que involucra a la mayoría de los sentidos: vista, olfato, tacto y gusto. Estos nos darán indicadores que ayudan a identificar cuáles son los melocotones que están en su mejor momento. De esta manera, la dulzura y jugosidad óptimas serán una garantía y mejorará la experiencia del consumo con los frutos de mejor calidad.

Otro factor importante es el almacenamiento. Un guardado incorrecto de los melocotones dulces comprados puede afectar el sabor y la vida útil. A continuación, cada recomendación más detallada:

1. La mirada

Los ojos son la primera herramienta útil para seleccionar los melocotones más dulces del supermercado. El elemento a analizar mediante la vista es el color. Hay que buscar aquellos con una variedad de colores intensos.

Desde amarillos dorados, rosas cálidos y rojos intensos, estos son los matices a encontrar según la variedad del durazno. La combinación de colores se deben a la sombra que generan las hojas del árbol y hacen que se desarrollen diferentes colores en la piel.

A simple vista, los duraznos a evitar son aquellos con colores verdes. Esto significa que la fruta no está madura y se recogió del árbol demasiado pronto. Otro elemento visual a analizar es una pequeña arruga alrededor del tallo. Esto significa que el melocotón completó su proceso de maduración.

2. El olfato

El aroma es otra forma eficaz de determinar qué melocotón está dulce y maduro. Un olor penetrante, que se puede detectar con facilidad a una corta distancia, señala que el durazno está listo para el consumo. Este proviene de unos compuestos llamados lactonas, que indican cuando el fruto encontró su punto máximo de madurez.

Si el melocotón tiene poco o ningún olor, es probable que necesite más tiempo para que aumenten los azúcares. Incluso, puede ser que los frutos que no poseen aroma nunca desarrollen la dulzura deseada, más allá de que se los deje madurar en casa.

Por otra parte, otros tienen un olor demasiado fermentado o agrio. Eso indica que se pasaron de maduración y pueden tener una textura pastosa o harinosa.

3. El tacto, sabor y almacenamiento

Un melocotón maduro cederá al presionarlo de manera suave. Esto significa que la fruta está jugosa y lista para comer.

En cambio, si el melocotón está duro, no alcanzó la madurez necesaria y le faltará dulzura. También hay que evitar aquellos demasiado blandos, ya que pueden estar podridos.

Si bien no hay oportunidad de probar el fruto en la tienda, el sabor es el indicador clave de la madurez. Los melocotones que no están maduros tendrán un sabor insípido y carecerán de jugosidad. Por el contrario, el fruto perfecto cumplirá con esa dulzura buscada.

Una vez elegidos, la mejor manera de consumirlos es un día o dos después de comprarlos. Para almacenarlos en ese período, lo ideal es dejarlos al aire libre con el tallo hacia abajo.