El gobierno de Javier Milei traza un plan de acción para Aerolíneas Argentinas luego de anunciar que comenzaron las conversaciones con empresas privadas extranjeras para que se hagan cargo de la operación de los vuelos de la aerolínea de bandera en caso de que continúen las medidas de fuerza de personal aeronáutico que se reiteraron en las últimas semanas. En este marco, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, detalló que se está trabajando “con varias líneas” y resaltó que el Presidente “dio la orden de seguir todos los procesos que sean necesarios” para que esto ocurra “lo antes posible”.

“En todos los procesos tiene que intervenir el Congreso; hay empresas interesadas en la adquisición de Aerolíneas, pero todavía no hay autorización del Congreso”, lamentó el funcionario, que también aprovechó para destacar el proyecto que presentó un grupo de legisladores para incluir a Aerolíneas dentro de las empresas estatales a privatizar (medida que había quedado frustrada tras la negociación legislativa por la Ley Bases).

En diálogo con Radio Mitre, el jefe de Gabinete indicó que el Gobierno está “en comunicación” con varias empresas -tales como Gol y FlyBondi- y reiteró el compromiso de “no permitir que se impongan condiciones imposibles”. “Aerolíneas Argentinas históricamente tiene dificultades, por eso hicimos públicas algunas circunstancias y beneficios de los trabajadores y la arbitrariedad con la que manejan el poder que tienen para perjudicar a los argentinos con los paros”, acusó y manifestó: “Como ellos manejan eso, sobre todo el dirigente Pablo Biró, el Gobierno decidió reunirse con compañías aéreas privadas que van a poder tomar vuelos en los momentos en que Aerolíneas comience a parar y suspender otros”.

“Vamos a habilitar vuelos a otras compañías para ir supliendo el enorme porcentaje de vuelos que tiene Aerolíneas sobre el total. Ya están volando estas aerolíneas, pero el gran porcentaje todavía lo tiene Aerolíneas y ahí se genera un trastorno en el que hay que equilibrar la cantidad de vuelos de cada una. Vamos a un sistema de mucha compañías que puedan cubrir un territorio tan extenso con el nuestro”, sentenció.

“Convenio entre empresas” es el nombre con el que se calificó al acuerdo de corto plazo que el Ejecutivo busca cerrar con otras firmas para que Aerolíneas pueda cederles vuelos cuando no consiga operarlos por los conflictos, y al que se llegó tras una reunión de Francos con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario de Transporte, Franco Mogetta.

Por su parte, los sectores sindicales, además de reclamar por sueldos atrasados, alegan que la Casa Rosada busca desfinanciar Aerolíneas Argentinas para después avanzar con una privatización de la compañía.

“Lo que no puede pasar es que un señor diga ‘se cortan los vuelos’ y queden miles de personas sin volar y miles de empresas sin trabajar. La economía argentina no puede estar sujeta a un señor que eventualmente toma la decisión de parar la compañía”, ratificó Francos. “Hay que darle instrumentación y vamos a tomar todas las medidas que sean necesarias. Tuvimos reuniones con Gol y Jetsmart y seguiremos teniendo con otras empresas que actualmente operan en la argentina y les abriremos nuevas rutas”, finalizó el jefe de Gabinete.

En otro tramo de la entrevista, Francos se refirió a las críticas al Gobierno que realizó el papa Francisco en un evento para conmemorar los diez años del primer encuentro de los Movimientos Populares en el Vaticano. El Sumo Pontífice no sólo volvió a pedir que “sigan luchando en paz por tierra, techo y trabajo”, sino que también reivindicó la justicia social y criticó el accionar de las fuerzas de seguridad de la Argentina durante la protesta que hubo frente al Congreso por el debate de las jubilaciones, cuando fue utilizado gas pimienta.

“Le tengo mucho cariño a Bergoglio, pero eso no quiere decir que coincida: lo respeto y es la cabeza de la Iglesia Católica, pero de ahí a creer que sabe de economía es diferente. La Argentina tiene un problema económico desde hace años y, por más que tengamos sensibilidad social como él, no hay magia, por más que él considere que se puede hacer un milagro sobre esto”, consideró.

Y sumó: “Bajar la inflación es una política social, tal vez la más importante de todas porque es el impuesto a los pobres. Bergoglio no habla del significado de la inflación de los gobiernos que dijeron preocuparse por los temas sociales. Lo respecto y no lo contradigo, pero sí en su visión sobre cómo se solucionan los problemas”.

Así, apuntó hacia las críticas por una supuesta afinidad con el kirchnerismo y aseguró que no cree que “toda la Argentina esté de acuerdo con él”. “Muchas veces tomó una posición favorable con el gobierno kirchnerista o con algunos dirigentes sociales que hicieron un mal uso de bienes públicos. Hay varias cosas que llaman la atención y muchos lo adjudican a su pasado con simpatías al peronismo”, cerró.