La provincia de Buenos Aires esconde diferentes lugares dignos de ser visitados y muchos se volvieron un gran atractivo para los ciudadanos de la capital argentina, en particular por su entorno rural y tranquilo, lejos de la vorágine constante. A tan solo 160 km de CABA, Arrecifes ofrece singularidades destinadas al descanso de fin de semana, conocé cuáles a continuación.

Esta ciudad de 31.000 habitantes se halla cercana al límite entre la provincia de Buenos Aires y Santa Fe. Es ideal para aquellos que buscan cortar con el ajetreo semanal y destinar al menos dos días la desconexión definitiva. Gracias a la cercanía con el delta del Paraná, posee un río que es su mayor atractivo turístico, con la posibilidad de realizar diferentes actividades náuticas en él.

Entre 1596 y 1599, el entonces gobernador Juan Torres de Vera y Aragón, le cedió a Antón Higueras de Santana una extensa superficie de tierras a las que denominó como Pagos de los Arrecifes. Su nombre devino de las toscas que forman parte del curso de agua y que imposibilitan una navegación constante y segura a lo largo del río Arrecifes.

La antigüedad de esta ciudad nos transporta cerca del 1658, cuando iniciaron los primeros asentamientos poblacionales, tímidos en una pampa desolada e inhóspita, con temor a las apariciones de malones en cualquier momento. Ya para el 9 de agosto de 1736, “el obispo Fray Juan de Arregui, permitió a los súbditos españoles construir la capilla del pueblo, que recién en 1756 quedó confirmada”, según se detalla en el sitio web oficial del municipio.

En 1739, se levantó el primer fortín de Arrecifes y con el paso de los años, su población creció, en medio de las tumultuosas guerras patrióticas que consolidaron la conformación del Estado-Nación.

En la actualidad, la arquitectura colonial está presente en sus calles pintorescas y con adoquines en el casco histórico, que protegen el patrimonio y la memoria del pasado bonaerense. Una de las joyas imperdibles de la urbe es la catedral, un símbolo de resistencia y que transmite en su arte la combinación española y criolla.

Arrecifes es conocida nacional e internacionalmente como la Capital del Automovilismo y Cuna de Campeones, por el renombre de sus pilotos, más de 750. Anualmente, se celebra allí el Arrecifes Rat Rod, que concentra a los amantes de los fierros en una muestra con diversos modelos históricos y bien restaurados.

La plaza Bartolomé Mitre, en el centro de la ciudad, tiene un parque pintoresco y colmado de árboles que proporciona aire fresco y un espacio verde para toda la familia. En el medio se halla una estatua del prócer argentino y en su entorno hay sectores para que los turistas puedan disfrutar del sol y la naturaleza.

Se sugiere visitar Arrecifes en la temporada de primavera y verano, en particular por la explosión de colores en la vera del río, que invita a los visitantes a caminar por los senderos y entremezclarse con las especies autóctonas.

En particular, allí se encuentra el tajamar, un muelle que da a un gran pozo de la corriente de agua. Frente a él hay bancos y zonas donde se pueden sentar para contemplar el agua correr. Además, en el mismo es posible realizar diferentes deportes acuáticos, como kayak y canotaje.