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Los Pumas 7s en los Juegos Olímpicos 2024: cuando la cabeza fue más rápido que la paciencia y se pagó con la eliminación

PARIS (Enviado especial).- Abrazos que se sostenían en brazos temblorosos, lágrimas, rostros que no querían ver alrededor y otras postales del desconsuelo celeste y blanco. En medio del ruido en...

PARIS (Enviado especial).- Abrazos que se sostenían en brazos temblorosos, lágrimas, rostros que no querían ver alrededor y otras postales del desconsuelo celeste y blanco. En medio del ruido ensordecedor del Stade de France, que ensalzaba una increíble fiesta para celebrar el pase a las semifinales de Francia en el torneo olímpico, allí estaba el grupo de Pumas 7s, desperdigado en las inmediaciones del banco de suplentes tras la derrota por 26-14. Más allá de que seguirán compitiendo a la búsqueda del quinto puesto del rugby seven, la ilusión se terminó demasiado pronto para el equipo nacional que en cualquier análisis figuraba como candidato a medalla.

Decepción, sea quizás la palabra que mejor define la historia de cuatro capítulos del equipo de Santiago Gómez Cora en París 2024. Después de los triunfos burocráticos ante Kenia y Samoa que aseguraron el pase a los cuartos de final, el funcionamiento general empezó a mostrar luego fallas y desajustes que hasta hace poco no solían quedar en evidencia. En París, la cabeza traicionó y dictó una orden que confundió esa mecanización que había permitido jugar de manera brillante en varios tramos del primer semestre e impulsó al seleccionado hasta el segundo puesto de la temporada del Circuito Seven.

Sobre todo, hubo apresuramiento en la toma de decisiones. Ese fue el karma en los encuentros ante Australia –para definir el primero el Grupo B- y ante Francia, que resolvía el pase a las semifinales. Frente a los Wallabies se habían adelantado con un try, estaban para hacer el segundo y se apuraron: el contragolpe oceánico derivó en la amarilla para Luciano González Rizzoni y todo se enredó hasta perder el encuentro. Ante los franceses, el apuro también fue mal consejero: con la desventaja 21-14 y un jugador más, Marcos Moneta tomó el riesgo de patear la pelota en lugar de darle prioridad a la paciencia colectiva y llegar al try con más fases. Al margen de eso, el arranque había sido devastador para Los Pumas, acorralados y víctimas de la intensidad de los locales, que castigaron por la derecha.

Además de acelerarse por demás y no respetar ese vital paso a paso en la construcción de las jugadas, los Pumas 7s fallaron en la recepción de las salidas del rival, un error clave que provocó que hubiera que defender todo el tiempo; siempre en la retaguardia e intentando el arduo trabajo de retomar la posesión. Un desgaste extra y la imposibilidad de tomar la iniciativa. Ante los franceses siempre hubo que remar desde abajo y, al final, no hubo tiempo para alcanzar al menos el empate y poner en aprietos a un conjunto que se debía al insobornable apoyo de su público.

Los Pumas llegaron a París 2024 con el objetivo de una medalla y tenían suficiente equipo, individualidades y sistemas de juego como para conseguirlo, como lo demostraron a lo largo de la temporada. Pero ante Australia y Francia no jugaron a la altura de sus posibilidades. Más allá de la imposibilidad de llegar a la medalla y tener que pelear ahora por el desmotivante objetivo del quinto puesto, nada quita que este grupo sigue siendo un gran equipo. Hace cinco o seis era un conjunto del pelotón del medio en el contexto mundial, pero después de la medalla de bronce conseguida en Tokio 2020, agigantó su poderío y hoy es una potencia mundial. Todo, más allá de este traspié y esa sensación de vacío que hoy embarga a los jugadores. Lo malo que no hay revancha a corto plazo. Queda culminar de la mejor manera la experiencia olímpica.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/rugby/los-pumas-7s-en-los-juegos-olimpicos-2024-cuando-la-cabeza-fue-mas-rapido-que-la-paciencia-y-se-pago-nid25072024/

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