Almorzando con Diego Kerner (codirector del programa de bienestar organizacional en la Universidad Di Tella) conversábamos sobre los grandes beneficios de implementar programas de bienestar organizacional. Son cada vez más las empresas que descubren la correlación entre mayores niveles de bienestar con mejoras no solo en la calidad de vida de las personas sino también en su performance (mayor lucidez, creatividad, disposición a colaborar, adaptabilidad, etc).

Está claro que las organizaciones que se ocupan del bienestar integral de su empleados impulsan ambientes laborales donde las personas se sienten valoradas, desafiadas de forma estimulante y encuentran algún tipo de sentido en su tarea. Estas compañías logran que los colaboradores desplieguen sus talentos, se esfuercen y comprometan genuinamente más.

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Así como se cuida a través de programas de mantenimiento las líneas de producción y los “fierros” de una empresa, cómo es posible que todavía en algunas organizaciones se le preste tan poca atención al activo más importante que es su gente.

Es evidente que la efectividad directiva de un ejecutivo que entrena, mantiene una buena nutrición, se hidrata, duerme 7-8 horas, sabe gestionar su estrés y realiza alguna práctica contemplativa es mucho mejor que la de aquel que no se cuida.

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Nos preguntábamos por qué mientras cada vez más organizaciones se benefician de la aplicación seria de programas de bienestar, todavía en otras se sigue desperdiciando valioso talento humano y generando sufrimiento innecesario.

El bienestar organizacional es un concepto que abarca el estado general de salud y satisfacción de los empleados. Incluye aspectos físicos, emocionales, mentales y sociales que contribuyen al desempeño y la productividad. Entre los elementos clave del bienestar organizacional se encuentran:

-Salud física: promoción de hábitos saludables, programas de ejercicio y alimentación balanceada.

-Salud mental: apoyo psicológico, manejo del estrés y prevención del agotamiento laboral (burnout).

-Equilibrio vida-trabajo: políticas que permitan una adecuada gestión del tiempo entre las responsabilidades laborales y personales.

-Desarrollo profesional: oportunidades de formación, crecimiento y avance dentro de la empresa.