Para Demi Moore parece que el tiempo no pasa, y así lo demuestra cada vez que se la ve en público o en sus redes sociales, donde comparte algunas de sus actividades y pasatiempos. A los 61 años, la actriz volvió a ser noticia tras causas furor por su figura al posar con un diminuto traje de baño de dos piezas color blanco.

A través de su cuenta de Instagram, Rume Willis, la hija mayor de la modelo con Bruce Willis, realizó una publicación con la que mostró parte del festejo de cumpleaños de su hermana Scout, quien este sábado 20 de julio recibió sus 33 años rodeada de sus familiares. “Monstruos del río para el cumpleaños de @scoutlaruewillis. No hay lugar en el que preferiría estar que a tu lado. El hematoma en la pierna es cortesía de mi primer truco montando a caballo”, escribió en la descripción del carrete de imágenes que seleccionó.

Entre las fotos se la pudo ver a la intérprete de Molly Jensen en Ghost: la sombra del amor (1990) luciendo su esbelta figura mientras sostiene las manos de su nieta Louetta, quien tiene poco más de un año de vida. “¿Alguien tiene una abuela como Demi Moore?! ¡Me muero!”; “Siempre amé a tu mamá”; “Wooow, Demi Moore se ve increíble” y “Quién pudiera verse así de bien a su edad”, fueron solo algunos de los comentarios que se visualizaron.

Uno de los motivos por los que la celebridad de Hollywood se muestra intacta a su edad, es el cambio que adoptó en su alimentación hace más de dos décadas, momento en que decidió convertirse en crudívora, es decir, que consume alimentos crudos, sin cocinar y que no sean procesados.

Según explicó al medio británico DailyMail, su cambio total comenzó en los 90, cuando empezó a alcanzar la fama por los largometrajes en los que participaba, época en la que implementó este tipo de alimentación, la cual consiste en ingerir frutas, verduras, granos, frutos secos, cereales y legumbres germinadas sin un proceso de cocción.

Las personas que siguen este tipo de dieta tienen la creencia de que al cocinar la comida puede generar la pérdida de nutrientes necesarios para el cuerpo y por ello deciden evitar cualquier tipo de preparación que requiera calor.

Quienes siguen este estilo de vida aluden que ganan mayor energía y que pueden combatir la fatiga férreamente. Pese a que su lema “de la tierra al plato” parece ser muy saludable, algunos científicos desmienten esto.

En diálogo con The Conversation, la doctora Laura Brown explicó que muchas verduras deben cocinarse porque este paso produce el rompimiento de las paredes celulares y la liberación de los nutrientes. Como factor a favor, reduce el peso y obliga a construir la costumbre de ingerir frutas, que pocas personas lo hacen. En cuanto a la utilización para la disminución de grasa corporal, esto solo tiene que respetarse por un corto tiempo.

Es importante destacar que antes de que cualquier persona quiera hacer un cambio brusco en su alimentación y adoptar un nuevo hábito, es necesario visitar a un médico de confianza para que idee el plan apropiado según el organismo.