La Facultad de Medicina de Stanford publicó un nuevo estudio en el que advirtió sobre los niveles de la temperatura corporal, que en muchos casos suelen ser menor a los 36,6 grados que históricamente se consideraron. Es por ello que generó una gran controversia dentro del campo médico, ya que existen diferentes factores que afectan el parámetro que antes se entendía como normal. ¿A qué se debe? ¿Cuál es el número base a partir de ahora?

La temperatura corporal se entiende por la capacidad del cuerpo de generar y eliminar calor. Siempre y cuando se esté en condiciones sanas, el organismo es capaz de mantener un nivel dentro de los límites seguros, incluso cuando en el exterior se producen cambios bruscos.

El estándar que se cita con frecuencia proviene del relevamiento que hizo en 1868 el médico alemán Carl Reinhold August Wunderlich, que tomó más de un millón de mediciones de temperatura de 25.000 pacientes. En ese entonces, informó de un rango, en el que los hombres y ancianos tenían menos temperatura que las mujeres y los adultos jóvenes, pero el promedio se ubicaba en los 36,6.

Este parámetro sirvió de guía para el resto de los análisis que le siguieron a la medicina en los dos siglos posteriores, hasta que los científicos de Stanford entendieron que no todos los seres humanos producimos el mismo índice de calor. Ya que es necesario clasificar a las personas por edades, sexo y condiciones físicas.

El valor de 36,6 grados se grabó en la conciencia general de todo el mundo, por lo que contradecir esto, es algo que no resulto fácil. De este modo, los profesionales de Stanford registraron la temperatura oral de 618.306 pacientes que se atendieron en Stanford Health Care entre 2008 y 2017, según indicó el artículo.

En esta ocasión tuvieron en cuenta la hora del día, la edad, el sexo, el peso, la altura, el índice de masa corporal, los medicamentos y las condiciones de salud de cada persona relevada. Cabe destacar que, en primer lugar, los científicos aplicaron un algoritmo de aprendizaje automático para identificar los diagnósticos y medicamentos que se asociaban a la fluctuación en la temperatura.

De ese grupo, separaron a los que tenían enfermedades infecciosas o crónicas y que estaban bajo un tratamiento médico. Curiosamente, descubrieron que la diabetes tipo 2 se vincula con una temperatura más baja, una asociación que nunca se apreció hasta este momento. A partir de un escaneo mucho más avanzado, se entendió como “normal” en el ser humano un valor oscilante entre los 36 grados como mínimo y los 37, como máximo.

Gracias a ello, generaron un estándar en el que ubicaron a los hombres con temperaturas más bajas que las mujeres. Además, el artículo señaló que la producción de calor disminuyó con la edad y con la altura y aumentó con el peso. La hora del día también es un factor importante, ya que durante la mañana se suele estar más frío y cerca de las 16.00 horas, más cálido.

De esta forma, se concluyó que la combinación de altura, edad, salud, peso y hora del día explica el 25 por ciento de la variabilidad de las temperaturas normales en un individuo y el siete por ciento de la variabilidad entre las personas. Pero entonces, ¿cuándo se tiene fiebre? Aquí los expertos aludieron que el inicio de la fiebre es por sobre los 37° y un máximo sería más de los 37,7°.