Lautaro Martínez ya se ganó un lugar de privilegio en los libros del fútbol con una marca especial
La historia de la selección ya le tiene reservado un lugar en el bronce. A fuerza de goles -y de títulos, claro-, Lautaro Martínez se convirtió en uno de los personajes más influyentes de los ...
La historia de la selección ya le tiene reservado un lugar en el bronce. A fuerza de goles -y de títulos, claro-, Lautaro Martínez se convirtió en uno de los personajes más influyentes de los últimos 20 años. Desde el retiro de Hernán Crespo, allá por mediados de 2007, que la Argentina no tenía en sus filas un goleador de su calibre. Por tercer partido consecutivo, el bahiense aportó su cuota goleadora para que la selección venza por la mínima a Perú y ponga un pie y medio en el Mundial de 2026.
El Toro, que venía de marcar frente a Bolivia (el segundo del 6-0) y Paraguay (el 1-0 parcial), apareció en el inicio del segundo tiempo para desenmarañar un partido enredado que Argentina dominó de principio a fin pero sin inquietar demasiado al arquero Gallese. Pero todo cambió al minuto 9 de la segunda mitad, cuando Lautaro al fin recibió solo en el área y definió con enorme categoría para marcar el 1-0. Messi ingresó al área por izquierda, sacó el centro sin mirar y Martínez la calzó de aire en el punto penal para meterle de tijera contra el palo derecho del arquero. Golazo.
Lautaro se abrazó con Messi y festejó de cara a la popular de Argentina, que coreó su apodo como pocas veces antes: “Olé, olé, olé, olé, Toro, Toro”, retumbó desde los cuatro costados de la Bombonera para homenajear al delantero de 27 años, que ya dejó una huella con la camiseta de la selección. Con su tanto ante Perú, de hecho, se convirtió en el quinto goleador histórico de Argentina (32, en 70 partidos), en el mismo escalón que un tal Diego Armando Maradona. Quedó a tres de Crespo (35), a diez de Agüero y a 22 de Gabriel Batistuta, su ídolo en la selección.
Tras un inicio complicado, Lautaro tuvo un final de año a toda orquesta. En junio rompió una sequía de 15 meses sin convertir, desde el 3-1 ante Costa Rica en marzo de 2023. Desde entonces, y pese a alternar en la titularidad (durante muchos partidos le tocó ser suplente de Julián Álvarez), Lautaro se convirtió en un bastión del ataque de la selección, con apariciones clave en partidos importantes. De hecho, fue el goleador de la Copa América 2024 con cinco tantos (uno, en el tiempo extra de la final ante Colombia) y es el segundo máximo artillero de la selección en las eliminatorias rumbo al Mundial de 2026.
“Estoy contento porque estaba toda mi familia en la cancha y pude darle una alegría. Quiero dar lo mejor siempre, quiero superarme. Este año fue positivo, lo cerramos con una victoria y estamos muy contentos por cerrarlo en la punta”, indicó el goleador, que promedia casi medio gol por partido con la camiseta de la selección: 0,44, más alto que el de Agüero (0,42) y que el propio Maradona (0,37).
“Sin duda que fue un año positivo en cuanto a rendimiento, a goles, y también en partidos jugados. Ahora hay que seguir trabajando porque mi carrera fue siempre elevándose y en este deporte siempre hay que superarse”, se trazó objetivos.
La noche venía torcida para el bahiense, que casi no había entrado en juego más allá de alguna recuperación sobre el lateral que le valió la ovación de los hinchas argentinas. Pero en el área, donde suele ser letal, el Toro tuvo una y no falló. Fue su quinto tanto ante Perú, su víctima favorita: ya le había marcado en 2020 y 2021 por eliminatorias y un doblete en la Copa América.
Goleador y figura de la Serie A, donde también se consagró campeón con el Inter, el bahiense apareció, como indica el manual del 9, en el momento justo y en el lugar indicado. Una sola chance de gol le bastó para marcar y ser figura en una Argentina que sufrió más en ataque que en defensa. Perú, última en la tabla de las eliminatorias, empiojó el trámite con sus armas y no le permitió a la Argentina llegar con claridad, más allá de las aproximaciones del primer tiempo.
“Todos nos quieren ganar porque la selección argentina es protagonista siempre. Estos partidos se hacen difíciles porque se cierran mucho los equipos y queremos seguir ganando”, remarcó el goleador, que dejó el campo ovacionado y felicitado por Scaloni y todos sus compañeros.
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Lautaro cerró uno de sus mejores años a nivel personal, nominado al Balón de Oro (terminó en el séptimo lugar) y con diez goles convertidos entre partidos oficiales y amistosos, su mejor marca en un año calendario. Con el 9 inspirado, Argentina volvió a sonreir. Para festejar con su gente y alimentar el sueño mundialista.