En las últimas horas, los ciudadanos de Nueva York, Estados Unidos, entraron en pánico cuando vieron sobre el cielo un fenómeno extraño, nunca antes visto. Se trató de una bola de fuego, que más tarde, la NASA alertó que podría poner en peligro al planeta Tierra.

A través de su organización Meteor Watch, la agencia espacial norteamericana remarcó que el evento cósmico se hizo visible a menos de 78 kilómetros de altura, en un descenso a más de 18 grados de inclinación, por lo que llegó a acercarse a los edificios más altos. Asimismo, en ese momento se registraron leves temblores en la zona.

Según indicó la agencia espacial, se trató de un meteorito que ingresó en la atmósfera terrestre a alta velocidad y se aproximó a la Estatua de la Libertad, uno de los monumentos más importantes de la ciudad norteamericana, hasta desintegrarse totalmente a 46 kilómetros de altura. Pese a que el hecho ocurrió a una altura considerable, no se pudieron recuperar fragmentos del asteroide, ya que se deshizo antes de llegar a la superficie.

Por otra parte, los especialistas remarcaron que la especie de sismo que se vivió no está relacionado con el fenómeno, sino a la actividad militar del área.

Pero, ¿la NASA podría haber anticipado el evento? Ante la duda de miles de usuarios, la agencia señaló que pueden rastrear asteroides grandes que podrían ser considerados un posible peligro para la Tierra, pero no ocurre lo mismo con los más pequeños, que son los que ingresan a la atmósfera y ahí mismo se convierten en meteoros o, como en este caso, bolas de fuego.

“Mucha gente tiene la impresión de que la NASA rastrea todo en el espacio”, sostuvieron en el comunicado oficial y aseguraron que “solo siguen la pista de aquellos que son capaces de representar un peligro”.

El asteroide del tamaño de un crucero que se aproxima a la Tierra

Otro de los meteoros que aterroriza al mundo entero es uno que se aproxima a nuestro planeta y tiene el tamaño de un crucero. Según la NASA, el asteroide llamado Apophis pasará cerca de la Tierra el 13 de abril de 2029, a una distancia de 32.000 kilómetros, y podría causar una tragedia sin igual. A raíz de esto, los científicos y astrónomos comenzaron a idear técnicas para desviarlo o erradicarlo.

La nave espacial RAMSES se topará con el asteroide en 2028 y lo acompañará durante todo su trayecto para observar cómo comienza a deformarse por la gravedad de nuestro planeta.

“Todavía queda mucho por aprender sobre los asteroides, pero, hasta ahora, tuvimos que viajar a las profundidades del sistema solar para estudiarlos y realizar experimentos para interactuar con su superficie”, aseguró Patrick Michel, director de investigación en el Observatorio de la Costa Azul de Niza, a la Agencia Espacial Europea, la misma que estudia el panorama.

Además, aseguró: “Por primera vez en la historia, la naturaleza nos trae uno y realiza ella misma el experimento. Todo lo que necesitamos hacer es observar cómo Apophis se estira y se comprime por las intensas fuerzas de marea que pueden desencadenar movimientos de tierra y otras perturbaciones y revelar nuevo material de debajo de la superficie”.