Llega mayo y con él, nuevos aumentos. En la búsqueda del Gobierno de mantener el superávit anunciado la semana pasada, continúan las actualizaciones de los precios de la nafta, el transporte, la luz y el gas. También en otros rubros, como alquileres.

Estos aumentos son un bache en otra meta clave: controlar la inflación. Si bien el índice de precios al consumidor tiende a la baja en los primeros meses del año, la dinámica se da desde valores todavía muy altos que se sostendrán al alza mientras se corrijan los precios relativos de la economía.

El 1° de mayo habrá otro aumento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). Esta suba será de $61,82 por litro de nafta y de $42,07 por gasoil.

Se trata de un incremento que, según las estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), representaría cerca de un 8% al trasladarlo a los precios.

El gerente de la Confederación del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (Cecha), Guillermo Lego, calculó que en la nafta súper sería del 7,3%, en la nafta premium, del 5,98% y del 4,7% en el gasoil.

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Este aumento sería el último que incorpora la inflación de 2023, por lo que a partir de junio se actualizará de acuerdo con el primer trimestre de este año.

Con el objetivo de reducir los subsidios, el Ministerio de Economía aplicará a partir de mayo una suba del 54% en los pasajes de tren para el área metropolitana (AMBA). Comprenderá las líneas Mitre, Tren de la Costa, Sarmiento, Gral. Roca, San Martín, Belgrano Sur, Belgrano Norte y Gral. Urquiza. Así, el tramo mínimo pasará de $130 a $200 (de 0 a 12km); de $169 a $260 la segunda sección (12-24km), y de $208 a $320 el último tramo.

Para los pasajeros que no tengan la tarjeta SUBE registrada, el precio del pasaje será el doble a lo que corresponde a cada sección ($400, $520 y $640, respectivamente), lo cual también es un aumento de 54% del valor actual ($260, $338 y $416). Para aquel que pague en efectivo, habrá una tarifa plana de $640.

También habrá un fuerte aumento en la tarifa de trenes de larga distancia, cuyos precios estaban congelados desde el año pasado.

Todavía falta definir si se autorizarán ajustes para los boletos de colectivos del AMBA. Además, luego de que en abril se suspendiera la audiencia pública que pretendía aplicar un incremento al pasaje de subte, se estima que en los primeros días de mayo esta se lleve a cabo. Como se estipuló el mes pasado, los precios sufrirían un incremento del 359,2%, que implica que el boleto pase de $125 a $574.

Luego de que en abril las tarifas de gas subieron para todos los usuarios residenciales, comercios e industria desde 250% a 450%, a partir de mayo estas se actualizarán según una fórmula de ajuste determinada, que se sumará a un fuerte aumento por los mayores costos del gas durante el invierno, y que se mantendrá hasta septiembre inclusive.

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Así, entre mayo y septiembre, el valor del gas subirá de US$2,94 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector) a US$4,49 en promedio. La Secretaría de Energía no definió todavía qué hará con los usuarios residenciales de ingresos medios y bajos, que cubren con sus boletas el equivalente a un precio de US$0,78 los N2 y US$1,16 los N3. Es decir, pagan solo el 17% y 26% del costo total del gas en invierno, respectivamente.

En electricidad, la situación es más ambigua, porque la Secretaría de Energía no publicó cuál es el costo de la generación eléctrica del trimestre de mayo, junio y julio. El actual es de $44.401 el MWh, pero ese valor suele duplicarse en invierno, cuando baja la cantidad de generación hidroeléctrica (que es más económica que la térmica) porque hay menos agua y cuando las usinas deben aumentar el uso de combustibles líquidos, que son más caros que el gas.

Además, cada mes se actualizará la tarifa de este componente por una fórmula polinómica compuesta por la inflación mayorista (IPIM), la minorista (IPC), el índice de salarios y la evolución de los costos de la construcción.

Este aumento no regirá para todos, sino para quienes hayan suscrito contratos de alquiler bajo la ley de 2020, que luego fue derogada por el DNU promulgado en diciembre en miras de desregular la economía.

Según aquella ley, el incremento de mayo será de un 221%, y está sujeto al Índice de Contratos de Locación (ICL), pero no será aplicable a quienes hayan firmado contratos este año.