Muhammad Asim Jawad, de 32 años, estaba realizando tres giros a baja altura con su aeronave de combate, un Yakovlev Yak-130, cuando el fuselaje del vehículo rozó la pista y se prendió fuego. Junto con su copiloto, Sohan Hasan Khan, Muhammad logró eyectarse del avión y ambos cayeron al río Karnaphuli, en Banglaseh.

Allí, piloto y copiloto fueron rescatados por un equipo de la Fuerza Aérea y la Armada, con la ayuda de pescadores locales, pero Muhammad murió a causa de sus heridas en el hospital.

Sohan, por su parte, permanece hospitalizado en estado crítico. Las imágenes fueron grabadas por cámaras de seguridad y muestran el humo y las chispas que nacieron del avión de combate antes de que Muhammad despegara en la pista.

El avión fue recuperado y el equipo de Interservicios de Relaciones Públicas de Bangladesh (ISPR) afirmó en un comunicado que el avión había sufrido una falla mecánica, lo que provocó el accidente.

Según el expediente, los pilotos habrían intentado alejar el avión de la zona más densamente poblada de la ciudad tras detectar la falla mecánica.

Sin embargo, una fuente especializada en el tema explicó al Daily Mail que las imágenes obtenidas por las cámaras de seguridad contradicen la versión de la Fuerza Aérea de Bangladesh, ya que el accidente se produjo debido a la peligrosidad de la maniobra.

“Las imágenes obtenidas recientemente del área de la pista contradicen esta afirmación de la Fuerza Aérea, con una secuencia en la que el avión intenta realizar tres movimientos consecutivos a una altitud peligrosamente baja, casi chocando con la pista en el proceso”, explicó esta fuente al medio británico. El avión raspó la pista a gran velocidad, lo que provocó daños en el fuselaje y que la aeronave se incendiara.