Todo lo que soñamos está presente en nuestro inconsciente. Si nos quedamos pensando en alguna persona o si algo nos preocupa, es probable que durante la noche soñemos con ello. Mientras que algunos intentan descifrar qué significa, otros no le dan tanta importancia o no se acuerdan de ellos; sin embargo, todos coinciden en algo: nuestros teléfonos celulares nunca se nos aparecen cuando dormimos.

El dispositivo electrónico se convirtió en un elemento esencial en nuestra vida diaria. Nos permite comunicarnos, es fundamental para nuestro trabajo e ideal para pasar el tiempo, pero es extraño que no aparezca en nuestros sueños, sobre todo porque pasamos doce horas pegados a estos.

Desde la aplicación de Análisis y Datos de sueños, de Kelly Bulkeley, se pueden ver los reportes de miles de sueños, lo que nos indica una idea aproximada de cómo los teléfonos inciden en el mundo onírico. El último análisis sobre tecnología que publicaron, determinó que en un 3,55% de los sueños de mujeres figuran estos dispositivos frente a un 2,69% de los hombres. Aunque puede parecer un porcentaje menor, es mayor en cuanto a temáticas parecidas, como películas (3,18%) y computadoras (1,2%).

Según explicaron unos investigadores de la Universidad de Swansea en el Reino en un artículo publicado en la revista de la Neurociencia afectiva y cognitiva social, “la fuerza emocional de las experiencias que tenemos cuando estamos despiertos se relacionan íntimamente con el contenido y la intensidad de nuestros sueños”. Asimismo, los eventos que tienen un mayor impacto emocional, “tienen una mayor probabilidad de incorporarse a los sueños que las experiencias más neutrales”.

Como soñamos con cosas que nos impactan a nivel emocional, los teléfonos celulares no se nos cruzan en la mente cuando descansamos, salvo en situaciones excepcionales. Por ejemplo, si estamos atravesando el duelo por la muerte de un ser querido, puede que esa persona nos llame telefónicamente en el sueño. Si bien el dispositivo electrónico aparece, lo hace de manera secundaria.

Otro de los factores a tener en cuenta con respecto a los sueños con teléfonos es que todas las personas que duermen, sueñan, pero muy pocas lo recuerdan. Esto se debe a la calidad del sueño; es decir, las horas que se descansó. Si se duerme solo seis horas, esto significa la mitad de las horas normales de sueño que son ocho, por lo que las últimas horas son en las que generalmente se sueña y la gente recuerda mucho más los sueños que se tienen antes de despertar.

A su vez, todo depende de la función del cerebro y su almacenamiento, ya que el sueño ocurre durante los movimientos oculares rápidos -MOR-, cuando la actividad cerebral es parecida a la que ocurre en el cerebro despierto. Durante la fase de sueño conocido como MOR o REM, las áreas que transfieren los recuerdos del almacenamiento a largo plazo están de alguna forma desactivadas.

La memoria a corto plazo sí se encuentra activa en la memoria REM, sin embargo, los recuerdos pueden aferrarse apenas 30 segundos, por lo que si se quiere recordar el sueño es necesario despertarse durante esta etapa.

Por otra parte, un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, determinó que las mujeres tienden a recordar más los sueños que los hombres, al igual que los jóvenes más que los mayores.