La hoja de ruta no modifica el destino, aunque se agregó un episodio mágico a la aventura. El Gran Circo dejó el circuito de Spielberg, en Austria, para enfilar la caravana rumbo a Silverstone, en Gran Bretaña. La agitada Fórmula 1 es el buque insignia, con sus teloneras atrapando también al público de todo el planeta, con sus jóvenes talentos que batallan para ser parte de la elite de 20 pilotos que conforman la grilla de un gran premio.

En ese escenario de esperanza, la Fórmula 2 es el escalón anterior: entre presiones, porque en un fin de semana se puede viajar de la alegría al desánimo, se mueve y destaca Franco Colapinto, el argentino, de 21 años, que en uno de los circuitos más emblemáticos del automovilismo mundial y con Williams devolverá los colores celeste y blanco de la bandera a un garaje de la F.1. El piloto fue convocado por la escudería de Grove, la que desató amores y odios con Carlos Reutemann, para conducir el FW46 en la primera práctica libre del viernes. Se romperán 23 años de ausencia de un representante nacional en una fecha oficial: desde el Gran Premio de San Marino 2001, que resultó la última actuación de Gastón Mazzacane junto a Prost.

“Estoy feliz porque se acercan cosas buenas y espero que en Silverstone sigamos así”, deslizó Colapinto, después de terminar segundo en la Feature Racing, la carrera de larga duración de la F.2, en el circuito Red Bull Ring. El resultado significó el tercer podio, segundo consecutivo, para el argentino en la temporada, después de la victoria en la carrera Sprint en Imola y la segunda ubicación en Barcelona, en la competencia de 40 vueltas.

Un llamado telefónico cambió la logística y la planificación, porque el argentino dividirá el fin de semana entre la práctica libre de F.1 y el cronograma completo de F.2, con sus dos carreras, la clasificación y los entrenamientos. Una tarea desdoblada que se impone como un premio para sus recientes actuaciones, las que lo ascendieron al cuarto puesto del campeonato, compartido con el barbadense Zane Maloney (Rodin Motorsport); el bonaerense, además, es el tercer mejor rookie de la temporada.

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“Todavía sigo pellizcándome para asegurarme de que realmente está sucediendo. En un momento estoy manejando mi coche de F.2 y al minuto siguiente me dicen que voy a participar en un fin de semana de F.1. Es un sueño hecho realidad y poder hacerlo en Silverstone lo hace aún más: no solo es la carrera en casa de Williams Racing, sino también una de las mejores pistas para manejar cualquier auto, y mucho más uno de F.1. Estoy extremadamente feliz y agradecido a Williams por esta oportunidad, que me permite tomar el volante en mi segundo año en la Academia y en mi primera temporada en la F.2″, señaló Colapinto, que el año pasado participó de la post temporada en Abu Dhabi con Williams, prueba en la que superó los 300 kilómetros de manejo y le valió la superlicencia para la F.1.

La posibilidad de ser parte de una práctica libre de F.1 estaba en los planes de los agentes de Colapinto. María Catarineu y Jamie-Campbell Walter, de Bullet Sports Management, quienes acompañan al piloto desde su arribo a la F4 española, en 2019, contemplaban la chance, aunque las fechas que manejaban era con el calendario avanzado y en un escenario en el que no se presentaría la F.2. Los cañones apuntaban al GP de México, del último fin de semana de octubre. “Si Franco sigue como está, podemos entender que va a ocurrir. Las clausulas son ‘si tu performance es buena’, no tienen obligación de darnos una práctica libre”, anticipaba, la semana pasada, Catarineu, en charla con Campeones.

La especulación tenía sus fundamentos. Zandvoort es una pista compleja para ensayar con un novato, al igual que Singapur; Austin y San Pablo tienen carreras Sprint, por lo que el único entrenamiento se utiliza para que los pilotos titulares maximicen la puesta a punto para la fecha doble; Las Vegas es un trazado urbano, de riesgo… Y el resto, como Monza, Lusail o Yas Marina es compartido con la F.2.

Williams no usó ninguna ventana en el año para que un novato se trepe a algunos de sus autos, como señala el reglamento de la F.1, y sorprendió con la nominación de Colapinto, que reemplazará el viernes a Logan Sargeant. ¿Quién era el principal candidato? El deseo de Mercedes de conocer el rendimiento de Andrea Kimi Antonelli para analizar si el italiano puede ser el segundo piloto de las Flechas de Plata en 2025 –el fabricante de Brackley provee de motores a Williams- invitaban a no esperanzarse con el primer llamado. El británico Zak O’Sullivan, también de la Academia, era una opción válida, aunque su pico en la F.2 lo enseñó el año pasado, con la victoria en Mónaco. En 2024, el piloto de ART Grand Prix, marcha 11mo, a 35 puntos del argentino.

La semana del pilarense será atareada, con agenda completa. De Spielberg a Inglaterra para concentrarse en la fábrica de Grove y ensayar con el simulador de F.1. Un viaje relámpago a Ámsterdam para no desatender los compromisos con MP Motorsport, que brinda la herramienta que lo enseña como animador en la F.2 y abrió la ventana para esta chance. El regreso a la última factoría familiar que tuvo el Gran Circo, una creación de Frank Williams, para repasar fases operativas y familiarizarse con los integrantes del equipo que atenderán el auto en Silverstone. La carga de trabajo será similar a la que realizó Oliver Bearman con Haas, que lo apunta para 2025; el británico reemplazó este año a Carlos Sainz Jr. en Arabia Saudita, cuando el español debió ser operado de urgencia de apendicitis.

Proyectar con Colapinto en la F.1 es ambicioso. Los dos últimos campeones de la F.2, el francés Théo Pourchaire y el brasileño Felipe Drugovich, no tienen butacas; para 2025 solo quedan siete vacantes y Williams, que renovó el contrato con Albon y pretendía a Sainz Jr. para reemplazar a Sargeant, ahora averigua las pretensiones de un exintegrante del equipo, Valtteri Bottas. El aporte económico es otro factor a analizar, y repetir un nuevo año en la F.2 no es un mal plan, en particular si el final del calendario lo descubre entre los cinco mejores del campeonato y pulseando por victorias como en estas primeras siete fechas.

Desde el 13 de abril de 2001 que un piloto argentino no se presenta en la F.1 en un cronograma oficial del calendario, porque en diciembre de 2003, José María Pechito López ensayó en Barcelona con Renault, aunque fuera de la temporada. El viernes, desde las 8.30 y durante una hora y en Silverstone, donde el Gran Circo ensayó su primera carrera en 1950 y en el circuito en que un año después José Froilán González brindaba el primer éxito de Ferrari, Colapinto cumplirá un primer sueño con Williams, la escudería con la que Reutemann, en Zolder, ondeó por última vez la bandera argentina en la cúspide de un podio.