Pasó otro domingo en Gran Hermano (Telefe) y, como es habitual, una nueva gala de eliminación. La placa de nominados era muy numerosa, integrada por Juliana “Furia” Scaglione, Emmanuel Vich, Mauro D’Alessio, Darío Martínez Corti, Martín Ku y Virginia Demo. Pese a que la jugadora más polémica de esta edición realizó una intensa campaña en contra de un hermanito en particular, la sorpresa llegó cuando el eliminado fue, justamente, uno de sus aliados: Mauro.

Al igual que sucede cada semana, el participante eliminado formó parte de la gala del lunes, en la que los panelistas de El Debate de Gran Hermano (Telefe) lo indagaron sobre su estadía en la casa. Pero fue una particular declaración la que llamó la atención de todos en el estudio. Cuando Ceferino Reato le preguntó por la relación que mantuvo con Furia, la respuesta del joven sorprendió.

El periodista quiso saber por qué había dormido con ella durante su última noche, luego de la acalorada y violenta discusión que los había tenido como protagonistas días previos. Sobre esto, el jugador respondió: “Porque ella me obligó”. Allí, la atención de todos se posó sobre los dichos del hermanito, quien continuó y reveló: “Se ve como yo no quería dormir con ella, quería dormir tranquilo, porque quería estar en mi cama solo. Habíamos terminado muy bien en una charla en donde dijimos ‘bueno, hasta acá’”.

Si bien Mauro admitió que se sintió presionado para dormir con la jugadora, remarcó que no lo percibió como una situación de acoso y que ese término le parecía desmedido para definir lo sucedido.

Cabe recordar que la relación íntima entre Furia y Mauro nació con mucha intensidad, a poco del ingreso del jugador a la casa. Ambos protagonizaron muchas noches de pasión que quedaron registradas por las cámaras del reality; sin embargo, con el paso del tiempo la cosa se fue desgastando.

Furia empezó a ver a su pareja como un competidor más. Además, aseguró que se sintió traicionada, lo que la llevó a atacarlo con gritos desmedidos. De esta manera, el vínculo se quebró por completo, hasta el domingo pasado, cuando volvieron a fundirse en besos y abrazos al entender que uno de los dos estaba a punto de abandonar el juego.