Javier Milei sigue la marcha universitaria desde Olivos y en la Casa Rosada relativizan su impacto
La pantalla del televisor de un importante hombre de Casa Rosada mostraba a Sergio Massa y Malena Galmarini, en una columna que avanzaba rumbo a Plaza de Mayo, punto central de marcha federal unive...
La pantalla del televisor de un importante hombre de Casa Rosada mostraba a Sergio Massa y Malena Galmarini, en una columna que avanzaba rumbo a Plaza de Mayo, punto central de marcha federal universitaria. Señalando esa imagen graficó lo que para el oficialismo representa esta movilización, la más masiva desde la llegada del presidente Javier Milei, en diciembre pasado: “Una marcha política”.
En una jornada en la que se anticipaba una concentración multitudinaria, la Casa Rosada quedó prácticamente vacía a las 17. A esa hora en que llegaban las primeras columnas se decidió en la sede de Gobierno habilitar al personal para dejar el lugar. Alrededor de una hora antes lo había hecho el propio presidente Milei que estuvo durante la primera parte del día en Casa Rosada y alrededor de las 16 partió rumbo a Olivos, para seguir su agenda.
En Balcarce 50 aseguraban que el tema de la marcha “no fue tópico de conversación salvo a la mañana”, apuntaban. En ese momento, detallaban, se hizo un “diagnóstico, un análisis de la situación” que, según contaban, marcó que la “con el tema universitario saldado, la motivación es claramente otra”. Se trata del eje sobre el que apuntaban desde este lunes cuando se concretó el depósito del 70% de actualización del presupuesto operativo, que se sumó a otro monto previo idéntico y que para los universitarios, aún con ese 140% se estaba un 160% del incremento inflacionario que se produjo el último año.
Pese a las imágenes multitudinarias, cerca del mandatario aseguraban: “No nos importa un pito. No nos cambia nada, esa esa la mejor descripción”, detallaban en las filas libertarias que en las horas y días previos buscaron desactivar, sin suerte, la marcha. “El tema universitario está saldado y eso es lo importante”, recalcaban en referencia al aumento del presupuesto concretado en la noche de este lunes. A lo que agregaban que en tema de seguridad, era el aspecto al que más atención se le ponía por estas horas y habían flexibilizado el protocolo, porque temprano vieron insinuaciones de “quilombo”, por lo que decidieron “no dar excusas gratuitas para que nadie se pueda victimizar”.
“Ver a Sergio Massa caminando en la marcha cuando fue él el que congeló el presupuesto, habla por sí solo”, apuntaban desde Casa Rosada. “No nos afecta en absoluto los acontecimientos”, completaban y respecto del número de asistentes, apuntaban: “Si se suma peronismo, CGT, CTA, Coalición Cívica, CTA, Unión Cívica Radical (UCR) da un número, pero no es representativo de lo que es el país”, completaban.
“Marchan todos en defensa de sus privilegios”, decían. En esa línea afirmaban que tampoco había “un gran número de gente joven”, su principal base electoral y en la misma línea apuntaban a las banderas políticas que terminaron “copando” la marcha y lo que “atrasan” las que hablan de “(Karl) Marx y que la crisis la paguen los capitalistas”,
“Es todo muy 2017, pero nosotros no somos el macrismo”, resumieron también desde el corazón de la administración libertaria. “No tienen otro recurso, siguen operando con la premisa del antiguo régimen”, apuntaron. A unas cuadras de distancia, en una columna que ingresaba por una de las diagonales, Massa esgrimía que participaba “acompañando” a sus hijos. “Solo hablan los rectores y los chicos”, decía un Massa que en su juventud, a la hora de estudiar, como recordaban algunos hoy, se inclinó por la educación privada y cuando se convirtió en ministro “pisó el presupuesto universitario en 2022″.
“Esto podría funcionar si fuera un gobierno de Horacio Rodríguez Larreta o del macrismo, pero no nuestro. A nosotros no nos cambia en nada”, aseguraban en referencia a la hoja de ruta libertaria.