La salida a la pista de Franco Colapinto en el circuito de Monza fue un sueño cumplido para el piloto de Pilar, pero también una atracción para los argentinos, que siguieron por la transimisión de TV paso a paso el estreno de un piloto de nuestro país en la Fórmula 1 después de 23 años. La tecnología permite que todos los detalles estén al momento, con cámaras en cada lugar del auto para no perder un segundo de vista la actuación del joven de 21 años. Primero, un muñequeo para acomodar el vehículo; luego, más suelto para realizar la vuelta sin inconvenientes, todo era alegría y emoción con la performance del conductor de Williams.

Sin embargo, hubo un momento de zozobra, un instante en el que se paralizaron los corazones argentinos. Más teniendo en cuenta lo que había ocurrido minutos antes con otro de los debutantes en la máxima categoría, el italiano Kiki Antonelli -sindicado como el sucesor de Lewis Hamilton y una de las grandes promesas de la Fórmula 1-, cuyo despiste con el Mercedes lo obligó a abandonar la sesión de entrenamientos libres y a ser trasladado a un centro médico solo por precaución.

Franco goes off into the gravel but does a good job to keep the car going and avoid any contact. He returns to the garage.

Casi sobre el final de la hora que duró la sesión de prácticas, Colapinto bloqueó los neumáticos y perdió el control del monoplaza, que salió del trazado. Ya en la leca y sin consecuencias para el auto, el argentino encauzó la situación: retomó la pista y finalizó su actuación para marcar el 17° mejor tiempo.

“Franco se va a la grava pero hace un buen trabajo para mantener el coche en marcha y evitar cualquier contacto. Regresa al garaje”, avisó el equipo Williams a través de la cuenta oficial de X.