Los duros testimonios de los sobrevivientes del festival Nova, atacado por Hamas y la muestra que llega al país
“Alerta roja, alerta roja”. Bastó un segundo para que el sonido agudo y gélido de la alarma invadiera de terror la madrugada. Gritos. Polvo. Misiles. De repente, el 7 de octubre de 2023, a la...
“Alerta roja, alerta roja”. Bastó un segundo para que el sonido agudo y gélido de la alarma invadiera de terror la madrugada. Gritos. Polvo. Misiles. De repente, el 7 de octubre de 2023, a las 6.29, en la Fiesta de Música Nova de Israel existir se volvió algo frágil, milagroso. El ataque terrorista perpetrado por Hamas causó al menos 260 víctimas mortales, según el servicio de rescate israelí Zaka. En octubre, un año después de la masacre, Buenos Aires recibirá a la exhibición que conmemora la vida de aquellas personas.
La exposición, que ya se realizó en Nueva York y Tel Aviv, contará con sobrevivientes como guías dispuestos a relatar su historia. Además, se exhibirán objetos rescatados del predio: desde ropa de las víctimas y autos quemados en los que los jóvenes intentaron huir hasta los baños químicos que funcionaron como refugio y que aún conservan las marcas de los disparos en sus puertas de plástico.
Según relatos de sobrevivientes del ataque, los terroristas de Hamas estuvieron en el área al menos tres horas. Hombres armados dispararon contra los asistentes, que intentaban huir y tomaron a otros como rehenes en el festival, en una zona rural cerca de la frontera entre la Franja de Gaza e Israel. Yagil Rimoni, Naama Gal y Omri Kochavi salvaron sus vidas milagrosamente y este martes presentaron la iniciativa a la prensa nacional junto al periodista Hernán Feler, cofundador de la organización Juntos por Israel.
“No tenemos fines económicos ni banderas políticas. Lo que queremos es mostrar el horror. ¿Merecían morir los jóvenes que estaban bailando? Estamos muy orgullosos que la Fundación haya elegido a la Argentina como el próximo destino de la muestra que estará por primera vez en Hispanoamérica -destacó Feler durante la conferencia de prensa-. Lo importante es que se siga hablando de lo que pasó”, agregó el periodista y organizador, cuya tía estuvo secuestrada 53 días en la Franja de Gaza.
El ataque, desde adentroYagil Rimoni es socio fundador de Nova y propietario de la empresa de seguridad que trabajó en el evento. La madrugada del 7 de octubre, apenas se disparó la alerta roja, intentó junto a su equipo neutralizar el ataque y rescatar a su gente. “Combatimos durante siete horas sin nada de agua y bajo el rayo del sol -reveló Yagil-. Llegué a salvar a más de 150 personas. Me llegaban por WhatsApp ubicaciones de personas y tratábamos de ir por ellas. Busqué jóvenes heridos que estaban escondidos. Después tratamos de identificar los cuerpos de los fallecidos y comunicarle a las familias sus pérdidas”, relató conmovido, en hebreo y dispuesto a compartir su historia en la exhibición.
Naama Gal formaba parte del staff de trabajadores de la fiesta y recuerda que cuando escuchó la alarma sus compañeros decidieron separarse. “Creímos que así teníamos más chance de sobrevivir”, recordó. “Me di cuenta que me estaban disparando. Las balas me picaban al costado de los pies, así que me metí dentro de un contenedor de basura junto con otras 20 personas. “No podíamos movernos. Y todos hicimos ahí nuestras necesidades”, relató conmovida la joven de 26 años.
Gal, que continuó su relato con fortaleza, recordó que podía escuchar a los miembros de Hamas hablar en árabe cerca de su escondite. “En un momento una de las chicas mueve un pie sin querer, hace ruido y uno de los terroristas aparece sobre el contenedor y dispara. Mató a unas diez personas con esa ráfaga de tiros”, señaló la joven. Ella misma recibió cuatro disparos (dos en el pie derecho, uno en el pie izquierdo y uno en su hombro) y sintió que su vida pendía de un hilo. Sin embargo, el destino le tenía preparada otra oportunidad: Yagil Rimoni logró acercarse al contenedor donde estaba Gal y rescatarla. “Tuve que bajarme sola del contenedor. Me arrastré entre la basura y sobre los cuerpos para poder salir”, detalló la joven que logró ser atendida en un hospital. Hoy, Naama es la encargada de oficina de la empresa Nova. “No me veo en otro lado que no sea con mis compañeros contándole al mundo lo que nos pasó”, sostuvo.
Omri Kochavi formaba parte de la producción del festival Nova y fue el encargado del montaje de los escenarios. El joven de 36 años se había casado un mes antes y se encontraba bailando con su flamante esposa cuando advirtió los primeros misiles. “Vi una luz y pensé que era una estrella fugaz -detalló durante la presentación-. Después se multiplicaron los flashes, me di cuenta que era un ataque y que no eran armas israelíes porque conozco el sonido”, recordó.
Mientras sonaban los disparos y corría junto a su mujer, atendió una llamada de su celular: “Era mi suegro. Me pidió solo una cosa: ‘Salvá a mi hija’”. Hoy, consciente del milagro de la supervivencia de él y su mujer, Kochavi asegura en diálogo con LA NACIÓN que su misión es darle “luz y amor” a los 3.500 sobrevivientes que lograron escapar de aquella masacre. “Armamos esta muestra y la queremos llevar a todo el mundo. Para que se sepa lo que pasó. Contar nuestra historia tiene que ser una forma de que esto no vuelva a suceder”.