Mafalda cumple 60: hablan los sobrinos de Quino, custodios del icónico personaje y de su enorme legado
MENDOZA.- El legado está mas vivo que nunca. Quino y su irreverente Mafalda, por estos días en los que todo el mundo los recuerda, descansan tranquilos. O no tanto, porque tendrán cada vez más ...
MENDOZA.- El legado está mas vivo que nunca. Quino y su irreverente Mafalda, por estos días en los que todo el mundo los recuerda, descansan tranquilos. O no tanto, porque tendrán cada vez más movimiento en el mundo literario, artístico, escolar y cinematográfico. Es que la histórica obra de Joaquín Salvador Lavado Tejón ya tiene quien la cuide y ellos no paran de recibir pedidos y autorizaciones.
Tumbas, momias, pirámides: el antiguo Egipto, una cantera inagotable de misterios
Finalmente, tras la triste partida de su sobrina, Julieta Colombo, el año pasado, la custodia quedó en manos de sus otros queridos sobrinos, los hermanos Lavado: Diego, Guillermo y Alfredo. De hecho, cada uno está con su aporte y expertise, en diferentes países, sigue de cerca cada instancia, bajo la asociación que denominaron Sucesores JSLavado, según contaron a LA NACION. El abogado, Diego, en España; el músico, Guillermo, en Chile, y el contador, Alfredo, en la Argentina. Todos acompañaron al genial artista durante sus últimos años de vida, en su Mendoza natal.
Mañana, 30 de septiembre, es el cuarto aniversario de la muerte del histórico dibujante mientras que hoy se cumplen 60 años de la primera publicación de la tira que protagonizó su principal creación. Por eso, es un buen momento para celebrar que “papá e hija” están en las mejores manos, atentos a las demandas y proyectos que van surgiendo en todo el mundo, que no dejan de sorprender: entre ellos, la serie animada Mafalda que hará el reconocido cineasta argentino Juan José Campanella en Netflix y que verá la luz el año próximo, así como autorizaciones para dos películas españolas, salones de comics, ferias, textos escolares, estatuas, iniciativas en la vía pública, campañas medioambientales o de firmas internacionales en indumentaria.
Las dudas e incertidumbre sobre la continuidad de la guarda se generaron en mayo del año pasado cuando perdió la vida Julieta, sobrina de la mujer de Quino, Alicia, quien murió en 2017. De hecho, tras el deceso del dibujante, a los 88 años, en 2020, Julieta se había convertido en la albacea de la obra, ya que fue quien más siguió de cerca los pasos de la carrera del gran humorista gráfico argentino. Su partida provocó gran pesar en el ambiente cultural y en la propia familia de Quino, por ser la férrea protectora de sus creaciones durante décadas. Ahora, la ardua tarea pasó a manos de los tres hermanos.
“Realmente fue un año muy difícil tras la partida de Julieta. Finalmente, asumimos la gestión con mis hermanos: Guille, como músico en Chile, sigue toda la parte artística, tan importante; Alfredo, en San Rafael, como contador, se encarga de todo lo impositivo; y yo, como abogado, de todo lo legal y editorial. De hecho, me mudé a España porque no paramos de recibir solicitudes. Es una locura todo lo que estamos viviendo; no podemos creer cómo Julieta se encargaba de todo”, contó a LA NACION, Diego Lavado (63), uno de los cinco sobrinos de Quino, reconocido letrado defensor de los Derechos Humanos. “Después de ejercer 33 años como abogado, pensé que esta nueva tarea era más tranquila, pero no paro de recibir correos; todos los días hay 4 o 5 pedidos que responder”, añadió.
Así, los tres custodios de la obra son hijos de Cesario, uno de los dos hermanos de Quino. El otro es Roberto, que tiene dos hijos, Roberto y Eduardo. “A ellos los consultamos y opinan cuando hay que tomar decisiones trascendentes, pero el día a día lo llevamos nosotros”, contó Diego.
Los cien años de la Biblioteca Argentina para Ciegos
Las actividades profesionales están bien divididas, por la importancia que revisten. Guille se encarga de la aprobación de las estatuas, los afiches, las tapas de los libros y de las producciones audiovisuales. De hecho, está abocado a la serie de Campanella, en plena producción, supervisando el libreto y los diseños, sobre todo del dibujo volumétrico que tendrá el personaje de Mafalda. “Lo de Campanella es el desafío más riesgoso e importante. En la discusión del contrato se han conservado facultades de control. Hay cosas que imagino que un grupo creativo se ve tentado a desarrollar, por eso ha sido fundamental conversar todo el tiempo, cada detalle del libreto, de los diálogos, de las escenas. Mafalda son tiras sueltas, que tiene que tener una coherencia, que no se vaya de las manos, que no se desvirtúe; por eso permanentemente se intercambia material”, sumó el sobrino de Quino. Y aclaró que se está poniendo atención especial a las voces, ya que en Mafalda, la película, de los años 70, el humorista gráfico no quedó muy conforme con la producción.
“Las voces impactaron negativamente en el público, no eran voces de niños, sino de adultos, pero deformadas. Hoy hay otra tecnología que permite hacer otras cosas, dar colores de niños a voces de actores de adultos. Están con el casting, una tarea complicada con la selección: ya han pasado las actrices mas reconocidas del país. Estamos confiados que va a salir bien con Campanella, es un equipo de dirección con experiencia, con probada calidad”, apuntó Lavado.
Su hermano Guille, además, se encarga de las redes sociales y de reactivar a Mafalda en el mundo digital. También, lleva adelante las intervenciones de tiras en libros educativos, así como retomar la traducción de Mafalda al inglés y otros idiomas. “Las traducciones al francés y al ingles son antiguas; no hubo mucho cuidado en estilo y lenguaje. Además, hay una editorial rusa, independiente, que está con la obra”, explicó Diego.
En el caso de Alfredo, sus aportes están centrados en los impositivo y fiscal, teniendo en cuenta la dimensión de los trabajos que van surgiendo. Su centro de operaciones es en el sur mendocino, en la comuna de San Rafael. Es el único que hoy sigue viviendo en la provincia cuyana, además del hijo de Diego, Juan Manuel Lavado, que se encarga de asistir a su padre en lo editorial, ya que es especialista en derecho de autor y propiedad intelectual. Una tarea titánica, en el día a día, que los llevó a crear en España, la asociación Sucesores JSLavado, en conexión permanente en Europa con la editorial Lumen, del grupo Penguin Random House, más allá de la ardua labor de Ediciones de la Flor en la Argentina. No es para menos: los pedidos crecen día a día.
“Toda la actividad editorial en español se ha concentrado en España, más allá del gran trabajo que hace De la Flor en el país. Es que desde la Argentina es muy difícil nutrir a las librerías de afuera, hay muchas complicaciones”, explicó el abogado, quien contó que la semana pasada, tras un complejo proceso de exportación, llevó a Palma de Mallorca varias obras originales de Quino que se expondrán en el Salón del Comic el 24 de octubre. También, puso en valor la inauguración, en los últimos días, en la ciudad española de Cádiz, de una red de semáforos peatonales con la imagen de Mafalda, que sorprende por lo creativa y original.
La semana pasada, todos los salones del comic de Valencia, comenzaron con homenajes. Otra más: en los próximos días colocarán una estatua de la pequeña heroína en el Madrid Río, frente al mítico estadio Vicente Calderón. Este fin de semana en la comuna de Providencia, en Chile, se instaló una estatua, al estilo de la que se encuentra en San Telmo, en Buenos Aires. Justamente, en los próximos días habrá una nueva inauguración en una escuela del interior de la provincia de Mendoza. Y así, un listado innumerable de celebraciones, actividades y recuerdos por diversas partes del globo. Es que Mafalda nació en las publicaciones un domingo como hoy, en 1964; mientras que un día, como mañana, en 2020, se iría de este mundo el genio inmortal.
El legado de Quino y la fascinación de los chicos
“No es solo lo editorial; con Mafalda estamos a full también hasta con el merchandising. Hay colecciones en las marcas más reconocidas, como Zara y Victoria´s Secret. Es una locura lo que vivimos”, cerró el sobrino de Quino, quien lo acompañó codo a codo y cerveza fría de por medio, en sus últimos años en suelo cuyano, viviendo a una casa de distancia en un barrio privado de Luján de Cuyo, con la Cordillera de los Andes de fondo. Hasta se dedicó, como un lazarillo, a leerle un libro por las tardes, a ponerle música, a conversar, a volar, a pensar en una Argentina mejor.