La defensa de Alberto Fernández intentó frenar la declaración de Cantero, para que no lo perjudicara
La defensa del expresidente Alberto Fernández intentó frenar la declaración de su exsecretaria ...
La defensa del expresidente Alberto Fernández intentó frenar la declaración de su exsecretaria María Cantero para que no lo perjudicara con acusaciones de violencia de género sobre su cliente, al argumentar que, como está imputada en la causa del fraude de los seguros, no podía declarar aquí como testigo, bajo juramento de decir la verdad, porqué podía “autoincriminarse”, dijeron fuentes al tanto de la audiencia que se realizó este jueves en Comodoro Py.
Pero el fiscal Ramiro González rechazó esa pretensión de la abogada Silvina Carreira, que además buscaba evitar lo inevitable: que María Cantero ratificara el contenido de un intercambio de mensajes que tuvo con la ex primera dama, en la que recibió dos fotografías de Yañez: en una se aprecia un moretón en un ojo y, en la otra, moretones en un brazo.
La testimonial duró casi tres horas, fue tranquila, sin sobresaltos, salvo por tres momentos de tensión, cuando la abogada Carreira se opuso a tres preguntas de la querella y del fiscal González. El funcionario judicial rechazó sus planteos y el interrogatorio pudo avanzar.
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El argumento de la defensa de Fernández era además que, como funcionaria, Cantero podía autoincriminarse dada su obligación de denunciar un delito del que tuviera conocimiento, pero ese argumento también fue desechado.
Estaban presentes, además de la defensora de Fernández, el fiscal y la testigo, la abogada de Yañez, Mariana Gallego, que es querellante en la causa. Los abogados de Cantero, José María Salinas y Rodolfo Ferré –que son los mismos que defienden a su esposo, Héctor Martínez Sosa, en la causa por las millonarias comisiones que brokers de seguros le cobraron al Estado–, estaban en la fiscalía, pero sin intervenir en la declaración, ya que no pueden asesorar a la testigo durante su exposición.
Durante el interrogatorio no le exhibieron a Cantero los chats originales que cruzó con Yáñez, tampoco la transcripción que se realizó cuando se efectuó el análisis de su teléfono celular, sino que le mostraron la reproducción de esos mensajes que publicó Infobae.
La intención del fiscal al exhibirle estos registros era no contaminar la causa por violencia de género contra Alberto Fernández con la evidencia que surge del expediente por el fraude con las compañías de seguros.
Cantero reconoció esos mensajes como los que intercambió con Yañez, pero explicó al fiscal que nunca volvió a hablar del tema con ella. También dijo que nunca se lo comentó a Fernández.
La exsecretaria de Fernández, que había prometido una declaración subida de tono para con su exjefe, ya que cuando estalló el escándalo de los seguros deslindó en ella su responsabilidad, estuvo moderada y tranquila. Cantero es reconocida –aún por sus más allegados– por su intensidad y carácter volcánico, pero en esta audiencia actuó “sin sobreactuaciones”, según dijo a LA NACION una fuente relacionada con el expediente.
En este sentido, afirmó que no reconocía a Fernández como un hombre violento. Dijo que la única vez que se contactó con Yañez por este asunto fue en el intercambio de mensajes, y que nunca más hablaron del tema.
Dijo que en otras ocasiones vio a Yañez, en la Casa Rosada y en el despacho de Fernández, pero siempre con otras personas adelante.
Sostuvo la exsecretaria presidencial que más allá de los chats que reconoció como propios, “nunca presenció un episodio de violencia entre ellos”, dijeron las fuentes consultadas.
“Nunca le dije nada a nadie, ni a Alberto Fernández, sobre lo que me dijo Fabiola”, declaró Cantero bajo juramento de decir la verdad. Y afirmo que no lo mencionó porqué interpretó que “era parte de la intimidad de la pareja” y sostuvo que tampoco hubo por parte de Yañez “un pedido concreto”.
La declaración terminó y Gallego, la abogada de Yañez, la vivió como un triunfo. Salió del despacho del fiscal González, en el pasillo oscuro del quinto piso del edificio de los tribunales de Comodoro Py 2002, rodeada por un enjambre de micrófonos. Pero la única afirmación que remarcó sobre Cantero fue: “Ratificó el contenido de los chats”.
Ese era el objetivo de su tarea, apuntalar la evidencia de la violencia de género, en particular la validez de las dos fotografías que tenía Cantero en su teléfono. Carreira, la abogada de Fernández, públicamente negó que Cantero hubiera ratificado los chats.
Sin embargo, en el acta quedó asentado que Yañez le mandó a su teléfono “de siempre” los chats que “salieron en todos los medios”. Y tras reconocer el envío de las fotos del ojo y los brazos, aseguró: “Me sorprendieron muchísimo”.
La declaración de Yañez VerdugoEste es el primer testimonio que ratifica la prueba digital, pero es solo una parte de la estrategia de la querella, que ahora apuesta a que la situación de violencia que vivía la pareja será ratificada por la madre de la ex primera dama, Miriam Yañez Verdugo, que vive en España con su hija.
El fiscal González está analizando cuál es la mejor manera de formalizar esta declaración testimonial, si a través de un exhorto, vía Cancillería, a la Audiencia Nacional de Madrid, o mediante un convenio de colaboración con Asociación Ibero Americana de Ministerios Públicos, una red de fiscales.
La idea es que esa declaración se dé “cuanto antes”, dijo una fuente del caso, aunque precisó que ya no hay tiempo para que se produzca esta semana.
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En la causa paralela, donde se investiga a Fernández por el fraude con los seguros, Cantero aparece como imputada, como gestora de los negocios de su marido Martínez Sosa. Cada vez que un funcionario aparecía en la antesala del despacho presidencial, ella consultaba a su marido sobre si ya tenía los seguros de esa dependencia pública o si necesitaba que le arreglara una reunión, para obtener esos contratos.
Así se desprende de su teléfono celular –que secuestró la Justicia– y los chats que intercambió con su marido. Durante el análisis de esas conversaciones se descubrieron los mensajes que le envió Yañez con las fotografías de los moretones y la afirmación de que los había provocado Fernández, en agosto de 2021, cuando se conoció el festejo en al quinta de Olivos en plena cuarentena.