El mítico logo de Jumpman en la trompa y los laterales del Toyota Camry N°45 es una asociación entre el básquetbol y el automovilismo que no necesita demasiadas explicaciones. En 2020, Michael Jordan anunció el desembarco en NASCAR, la popular categoría de autos de turismo estadounidense, junto con Danny Hamlin, piloto que también es copropietario del equipo 23XI Racing, aunque participa bajo el paraguas de Joe Gibbs Racing, una de las estructuras destacadas del campeonato. El domingo, en el circuito de Talladega, MJ festejó la victoria de Tyler Reddick, que se impuso en una definición caótica, como muchas veces acostumbra el NASCAR y en particular en el óvalo de Alabama.

Una victoria para los libros la de Reddick y también para Jordan, que celebró por primera vez con la estructura 23XI Racing, una asociación entre el número que identificó la carrera de MJ en la NBA y con el que participa Hamlin en NASCAR, también el óvalo de Talladega en 2021. La felicidad y la emoción por el triunfo, que se decantó a favor de su auto en los metros finales, quedó inmortalizada en el momento en que MJ levantó en sus brazos a Beau, el hijo del vencedor. “Hizo un gran trabajo”, lanzó Jordan al niño, de cuatro años, minutos después de que se lo viera exultante entre los mecánicos del equipo que tiene su sede en Carolina del Norte.

La definición en Talladega

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— NASCAR (@NASCAR) April 22, 2024

La atracción por el NASCAR no es una novedad, porque Jordan fue seguidor de la categoría en su juventud. Pero la incursión en la categoría sí resultó una sorpresa para quien entre 2010 y 2023 fue propietario de Charlotte Hornets, franquicia de la NBA. La venta del paquete mayoritario que poseía se ejecutó en una cifra cercana a los 2800 millones de dólares. En las 13 temporadas bajo su liderazgo, el equipo tuvo un récord de 423 victorias y 600 derrotas, clasificándose en tres oportunidades a los playoffs, aunque no ganó ninguna serie. En el calendario 2012/13, cuando la denominación era Bobcats, la franquicia registró la peor marca en la historia de la NBA, con apenas siete triunfos y 59 caídas.

“Al crecer en Carolina del Norte, mis padres nos llevaban a mis hermanos, hermanas y a mí a las carreras y fui fanático de NASCAR toda mi vida. La oportunidad de ser dueño de un equipo en sociedad con mi amigo Denny Hamlin y tener a Bubba Wallace –único piloto negro de la actual grilla y que en 2020 presionó para que se prohibiera la bandera de los estados confederados en los circuitos- como piloto es muy emocionante para mí. Históricamente, NASCAR luchó con la diversidad y hubo pocos propietarios de equipos negros. Es perfecto, a medida que NASCAR evoluciona y adopta cada vez más el cambio social”, señaló Jordan en un comunicado, cuando anunció la creación del 23XI Racing.

Corey LaJoie cruzó la meta con el auto de costado

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La amistad con Hamlin data de hace 11 años, cuando el piloto conoció a Jordan en un partido de los Bobcats. “Nos hicimos amigos rápidamente y no mucho tiempo después me uní a Jordan Brand como su primer atleta de NASCAR. Nuestra amistad creció a lo largo de los años y ahora estamos listos para encarar un siguiente nivel”, comentó Hamlin, tres veces ganador de las 500 Millas de Daytona, que tenía boletos para la temporada de la NBA en el sector detrás de los bancos de suplentes y que tuvo la compañía de MJ en dos de las definiciones del título de NASCAR, una corona que todavía se hace desear para el piloto de 43 años, que nació en Tampa, en el estado de Florida.

El óvalo de Talladega trae suerte al 23XI Racing: en ese escenario, en 2021, el equipo logró la primera victoria con Wallace, en una carrera que finalizó por la lluvia en la vuelta 117. Si el aguacero modificó el programa y provocó el éxito, evitar el caos que se desató en los metros finales de la competencia fue la virtud que destacó a Reddick para alzarse con el triunfo. El californiano, de 28 años, lideró la vuelta de bandera blanca, la última, hasta que Brad Keselowski (Ford) empujó a Michael McDowell (Ford) a la cabeza de la carrera cuando el grupo transitó las Curvas 1 y 2. La batalla entre los pilotos de la marca del Óvalo desencadenó el múltiple accidente y le abrió el camino a Reddick, que se impuso por 208 milésimas ante Keselowski.