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Martín Lobo, el tercer eliminado de Survivor, Expedición Robinson: la tragedia que lo llevó a su límite y por qué no podía seguir en el reality

Martín Lobo era uno de los participantes más carismáticos de Survivor, Expedición Robinson, el reality extremo que cada noche emite Telefe. Era el conciliador del grupo y el que alentaba a todo...

Martín Lobo era uno de los participantes más carismáticos de Survivor, Expedición Robinson, el reality extremo que cada noche emite Telefe. Era el conciliador del grupo y el que alentaba a todos a trabajar en equipo, porque eso es lo que aprendió y lo que hizo toda su vida.

Bombero y rescatista con más de 28 años de servicio, estuvo en todas las recientes tragedias que sucedieron en nuestro país: Cromañón, la tragedia de Once, los mineros atrapados en Río Turbio, entre otras. En una charla con LA NACIÓN, Martín Lobo recuerda algunos de los rescates en los que participó, cuenta a qué se dedica desde su retiro y dice que se fue del reality porque había llegado físicamente a su límite y todas las noches soñaba con comida.

-¿Cómo fue la experiencia de vivir una aventura en una isla remota?

-La experiencia fue muy linda y única, pero también fue duro competir con chicos que tenían la mitad de mi edad y después volver y no poder comer nada. Eso fue lo que más sufrí. Todos los días jugábamos, hacíamos casi una hora de lancha para llegar a la isla, competíamos, volvíamos y nada. Soy de los que compiten para ganar y lo doy todo, y de verdad no teníamos nada para comer. Si querías algo, tenías que chupar una raíz. Encima llueve todos los días y había bichos continuamente, y peleaba con los monos que nos querían robar las bananas medio verdes esperando madurarse, y había que espantar a las lagartijas, las arañas. Y, sobre todo, tenía mucha hambre.

-Eras uno de los favoritos por tu actitud conciliadora, ¿por qué te eliminaron?

-Lo conversé mucho con los chicos. Llegó un momento en que todos querían irse, porque de verdad es duro. Y yo ya no podía más, estaba muy cansado y ellos vieron que no iba a durar mucho. Me bajoneaba el hambre y no lo podía manejar. Mentalmente estaba más fuerte, porque hasta el final intenté sostener lo que dije cuando llegué, que tomaba las islas e iba a pelear como un león. No tomé en cuenta que me iba a jugar en contra la comida. Encima, el último día me sentí muy mal, imagino que fue una mezcla del hambre y calor. Irme fue lo mejor para el equipo. Y es lo que hice toda la vida, trabajar en equipo y siempre traté de que los chicos no se peleen entre ellos. Por lo demás, todo es increíble. Si me hubiera llevado escondido un paquete de café y arroz, ganaba (risas).

-Habrás comido de todo cuando volviste a casa…

-Soñaba con comer sándwich de jamón crudo y queso, y cuando llegué comí sándwiches todo el día (risas).

-¿Por qué entraste al reality?

-Había visto el reality hace muchos años y un día me llegó la publicidad por Instagram, se lo comenté a mi mujer y a mi hija y ellas insistieron para que me anotara. Fue como una joda y a la semana me llamaron para avisarme que había entrado.

-¿Cómo es tu familia?

-Mi esposa, Marina, es bancaria. Mi hija Evelyn es contadora pública, y mi hijo Nahuel es bombero del cuerpo de la Ciudad.

-Sigue los pasos de su papá…

-Sí. Soy bombero retirado del cuerpo de la Ciudad, con 28 años en actividad de los cuales 20 estuve en el grupo de rescate. Mi actividad toda mi vida fue nadar y bucear porque soy buzo de rescate y salvamento. Me conozco todas las alcantarillas y cloacas del país porque estuve en todos los casos de la justicia federal. En incendios, inundaciones, tragedias, desde la explosión de la AMIA hasta Río Turbio, Cromañón, el tren de Once. Me salió el retiro en el 2019 y cuando me anoté en el reality ya hacía unos meses que estaba descansando. De buenas a primeras salió Expedición Robinson y allá fui, pero no me había preparado. De saberlo me hubiera preparado físicamente y hubiese comido mucho para tener reserva (risas).

-¿Siempre quisiste ser rescatista?

-Cuando era chico nos fuimos a vivir a Córdoba porque uno de mis hermanos sufría asma y el clima le hacía bien. Tenía otro hermano que era bombero voluntario en Lomas de Zamora. En Capilla del Monte no había bomberos y mi hermano armó un cuartel, junto con otra gente. Entonces, con 12 años, me hice bombero y estuve ocho años apagando incendios forestales. Me capacité, hice muchos cursos y después quise entrar al cuerpo de bomberos de la ciudad de Buenos Aires y vivir de esto. Me vine solo con 20 años, ingresé a bomberos de la Policía Federal, estuve 25 años y después fue el traspaso y estuve los últimos tres años en la ciudad. Me dediqué de lleno, capacitándome en el país y fuera del país. Me retiré como oficial teniente de bomberos y ahora le digo a mi hijo, que lleva apenas dos años como bombero, que no deje de capacitarse. La vida de muchos depende de un bombero.

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-Después de tantos años de actividad debe haber sido difícil retirarte…

-La verdad fue duro, pero ya tenía otra actividad, y desde que me retiré le dedico mucho más tiempo a las travesías en camionetas 4x4. Mi emprendimiento se llama @horizontes4x4 y recorro todo el país. Sigo en actividad y armo viajes y en todas las travesías doy charlas sobre primeros auxilios.

-¿Alguna vez tuviste miedo de morirte mientras rescatabas gente?

-Todas son tremendas, pero recuerdo la de Río Turbio porque nos tocó sacar los cuerpos de los mineros que habían quedado atrapados a mil metros de profundidad. Compartimos el rescate con chilenos y canadienses que no pudieron llegar porque había mucho fuego y derrumbe. Y nosotros, siendo de la ciudad, pudimos llegar utilizando equipos diferentes y encontramos dónde estaba el derrumbe, los incendios y los cuerpos que entregamos los familiares. Sabíamos que los mineros no podían estar con vida porque había cero oxígeno. Y fue especialmente duro porque si se nos rompían los equipos y las máscaras, nos moríamos y estábamos 10 kilómetros de profundidad, metidos en la cordillera. Psicológicamente nos costó. No es miedo a morirse, porque tener miedo es lo normal, sino serías un loco. Pero sabíamos que íbamos jugados porque había mucha temperatura, tanta que se nos rompieron dos cámaras térmicas. Calculo que había una temperatura de 300 grados. Fue una situación límite.

-¿Y qué tragedia sufriste más?

-Creo que Cromañón porque había muchos chicos muertos en el lugar y nos superó, no porque fuéramos pocos, sino porque no podíamos hacer más. Daba pena porque eran muchos chicos que murieron aplastados por querer salir todos juntos. Llegar a los chicos nos costó porque había mucha gente en las salidas. Para llegar a un cuerpo con vida teníamos que sacar dos o tres sin vida. En otra oportunidad nadé en el medio del Río de La Plata para rescatar a los tripulantes de una avioneta que se había caído, y rescatamos gente con vida y los pilotos sin vida.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/personajes/martin-lobo-el-tercer-eliminado-de-survivor-expedicion-robinson-la-tragedia-que-lo-llevo-a-su-limite-nid23072024/

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