En Estados Unidos viven alrededor de 63,5 millones de latinos o personas con esta ascendencia, según estimaciones de la Oficina del Censo de EE.UU. La mayoría de ellos se concentran principalmente en algunos puntos específicos del país norteamericano. En ese sentido, una de las grandes comunidades hispanohablantes se encuentra en la ciudad de Salinas, en el centro de California, donde dos de cada tres personas hablan español, de acuerdo a la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense (ACV, por sus siglas en inglés).

En concreto, el 66,8% de los habitantes de esta localidad, que cuenta con un pasado enriquecido por la migración mexicana, es hispanoparlante, mientras que el 28,9% habla solo inglés, según la última información actualizada. Por lo tanto, forma parte del selecto grupo de ciudades estadounidenses donde se habla más español que el idioma oficial de EE.UU.

El pasado migrante mexicano de Salinas, donde dos tercios de la población habla español

El elevado porcentaje de hispanohablantes en la ciudad de Salinas no es casual, sino que se condice con su importante pasado marcado por la afluencia de migrantes mexicanos, principalmente ganaderos y agricultores de ese país que vieron en las tierras cercanas al río Salinas un atractivo suelo fértil a principios del siglo XIX, según se informe en un homenaje al legado latino de esta zona realizado por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (FWS, por sus siglas en inglés).

En aquel entonces, el territorio formaba parte de la Alta California, que incluía toda la actual California y el suroeste de Estados Unidos, bajo el mando del Imperio Mexicano. La ciudad, que forma parte del condado de Monterrey, se desarrolló por la pesca, caza de ballenas y creciente economía agrícola con el pasar de las décadas. Tras la incorporación a Estados Unidos, sufrió varios cambios, pero la presencia hispanohablante se mantuvo intacta.

Tal como describió el FWS, actualmente la localidad se caracteriza por su fuerte valor rural. Los agricultores locales cultivan una variedad de alimentos, como alcachofas, fresas, frambuesas, lechuga, uvas y más. Estos sectores aportan más de 4300 millones de dólares al año a la producción económica del condado, según informó la Oficina Agrícola del Condado de Monterrey.

“Los tiempos han cambiado y las condiciones de trabajo han mejorado, pero trabajar en estos campos todavía implica riesgos”, sostuvo Alfonso Gutiérrez, trabajador agrícola local del Valle de Salinas, en diálogo con FWS. “A pesar de ello, estoy agradecido de poder trabajar en este país, porque estoy ganando mucho más de lo que ganaría en México”, destacó.

Los cultivos donde estos cientos de agricultores trabajan suelen estar muy cerca del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Río Salinas, donde se puede disfrutar de la naturaleza. Se trata de un sitio ideal para una escapada de fin de semana con la familia, dado que hay actividades recreativas como caminatas, pesca en la playa, caza de aves acuáticas, turismo y avistamiento de aves.

Según los registros históricos recopilados por el FWS, el Valle de Salinas es una zona rica en lagos poco profundos, ciénagas, vegetación pantanosa, zonas ribereñas y pastizales. La región del río Salinas es parte de un ecosistema de humedales más grande, que incluye Elkhorn Slough y el río Pájaro.