En un fuerte pronunciamiento de las nuevas autoridades de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, la Iglesia pidió al Congreso el “urgente tratamiento de una ley que imponga fuertes restricciones a las apuestas online y prevenga la ludopatía, especialmente entre los menores.

Lo hizo a través de una carta enviada al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, a quien solicitó que se avance en la regulación de las apuestas en línea y el castigo al juego ilegal. También pidió que el tema sea tratado en una sesión especial antes del cierre del período de sesiones ordinarias, previsto para el 30 de noviembre.

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Además, en un nuevo libro que se pondrá en venta esta semana en todo el mundo, el papa Francisco expresa fuertes críticas a la difusión del juego online. “Nuestros gobiernos no pueden ser cómplices de la instigación a la ludopatía”, sostiene el pontífice.

En la nota, enviada también a los presidentes de todos los bloques de la Cámara de Diputados, la comisión de Pastoral Social que preside el obispo de La Rioja, monseñor Dante Braida, expresó su respaldo al dictamen favorable de los proyectos de ley destinados a regular las apuestas en línea y a prevenir las adicciones al juego.

En el pronunciamiento, la Iglesia reclama que se pongan en marcha campañas de prevención sobre el consumo problemático del juego y se prohíba la publicidad, como ocurre en otras áreas nocivas para la salud.

Los obispos de la comisión piden también el aumento de las restricciones de acceso de menores a las plataformas que facilitan el ingreso a las apuestas y al juego online, mediante filtros e identificación biométrica y el bloqueo de sitios de juego en establecimientos educativos.

“Consideramos urgente que el texto aprobado en el plenario de cinco comisiones el miércoles 13 de noviembre, reciba tratamiento en el recinto”, expresa la nota de Pastoral Social.

Antes del fin de sesiones

La Iglesia pidió que el dictamen sea considerado “en una sesión especial que se convoque a tal efecto o en una ampliación de temario de una sesión ya prevista, de modo que estas iniciativas puedan ser abordadas antes de la finalización del actual período legislativo”.

“Estamos ante un problema que exige una respuesta inmediata. Cada día observamos un aumento preocupante en la cantidad de niños, adolescentes y jóvenes de todo el país que, facilitados por el acceso masivo a las nuevas tecnologías, caen en el flagelo de la ludopatía”, señala la carta de Pastoral Social, al hacer suya la preocupación transmitida ya por legisladores de distintos bloques políticos y representantes de organizaciones de la sociedad civil que participaron en las reuniones informativas de la Cámara de Diputados.

Ya en julio pasado, la Comisión de Pastoral Social emitió el documento titulado “Apostar no es un juego”, que recoge las voces de más de 50 equipos de pastoral social de todo el país que expresaron la “profunda preocupación frente a esta realidad que afecta a las comunidades, barrios y centros educativos”.

Además, el arzobispo de Córdoba y actual vicepresidente primero del Episcopado, cardenal Ángel Sixto Rossi, transmitió su preocupación por el avance del juego en la provincia mediterránea, al declarar que “Córdoba le puso un casino en el teléfono a cada chico”.

En el nuevo pronunciamiento la Iglesia reiteró sugerencias concretas para que los legisladores tengan presente en el marco regulatorio.

La Iglesia pide, entre otras medidas, que se instrumenten impedimentos de medios de pago asociados a cuentas en las que se depositen los pagos de planes y programas sociales, el bloqueo de dominios de Internet de sitios ilegales, el cierre de cuentas bancarias utilizadas para realizar apuestas ilegales y la imposibilidad de realizar transferencias de divisas al exterior a cuentas de propietarios de sitios de juego ilegal.

También reclama el aumento de penas en el Código Penal para quienes permitan el acceso a actividades de juego de azar a menores; el diseño de un plan de acción para atender a las víctimas de la ludopatía por juegos y apuestas en línea, especialmente jóvenes y niños, y la decisión de prohibir a clubes deportivos y entidades de bien público que puedan ofrecer publicidad de apuestas, además de “fuerte sanción para las empresas que violen la ley”.

Así, las nuevas autoridades de Pastoral Social ratificaron la preocupación de la Iglesia por el avance de la ludopatía, que afecta a muchas familias y en especial a los jóvenes, que hoy pueden apostar, incluso en sitios ilegales, desde sus teléfonos móviles y conexiones a Internet.