Juan Román Riquelme, tras la renuncia de Diego Martínez como DT de Boca: “Le pido disculpas a los hinchas”
Juan Román Riquelme, presidente de Boca, habló minutos después de la renuncia de Diego Martínez y dijo: ”Yo creo que el DT ya habló con ustedes, ¿no? Ya está, ¿qué quieren que les diga? ...
Juan Román Riquelme, presidente de Boca, habló minutos después de la renuncia de Diego Martínez y dijo: ”Yo creo que el DT ya habló con ustedes, ¿no? Ya está, ¿qué quieren que les diga? Hay que tomar las cosas con calma. Estamos dolidos, tristes, porque queremos que el equipo compita y lo más importante, para mí, es mandarles a los hinchas un abrazo, pedirles disculpas porque no estamos compitiendo como queremos y todavía quedan muchos partidos”.
El ex10 tenía un rostro serio al salir del vestuario visitante de la cancha de Belgrano: “No se jugó bien, no se pudo. Este dolor nos da eso. Mandarle un abrazo al hincha porque no podemos competir y tenemos revancha el próximo partido. Tenemos que competir mejor”.
Se le preguntó a Riquelme cómo seguía la agenda de Boca. Y el presidente no dio muchos detalles: “Mañana el plantel tiene el día libre y el lunes entrenan. Es fútbol. Es deporte. Con mucha emoción, con mucho nervio, pero es deporte. Y al deporte se debe competir. Y no estamos compitiendo bien. Quiero pedirle disculpas al hincha pero hay que tragar saliva y competir mejor. ¿Es una guerra? No lo vivo así. Trato de ser claro y esperemos la semana que viene empezar a competir como se merece nuestro club”.
El último partido de Diego Martínez como DT de BocaFue un sábado de nocaut técnico. Boca no pudo reponerse del golpe en el superclásico, sumó su tercera derrota consecutiva y Diego Martínez renunció tras el partido. El Xeneize cayó 2-0 con Belgrano, tuvo a Leandro Brey como figura y quedó undécimo en la tabla de posiciones y alejado de la zona de clasificación a la Libertadores 2025. Otra pálida actuación de un equipo que no logra salir de su laberinto y generó la salida del DT: “Presenté la renuncia, hablé con el presidente y luego con los futbolistas. No vamos a continuar a cargo de nuestra función como cuerpo técnico”, dijo anoche tras el partido. Y agregó: “Estoy agradecido a la institución, al presidente por confiar en mí para llevar adelante una idea. Creo que más allá de sentir que somos todos muy responsables, lo más sano y lo mejor para la institución es que nosotros dejemos el cargo, tratar de que los muchachos puedan salir adelante de este difícil momento”.
¿Qué pasó con Boca en su último partido?Martínez hizo cambios de fondo tras la derrota contra River y salió a jugar en Alberdi sin tres de sus cuatro referentes: Sergio Romero (sancionado por la dirigencia), Marcos Rojo (táctico, aunque además acusó una lesión) y Guillermo Fernández, que ocupó un lugar en el banco de los suplentes. Solo Edinson Cavani se mantuvo en el equipo, y aunque lo buscaron poco, fue de los pocos futbolistas que intentó algo diferente. A pesar de las modificaciones, Boca no dio señales de mejoría. Se plantó en campo rival, intentó presionar en ataque, pero cuando Belgrano saltó líneas brotaron las carencias. Ni Figal ni Anselmino podían con Franco Jara, de gran juego de frente y de espalda al arco. El Pirata crecía por las bandas con la movilidad de Velázquez y González Metilli y buscaba lastimar por dentro con las diagonales de Uvita Fernández, aunque tampoco lograba concretar.
En líneas generales, el primer tiempo transcurrió sin pena ni gloria. Belgrano apostó al juego brusco (11 faltas) y directo ante un Boca errático y sin confianza que no supo hilvanar una sola jugada de gol. Con Merentiel retrasado, Medina cerca del doble 5 y Cavani solo contra el mundo, el Xeneize cerró la primera mitad sin intentos ni remates al arco. Su mejor jugador fue Exequiel Zeballos, que ingresó a los 37 minutos en lugar del lesionado Medina. Todo un síntoma.
Tras el descanso, Boca salió con otra ambición. Precisaba ganar para escalar en la tabla y para salvar la ropa de un DT con los días contados. Fue Cavani quien se hizo cargo de la situación, con dos buenas intervenciones que por poco terminan en gol. Primero, con una linda habilitación para Zeballos, que remató al cuerpo de Espíndola. Y luego, con un cabezazo bombeado que el arquero despejó por arriba. Sin embargo, la ilusión se disipó rápidamente. Porque Boca creció en ataque, pero dio demasiadas ventajas en defensa. Se descompensó, dejó espacios y Belgrano encontró facilidades a espaldas de los laterales, sobre todo por el lado de Barinaga.
El local ya había avisado al minuto con un centro cerrado de Delgado que cruzó toda el área y se estrelló en el travesaño. El resto fue obra y gracia de Boca: Figal, que retornaba al equipo en reemplazo del expulsado Lema (vio la roja en el final del superclásico tras el gol anulado a Giménez), frenó con su mano un disparo de Uvita y Arasa marcó penal con ayuda del VAR. El encargado fue Jara, el mejor hombre del Pirata, que falló en primera instancia (otro acierto de Brey desde los 12 pasos) pero facturó en el rebote. 19ª vez 45 partidos que el Boca de Martínez comienza abajo en el marcador. Boca estaba para el cachetazo y Belgrano aprovechó su momento. Jara y Compagnucci reventaron el palo y Uvita liquidó el pleito con un tremendo derechazo desde el borde del área grande.
La reacción tardía de Martínez no trajo resultados. Lejos en la Liga Profesional, eliminado en octavos de final de la Copa Sudamericana y con la obligación de ganar la Copa Argentina para buscar el boleto a la Libertadores 2025 (debe enfrentar a Gimnasia La Plata en cuartos de final), el Xeneize sumó un nuevo traspié en un 2024 para el olvido. Las próximas horas serán determinantes para el futuro de Martínez, aunque los problemas de Boca parecieran ser mucho más profundos. Con River en semifinales de la Libertadores, la crisis se profundiza aún más. Y la paciencia empieza a terminarse. El próximo domingo, Boca recibe a Argentinos en una Bombonera que no resiste otra derrota. Racing, River y ahora Belgrano dejaron al equipo de rodillas y, casi sin objetivos, rogando el campanazo final.