“Ahora salí a la cancha y jugá”. La frase corrió en las últimas horas como un reguero de pólvora dentro del PJ y reflejó la lógica de Cristina Kirchner de desistir de las impugnaciones a la lista de Ricardo Quintela, pese a una larga lista de irregularidades que detectaron sus apoderados. La expresidenta llegó a la conclusión de que lo mejor para ella y su espacio político será revalidar las credenciales de su liderazgo en el peronismo y para eso iniciará una mini campaña de 20 días de cara a las elecciones internas del 17 de noviembre.

Según anticiparon fuentes partidarias a LA NACION, Cristina Kirchner participará “activamente” de la campaña de la lista Primero la Patria y encabezará al menos dos incursiones territoriales por semana, hasta los días previos al comicio interno. La recorrida de la expresidenta comenzará en la provincia de Buenos Aires, donde hará foco en su trajín proselitista, no solo porque se trata del distrito más importante del país sino también porque el kirchnerismo pone ahí sus fichas en el enfrentamiento con el gobernador Axel Kicillof.

El formato de la campaña cristinista fue inaugurado esta semana por la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, que lanzó en el municipio del sur del conurbano la mesa “Cristina presidenta” junto a los sindicalistas Mario Manrique y Vanesa Siley, en la sede local del Smata. En paralelo se registró un plenario en San Vicente, encabezado por el intendente Nicolás Mantegazza, mientras que ayer hubo un encuentro en Cañuelas y este miércoles habrá otro en La Matanza de la mano de Ricardo Pignanelli y Facundo Tignanelli.

El kirchnerismo tiene apuntados los cañones a La Matanza porque está enfrentado con el intendente Fernando Espinoza y la vicegobernadora Verónica Magario, quien apareció en un sitial destacado en el acto de Kicillof en Berisso la semana pasada, cuando el mandatario se presentó como la cara del “futuro” del peronismo. Un día después, la propia Cristina Kirchner lo cuestionó en duros términos durante un encuentro partidario en la sede nacional del Smata. “Los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más”, dijo.

Los partidarios de la expresidenta tienen además la mira puesta en otros dos intendentes de la Tercera Sección Electoral que fueron sus aliados y que ahora dan muestras concretas de rebeldía interna. Se trata de Jorge Ferraresi, el jefe comunal de Avellaneda que está enrolado en las huestes axelistas y que habilitó a una decena de sus funcionarios a presentarse como candidatos en la lista de los federales de Quintela; y de Juan José Mussi, el histórico alcalde de Berazategui, que también forma parte de la nómina del riojano.

La deserción de esos intendentes de peso de la estructura oficial del PJ bonaerense, a los que se suman Mario Secco (Ensenada) y Julio Alak (La Plata), hace que se encuentre en entredicho la jefatura de Máximo Kirchner, a quien alcaldes y dirigentes del peronismo provincial no le toleran las críticas a Kicillof. Con su postulación para la conducción del peronismo a nivel nacional, Cristina busca cerrarle el paso a quienes cuestionan a su hijo, cuyo poder forjado en La Cámpora no es trasladable a la estructura del PJ.

En este escenario, las mesas “Cristina presidenta” se replicarán el viernes en Ezeiza y Brandsen, mientras que el sábado la actividad se desarrollará Hurlingham. También está previsto, para la próxima semana, el lanzamiento de mesas en otros puntos de la provincia de Buenos Aires como Avellaneda, Merlo y Malvinas Argentinas. Además, la campaña cristinista llegará al interior del país, con lanzamientos en las distintas provincias.

“Está previsto que en los lanzamientos de las mesas participen los candidatos de la lista de Cristina. La propia expresidenta comenzará esta semana su agenda de actividades, que incluirá durante el curso del mes el recorrido por varias provincias”, anticiparon fuentes de la lista Primero la Patria. Los apoderados de la nómina presentarán “los lugares de votación, las autoridades de mesa y los fiscales que garantizarán la elección en todo el país”.

Las fuentes consultadas por este medio anunciaron para el próximo fin de semana “una intensa actividad militante” con acompañamiento de gremios como el Smata y la Uom, puerta a puerta, para conversar con los afiliados al partido. Cristina Kirchner consiguió el respaldo de gremios fuertes -pese al rechazo de la CGT- e incluso aguarda que esas organizaciones provean al PJ de unas 3.000 urnas -suplementarias a las 3.200 que otorgará el Gobierno- para completar el operativo electoral dispuesto para el 17 de noviembre.