Corría la era dorada de los videojuegos de arcade cuando hizo su aparición en escena el que se convertiría en un clásico de clásicos. Eran tiempos de innovación, donde los juegos se volvían cada vez más coloridos, complejos y cautivadores. Fue en medio de ese auge que nació uno de los título ícono de los años 80: el Pac-Man.

El videojuego fue creado por Toru Iwatani, un diseñador de la empresa japonesa Namco. Según él mismo contó, el protagonista de Pac-Man está inspirado en una pizza a la que le faltaba una porción. Al observar dicho alimento, a Iwatani le pareció ver una criatura con una boca abierta. Con esa imagen en mente, creó un personaje simple y redondo que se movía por un laberinto.

El Pac-Man fue revolucionario, justamente, por su simplicidad. A diferencia de otros juegos de la época que involucraban disparos o carreras, se basaba en una mecánica sencilla, única y adictiva. Los jugadores debían recorrer un laberinto, comer todos los puntos y evitar a los fantasmas para avanzar al siguiente nivel.

Pac-Man fue lanzado en Japón en 1980 y rápidamente se convirtió en un éxito. Los jugadores quedaron cautivados por su jugabilidad adictiva, sus coloridos gráficos y su personaje carismático. Pronto se extendió por los Estados Unidos y el resto del mundo, convirtiéndose en un fenómeno global.

La recepción inicial del videojuego fue abrumadoramente positiva. Los críticos elogiaron su jugabilidad innovadora y su diseño atractivo. Los jugadores, por su parte, no podían tener suficiente de Pac-Man. Las máquinas de arcade tenías filas de espera mientras se llenaban de monedas y los clientes intentaban batir las puntuaciones más altas.

La invasión de Pac-Man

A diferencia de lo que sucedió con otros videojuegos, desde que Pac-Man fue lanzado, el 22 de mayo de 1980, fue un éxito. Se convirtió rápidamente en un fenómeno mundial en la industria de los videojuegos. Incluso llegó a tener el récord Guiness del título de arcade más exitoso de todos los tiempos con un total de 293.822 máquinas vendidas desde 1981 hasta 1987. De esta forma acabó con el dominio de Space Invaders, donde la acción predominante era shoot ‘em up (dispararles a todos), para reemplazarla por un formato diferente y poco violento.

“Todos los juegos que estaban disponibles en ese entonces eran de tipo violento, de guerra o como el Space Invaders”, recordó en una entrevista Iwatani y agregó: “No había juegos que todos pudieran disfrutar, y especialmente no había ninguno para mujeres. Quería hacer un juego ‘cómico’ que las mujeres pudiesen disfrutar”.

Poco tiempo después de su lanzamiento, el Pac-Man no solo conquistó las salas de juegos, sino que también se adentró en la cultura popular. Su éxito trajo aparejada una gran cantidad de campañas de marketing, productos y merchandising. Desde camisetas y gorras hasta mochilas y figuras: esta singular criatura amarilla estaba en todas partes. Incluso hubo un cereal y series animadas de televisión que tenían a este glotón como protagonista. Así, se consolidó definitivamente como un ícono de la cultura pop.

La llegada de Ms. Pac-Man, Super Pac-Man y Pac-Man Plus

Como Pac-Man no podía estar solo, en 1982 se lanzó Ms. Pac-Man, un personaje femenino considerado por muchos superior al original debido a su mayor dificultad y variación. Luego llegó el turno de Super Pac-Man y de Pac-Man Plus, que si bien eran menos conocidos también aportaron nuevas mecánicas y desafíos a la fórmula original.

Más tarde surgieron una serie de spin-offs como Pac-Mania, un juego de arcade 3D lanzado en 1987; Pac-Attack, un juego de puzzle; y Pac-Man World, una serie de juegos de plataformas 3D, donde mostraron las aventuras del personaje en su mundo.

La evolución del Pac-Man y su influencia en el mundo gamer

A medida que los videojuegos evolucionaron, también lo hizo Pac-Man. Con el paso del tiempo fue adoptando nuevas formas para adaptarse a las transformaciones que vivían los videojuegos y a los diversos cambios tecnológicos. Desde remakes y remasterizaciones de los juegos clásicos hasta nuevas incorporaciones aprovecharon la tecnología moderna. Es así que Pac-Man sigue siendo hoy un ícono de la industria de los videojuegos.

El legado del juego es innegable, ya que varios desarrollos modernos le deben mucho a este videojuego, ya sea desde el enfoque de la jugabilidad adictiva y de lo atractivo de la simplicidad hasta lo icónico de su protagonista.

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