La temible razón por la que los países del Atlántico norte recibirían una invasión de glaciares: qué significa para el planeta
En los últimos años, diferentes observaciones dieron cuenta de la reducción de la capa de hielo que protege al polo norte, ...
En los últimos años, diferentes observaciones dieron cuenta de la reducción de la capa de hielo que protege al polo norte, en particular a Groenlandia, isla que cada verano suele perder parte de sus glaciares y que estos quedan sueltos por el Atlántico norte. Quizá la imagen más famosa que se vincule a este fenómeno es la del Titanic chocando con un iceberg en medio del océano. Lo cierto es que, gracias una investigación reciente, podría producirse en la actualidad una invasión de témpanos de hielo en dirección a los países costeros, como Canadá, Estados Unidos e Islandia.
El calentamiento global es una de las causas que afectan directamente a la reducción de estas capas de hielo. El Ártico se vio claramente más desfavorecido que el polo sur, no obstante, hay un solo planeta y a la larga, los problemas se extienden por todo el globo. A pesar de los rasgos que se vinculan a la contaminación de gases del efecto invernadero y la deforestación, este hecho podría relacionarse con lo ocurrido en la última etapa de máxima glaciación, en la que sí, bloques de hielo gigantes vagaron por las aguas gélidas.
Yuxin Zhou, investigador postdoctoral del Departamento de Ciencias de la Tierra, junto a un grupo de científicos pertenecientes a la Universidad de California, coordinó un profundo estudio sobre los eventos Heinrich, cuando los icebergs afectaron la circulación oceánica en el último período de la etapa glacial. Esto podría significar no solo una amenaza para los países del Atlántico norte, sino para el funcionamiento cotidiano del océano y la vida que depende de ello.
En el análisis que se publicó en la revista Science, se comparó lo que sucedió hace 10.000 años, en el Holoceno. Por ese entonces, el hielo que cubría a los continentes, terminó por retroceder a niveles más bajos. Debido a ello, se presume que los seres humanos habrían llegado desde el extremo norte de Rusia a América por el estrecho de Bering, mientras el agua estaba totalmente congelada.
Ese fue el punto de partida para Zhou, que definió al proceso actual como Evento Heinrich de rango medio. Tras ello, encendió las señales de alerta por diferentes motivos. Además de la pérdida de un ecosistema, lo cierto es que podría cambiar la circulación de las corrientes marinas en el Atlántico.
Esto quiere decir, que debido al vuelco meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés), transporta las aguas superficiales cálidas hacia el norte y las aguas profundas y frías hacia el sur. De verse alterado esto, el ambiente marino se vería en peligro, en primera medida, desde la fauna y la flora, hasta las condiciones meteorológicas y las temperaturas.
Noticias alentadorasEl investigador provee que este suceso no ocurra a priori, en particular porque entiende que estos témpanos de hielo se derretirían antes de llegar a las costas, lo que no provocará una alteración directa por sí solo en las corrientes marinas del Atlántico.
Asimismo, remarcó que el desprendimiento de icebergs en Groenlandia es hacia el interior, por lo que solo salen a flote los bloques gélidos que colindan las playas. De esta manera, el retroceso continuará, pero no influirá en las corrientes marinas.
Como conclusión, el catedrático insistió que el cambio climático es una realidad, pero que esto no significa que no haya esperanza. Además, reiteró que la gente se da por vencida sobre esta cuestión y no debería ser así. No obstante, el peligro inminente de los témpanos de hielo podría no resultar como se imaginó en un principio.