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Mar del Plata: el chef francés que deleitó con su pastelería a la reina Isabel y hoy organiza una fiesta exclusiva

MAR DEL PLATA.- Dress code: blanco, desde los zapatos hasta el sombrero. Y así responden, elegantes e impecables, los invitados que comienzan a llegar con sus heladeras con bebidas y sus canastos ...

MAR DEL PLATA.- Dress code: blanco, desde los zapatos hasta el sombrero. Y así responden, elegantes e impecables, los invitados que comienzan a llegar con sus heladeras con bebidas y sus canastos con comida. Y se reparten al azar en las mesas distribuidas en ese exquisito y amplio jardín repleto de robles en este picnic a cielo abierto. Algunos se conocen más, otros no tanto. Son amigos de amigos. Se saludan. Se abrazan. Cae la tarde y Le Dîner en Blanc se pone en marcha en el generoso chalet del Bosque Peralta Ramos.

Jean-Yves Duperret y su esposa marplatense, Marta Riesen son los anfitriones. Vivieron durante décadas en San Francisco, Estados Unidos, y a la edad del retiro debieron resolver dónde vivir como jubilados. Ella prefería Francia. Él, Mar del Plata. Y, finalmente, ganó. La excusa fue que ella tenía aquí mucho más familia, aunque su sensación y el trasfondo de la decisión fue el amor absoluto por la ciudad. Un amor a primera vista, desde que pisó estas playas.

Después de una de esas visitas, a la distancia, se pusieron de acuerdo. Y a miles de kilómetros cerraron la operación de compra de la primera casa que habían ido a visitar: un chalet rodeado de un generoso parque y de añosos árboles, que fue propiedad de la familia Peralta Ramos, fundadora de Mar del Plata. La pandemia los encontró allí, ya instalados. Y no se movieron más.

“Hice aquí más amigos en estos poquitos años que llevamos radicados que en casi 40 en Estados Unidos”, cuenta y justifica a LA NACIÓN este chef, experto en pastelería aunque mucho antes profesional de un rubro que poco y mucho tiene que ver con este mundo de las dulzuras: es ingeniero en termofísica. Trabajó para el Estado francés desde las ciencias duras, pero lo pudo la pasión por las combinaciones de harinas, azúcares y ese mundo de dulzuras que requiere precisión científica en las recetas y extrema habilidad a la hora de la decoración y la presentación.

Personalidades

“Acá vivimos los dos y encontramos tranquilidad, calma, aire libre, mucho verde, plantas frutales, una huerta y muchos amigos”, insiste Duperret, sobre esa vocación que tiene de conocer gente, acercarlos y compartir.

Por eso, explica Riesen, experimentaron esta versión de Le Dîner en Blanc, un evento muy francés que se ha extendido por el mundo y que busca reunir gente y disfrutar un momento bajo ese mensaje de amor y paz que la pareja tanto abraza y promociona.

Para la ocasión acondicionan su caserón con flores blancas hechas con tela y papel que cuelgan de los árboles. También en blanco la arcada de ingreso al parque y, lo mismo, los moños que calzan tanto a los perros de la familia como a los que llegan con los invitados. Al atardecer, sobre coquetas mesas sobre ese manto de césped, cada uno reparte su menú y bebidas. Hay música con un DJ que suena suave y por la noche ameniza momentos de baile.

Duperret fundó en Estados Unidos La Nouvelle Patisserie, una pastelería que pronto sumó reconocimiento, prestigio y más sucursales. Sus servicios fueron de los más requeridos, incluso con eventos oficiales. En principio para galas en las que, siempre en San Francisco, tuvo como estrella central al entonces presidente Ronald Reagan. En esa ocasión para recibir nada menos que a Isabel II, la por entonces reina de Inglaterra, y el príncipe Felipe. Luego tendría otra convocatoria cuando por allí estuvo Bill Clinton, también en actividad protocolar como mandatario estadounidense.

“Y soy ingeniero en termofísica”, dice y se ríe a carcajadas, feliz del giro que dio hacia un mundo donde sin escaparle a las precisiones le permitió disfrutar de la veta artística. “La pastelería es lo más perfecto y preciso en gastronomía”, dice, pero reconoce que aún ante la matemática de alta gama hay algo de filosofía. “Requiere pensar de un modo diferente”, explica a LA NACIÓN. Y afirma que de ahí llega la innovación. “Es una profesión que abre el cerebro”, insiste.

La llegada

Dejó sus locales en Estados Unidos, se radicó en Mar del Plata, pero no para descansar 100%. Reacondicionó su actual residencia sin alterar la fachada y la convirtió en Bonne Maisson, un bed&breakfast muy selecto, con mucha intimidad. Tiene apenas cuatro habitaciones que llevan nombres de flores. Fiel a la consigna que lo trajo por aquí, remarca que busca potenciar el vínculo entre las personas. Por eso, remarca que no se use el teléfono celular en los espacios de encuentro.

“Somos latinos y tenemos costumbre de amistad, pero en Estados Unidos todo es más frío, corren por un dólar más pero no tienen tiempo para vivir y no disfrutan de la vida”, dice y, después de haber transitado también por el comercio con una empresa China, remata con sencillez: “Al final del día voy a ponerme solo un pantalón y me voy a comer un bife, ¿para qué más'”.

La casa, aclara, también que la eligió por valores que exceden lo que el dinero puede hacer. “Lo compré porque los árboles tienen 80 años, ya están allá arriba y tienen un alma, una vida que yo no puedo comprar con plata”, detalla el chef francés, que cada tanto suele calzarse el delantal, echar manos a la cocina y las mangas y desplegar su destreza para alguna cena privada en su residencia.

“Acá celebramos la amistad, comenzamos a reunirnos, implementamos Le Dîner en Blanc que habíamos vivido afuera y ya somos más de 60 en esta reunión”, apunta Riesen, que está en los detalles de la decoración general de la casa y en la organización a medida que van llegando los invitados. Desde viejos conocidos hasta un joven mozo de restaurante al que conocieron hace poco e invitaron a venir con su novia. Y ahí están, de elegante blanco, dispuestos a compartir y conocer más gente.

Por eso, cuando el sol cae y las luces del parque a modo de guirnaldas están encendidas, Jean Yves y Marta alzan la copa e invitan a brindar por lo que más han valorado de su elección por Mar del Plata: “Por el amor, la paz y la amistad”, invitan y chocan sus copas.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/mar-del-plata-el-chef-frances-que-deleito-con-su-pasteleria-a-la-reina-isabel-y-hoy-organiza-una-nid24012025/

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