La familia que reside en Florida, al sureste de Estados Unidos, y sufrió daños en su vivienda luego de que un misterioso objeto que cayó desde el espacio impactara en su hogar, presentó una demanda contra la Administración de la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) por daños y perjuicios.

Se trató de un objeto con forma de cilindro que atravesó el techo de la vivienda de Alejandro Otero en Naples, mientras estaba de vacaciones, y fue su hijo quien le comunicó la impactante noticia. Ante la incertidumbre de su origen, los adultos del hogar decidieron llamar a la agencia, que trasladó el objeto al Centro Kennedy del Espacio en Cabo Cañaveral para un análisis profundo.

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Alegando daños y perjuicios, la familia presentó una demanda en contra de la NASA con el objetivo de obtener una indemnización. De acuerdo al comunicado de prensa compartido por la firma de abogados Cranfill Sumner, las personas presentaron los cargos por daños por propiedad no asegurada, interrupción de negocio, angustia emocional y mental y por el costo de la asistencia de agencias de terceros.

Según citó el medio NBC News, Otero expresó sobre el momento del accidente: “Estaba temblando. Estaba completamente incrédulo. ¿Cuáles son las posibilidades de que algo caiga en mi casa con tanta fuerza para causar tanto daño? Estoy muy agradecido de que nadie resultara herido”. El misterioso objeto atravesó el techo del hogar y el segundo piso, y luego cayó en el primer piso de la casa, por lo que los integrantes de la familia no sufrieron daños.

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Un mes después del accidente, la NASA confirmó que se trataba de un soporte metálico que utilizan para transportar baterías viejas a una plataforma de carga para su eliminación. La plataforma fue descartada en el año 2021 y los especialistas esperaban que se quemara por completo antes de llegar a la atmósfera, pero una pieza sobrevivió.

La abogada de la familia, Mica Nguyen Worthy, sostuvo que la demanda busca sentar un precedente para los reclamos por desechos espaciales en el sector público y el sector privado, en relación con el “problema realmente grave debido al aumento del tráfico espacial en los últimos años”. Aún sin respuesta, la NASA tiene seis meses para pronunciarse sobre la demanda.