El expresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens, quien falleció este jueves, se convirtió en una pieza clave para el sector agropecuario en 2008 durante el conflicto por la 125. Por entonces, fue uno de los líderes y, por ende, referente de la Mesa de Enlace que se oponía a la suba de los derechos de exportación.

Durante su rol como dirigente agropecuario enfrentó importantes tensiones políticas por las retenciones y también los cupos de exportación que había establecido el gobierno kirchnerista. “Pareciera que nos siguen castigando como sector, rescatamos el apoyo y el reconocimiento que tuvimos de la sociedad y el logro de tener muchos hombres del sector en la política”, dijo apenas dos años después del conflicto que movilizó al campo en la ciudad.

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El conflicto surgió por el anuncio de un sistema de retenciones móviles para el agro con foco en la soja. En este cultivo, se subía la alícuota del 35% a casi un 44,1%, alcanzando luego un tope de 48,7%. Además, con precios de exportación superiores a US$600 la tonelada, la alícuota marginal era del 95%. La resolución 125, como se conoció esa medida, desató una pelea que duró cuatro meses, con cortes de rutas y una sociedad en vilo por la pelea campo-gobierno. Alberto Fernández era jefe de Gabinete del gobierno de Cristina Kirchner y le había preguntado al ministro de Economía, Martín Lousteau, antes de comunicar la medida si la había hablado con la dirigencia del campo.

Mientras el conflicto entre el campo y el Gobierno estaba en pleno auge, allá por junio de 2008 Miguens conservaba su característico tono conciliador, pero marcando una postura firme contra las retenciones a la soja. Por aquel entonces, lamentó no haber podido dar solución al reclamo de los productores en tiempo y forma, y criticó la falta de debate que tenía el Gobierno, al que acusó de actuar con tozudez para evitar discutir el tema como se debía. “Algunas respuestas que nos han dado desde el Gobierno suenan absurdas”, precisó en su momento.

Para Miguens, algunas medidas del gobierno eran “absurdas” y demostraban un manejo inadecuado del conflicto. Resaltó que el enfrentamiento había mejorado la percepción de la sociedad sobre el campo, aunque admitió errores históricos de la Sociedad Rural en sus relaciones con distintos gobiernos. Celebró la participación de los legisladores en pro del sector agropecuario, la movilización de casi 300 intendentes rurales y el “espacio ganado” para el diálogo.

Diez años después del conflicto de 2008, en una entrevista con LA NACION recordó que Alberto Fernández había sido el único interlocutor posible durante el conflicto en contraste con la limitada interacción con Cristina Kirchner, que se resumió a encuentros breves y distantes. “Si bien Alberto nos recibía y charlábamos con él, veíamos que las propuestas nuestras no tenían contestación y fue una lástima, porque pensábamos que podía ser un interlocutor válido”, afirmó.

“Fue una persona con muchos valores: un hombre de bien y por como afrontó el 2008 reflejó que fue un apasionado del campo. Lo hizo desde la paz y desde la bondad de un ser humano. Fue tan grande, que como siempre digo que si no hubiera estado Luciano en el 2008 no creo que la Mesa de Enlace hubiera funcionado, porque solo su criterio, bondad y sus valores hizo que funcionara la Mesa de Enlace durante tanto tiempo, y en el momento más difícil del campo y de la historia”, dijo Juan Bautista Nogues Miguens, sobrino de Luciano.

“Fue una persona enorme, con sus valores, virtudes. Estuve muy pegado a él, en la Rural, con la crianza de los caballos criollos. Fue una persona extraordinaria, nos deja su legado, sus valores para seguir transmitiéndolos, como lo hizo él en tanto en la presidencia de la Asociación de Caballos Criollos, como la presidencia de Sociedad Rural en el 2008. Fue una excelente y extraordinaria persona”, sintetizó.