Nathy Peluso deslumbró con un show excéntrico y poderoso en el Movistar Arena
Arrolladora y potente. Cantante y performer. Anoche Nathy Peluso hipnotizó al público del Movistar Arena de Buenos Aires con un puesta en escena inundada de fuerza. A lo largo de casi dos horas d...
Arrolladora y potente. Cantante y performer. Anoche Nathy Peluso hipnotizó al público del Movistar Arena de Buenos Aires con un puesta en escena inundada de fuerza. A lo largo de casi dos horas de show, y visiblemente emocionada por presentarse en su tierra natal, la artista argentina enmarcó sus canciones y coreografías dentro de tres “episodios” que buscaban celebrar sus distintas facetas. Con una mezcla de géneros desde el rap y R&B hasta la balada pop, la cantante cautivó con su versatilidad y carisma.
El show comenzó a las 21:30, media hora después de lo pautado, con una impactante interpretación de “Corleone” que logró conquistar al público de inmediato. Con aires esculturales, envuelta en una tela blanca que flambeaba sobre su cuerpo, y arriba de una tarima, Peluso hizo su entrada triunfal y el público enloqueció. Bastó con que pusiera un solo pie en el escenario para que el aura de miércoles se convirtiera en fiesta.
A la primera canción le siguieron “Aprender a amar”, “Business woman”, ·”Legendario”, “Real”, “Delito” y una arriesgada versión solista de “Ateo”, el exitoso single que la cantante comparte con el español C Tangana.
Cumplido el primer tramo del show, a las 21:50, Peluso le dio la bienvenida a su público: “¡Voy a saludar a mi gente de Buenos Aires, esta es una noche para el romance!”. Cada palabra de la artista fue respondida con una ovación. Peluso ataviada con un guantes de cuero negros, body negro y cinturones logró proyectarse dominante, omnipresente. El escenario, mayormente despejado, se sostuvo en la fuerza de su figura y la potencia de su voz.
“Ustedes no se dan una idea lo que he soñado esto. Este exacto momento yo lo soñé, lo visualicé y lo perseguí. Gracias por tanto amor. Este show no se lo van a olvidar en su vida”, arengó sin humildad antes de cantar “Envidia”. El público la acompañó en cada uno de sus movimientos con aplausos, saltos, baile y ovación. Peluso no se privó de marcarle a sus fans la magia de la Argentina: “Este es mi pueblo, carajo”, sentenció sin más después de la interpretación.
Otro de los momentos más explosivos del show fue con “Mafiosa”, uno de sus éxitos más celebrados. “Me llaman de muchas maneras pero con una tienen razón”, adelantó y arengó a la audiencia. Con un solo bailarín y un mini saco de piel blanco avanzó en la representación de una canción que fue, ante todo, la de un personaje que como ella “no pide perdón ni permiso”. La escenografía, con alambres de púa, acompañó con espíritu callejero y carcelario a la performance. La búsqueda estética y coreográfica de cada canción logró convertir en escenas teatrales a cada canción, manteniendo vivo cada instante de comunión con el público. El primer clímax de la noche llegó de la mano de “Todo Roto” que con una interpretación explosiva desató una ovación inolvidable.
La energía bolichera de la noche se hizo lugar con la interpretación de “Nasty girl”, o “Bzrp Music Sessions, Vol. 36″, que Peluso publicó en 2021 junto al productor Bizarrap, el artista argentino más escuchado en las plataformas digitales, y que al alcanzar más de 300 millones de reproducciones en YouTube se convirtió en el hit más grande de su carrera.
“No saben la bendición que es para mí. Se viene mi parte favorita del show con una canción que me hizo conocer una parte de mi y de ustedes y que tiene el nombre de esta ciudad”, comentó Peluso en el escenario justo antes de entonar la oda a sus raíces, “Buenos Aires”. La artista nació en Luján, pero se crió en el barrio de Saavedra hasta que en 2004 sus padres tomaron la decisión de irse a vivir a España. Peluso se hace eco de su nacionalidad en sus canciones, que mezclan rap, ritmos urbanos y salsa.
Hacia el final del recital, con una banda a su espalda y solidez escénica, Peluso se lanzó a bailar desparpajo y entrega “Vivir así”. A partir de ese instante y hasta la despedida con “Remedio”, la artista deslumbró con la intensidad de su energía. Ninguna de sus coreografías le quitó aire a su destreza vocal dejando en evidencia su profesionalismo.
Peluso no le tuvo miedo a improvisar ni a darle rienda suelta a su excentricidad dejando claro que no fue solo su talento musical la que la condujo a la fama internacional, sino también su personalidad hipnótica arriba del escenario que suele impactar a todo el que la sigue.
“El amor me inspira, me empuja y yo los quiero empujar e inspirar, eso es lo que les quiero regalar”, resumió con magnetismo. “Hace dos años cuando vine estaba triste, perdida y guerreaba para sentirme ilusionada. Ustedes y la música son mi energía y mi fuerza. Ahora me siento con energía positiva y lo quiero compartir”. Peluso buscó que su energía fuera contagiosa. Y vaya si lo fue.