El paso del tiempo deja huellas en el rostro y en el cuerpo. Y, si bien el proceso de envejecimiento es natural, no todo el mundo se siente a gusto con él. Es por eso que el mercado ofrece gran cantidad de productos y tratamientos que prometen combatir las arrugas: desde cremas a intervenciones estéticas, el abanico de posibilidades y costos, es casi infinito. Sin embargo, los cosméticos no son el único modo de mejorar la apariencia de la piel. Existe un producto natural y económico que la deja tersa y se encuentra en las verdulerías: la espinaca.

¿Para qué sirve la espinaca?

Las bondades del consumo de espinaca son tantas que hasta Popeye, el marino de los dibujos animados, cada vez que las comía dejaba de ser débil y se convertía en un héroe capaz de salvar a su amada Olivia del malvado Brutus. Esta verdura es, según los expertos, un verdadero superalimento.

Según indica la Fundación Española de la Nutrición (FEN), “el valor nutritivo de las espinacas” radica en su “alto contenido en vitaminas y minerales”. Esta verdura es fuente de folatos, vitamina C, vitamina A (también llamada retinol o antixeroftálmica) y vitamina E.

Los folatos contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas, mientras que la vitamina C y la E contribuyen a la protección de las células del daño oxidativo. Por su parte, la vitamina A ayuda a mantener las mucosas, la piel, la visión y en el crecimiento de los huesos.

Si se consumen crudas, también aportan un alto contenido en b-carotenos. Por si todo esto fuera poco, las espinacas apenas suman calorías a nuestra dieta.

Los beneficios de la espinaca en la salud

Medical News Today detalla que las espinacas son una gran fuente de hierro y calcio. También es una de las mejores fuentes de magnesio, necesario para el metabolismo de energía, el mantenimiento de la función de los músculos y nervios, el ritmo cardíaco regular, un sistema inmunitario saludable y el mantenimiento de la presión arterial. Entre sus beneficios para la salud se destacan:

Control de la diabetes: contiene un antioxidante conocido como ácido alfa lipoico, que ha demostrado reducir los niveles de glucosa, aumentar la sensibilidad a la insulina y prevenir los cambios oxidativos inducidos por el estrés en pacientes con diabetes.Prevención del cáncer: la espinaca y otros vegetales verdes contienen clorofila. Un estudio elaborado en 2013 en 12.000 animales demostró que la clorofila es eficaz para bloquear los efectos cancerígenos de las aminas heterocíclicas.Prevención del asma: según estudios, los riesgos de desarrollar asma son menores en personas que tienen un alto consumo de ciertos nutrientes como el betacaroteno, que aporta la espinaca.Reduce la presión arterial: por su alto contenido en potasio puede ayudar a reducir los efectos del sodio en el cuerpo.Tesoro verde: los efectos de las espinacas en la piel y en el cabello

Las espinacas contienen vitaminas A, C, E y K y minerales como el hierro, el calcio y el magnesio, todos ellos nutrientes vitales para mantener la piel y el cabello sanos.

Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), una porción de 100 gramos de espinaca contiene casi el 40% de la dosis diaria de Vitamina C recomendada. Esta vitamina se encarga de la creación y el mantenimiento del colágeno, importante para mantener la estructura de la piel y del cabello.

La espinaca es uno de los alimentos antiedad más completos, ya que además contiene vitamina E que protege la piel de la radiación ultravioleta y los radicales libres, por lo que evita su envejecimiento prematuro. Asimismo es una gran fuente de vitamina A, que repara las células oxidadas -como lo hacen también los retinoides, derivados de esta misma vitamina. Esta misma vitamina regula también el sebo y actúa como hidratante del cuero cabelludo.