Generales Escuchar artículo

Facundo Pieres: “Sentía que tenía que hacer un cambio rotundo en mi vida. Por primera vez fui a full con lo que sentía y lo que me estaba pasando”

Facundo Pieres nació en una familia de polistas, incluyendo a su papá, Gonzalo Pieres, sus hermanos Gonzalo y Nicolás, y su primo Pablo ‘Polito’ Pieres. Su recorrido deportivo comenzó en 19...

Facundo Pieres nació en una familia de polistas, incluyendo a su papá, Gonzalo Pieres, sus hermanos Gonzalo y Nicolás, y su primo Pablo ‘Polito’ Pieres. Su recorrido deportivo comenzó en 1996 jugando para Ellerstina Junior, equipo subsidiario del club insignia fundado por su padre; el mismo que decidió abandonar después de 20 temporadas para jugar en La Natividad, en medio de una crisis personal y profesional. A los 18 años, Facundo alcanzó el hándicap de 10 goles; con Ellerstina ganó el Abierto de Palermo en tres oportunidades (2008, 2010 y 2012), y en 2023 volvió a consagrarse campeón en el Argentino Abierto de Polo, victoria que obtuvo con su nuevo equipo. De este cambio rotundo y mucho más, charló con Sofía Martínez en el último capítulo de la segunda temporada de Alma en el Juego: Pieres se enfrenta al bolillero y se abre para hablar sobre sus miedos, su momento de mayor orgullo y hasta de su relación con Zaira Nara.

- ¿Recordás algún momento en el que se te soltó la cadena?

- Muchos, un montón. En nuestro deporte hay mucha adrenalina. Se me hace difícil nombrarte uno en particular porque tuve miles. Es un deporte de mucho contacto, mucho riesgo, mucha velocidad, y cuando se mezclan todas esas cosas en un juego, mis emociones van así (suben y bajan). La reacción en caliente, por lo general, no es buena. No me gusta verla en mí mismo, no me gusta verla en otros; te diría que casi todas me han avergonzado un poco. Mis reacciones de calentura eran más de decir algo, de hablar, alguna entrevista post partido… Por suerte, nunca tuve, aunque me podría haber pasado tranquilamente, alguna reacción de calentura y querer chocar a alguien, porque el choque en el polo puede ser fatal, pero nunca me llegó por ese lado.

- ¿Qué momento de tu vida te genera orgullo?

- Personalmente, haber tomado la decisión y poner los huevos sobre la mesa para hacer lo que realmente yo sentía. Nuestra familia es muy grande, el equipo era muy grande. Toda mi vida estuve involucrado en una cosa y, de repente, sentí que tenía que hacer algo distinto, tenía que abrirme; no solamente por mí, para ganar el Abierto –como, por suerte, pasó–, sino que esto era algo familiar. Si no lo hacía, sentía que íbamos a terminar mal, nos podía afectar mucho como familia y como empresa . Sentía que tenía que hacer un cambio rotundo en mi vida y, justo, se me juntó con la separación de mi ex mujer. Fue todo junto, pero me sentí muy orgulloso porque, por primera vez, fui a full con lo que sentía y lo que me estaba pasando. Fueron cambios bastante grandes y, a la larga, fueron positivos para mí y creo que también para el equipo.

Mi viejo fue el primero que me apoyó porque también lo veía. Veníamos de 10 años sin poder ganar Palermo, y creo que él fue el que más lo sufrió. Ver a sus tres hijos detrás de un sueño y que no lo puedan cumplir cuando sabés que hay potencial, el que teníamos como equipo y como jugadores, cada uno individualmente. Yo veía que él estaba sufriendo, y mucho de mi decisión también fue por verlo a él así.

Papá es muy impulsivo, siempre a favor de los cambios, de ir para adelante. Él arrancó de la nada y todo lo hizo con intuición, fue para adelante y le fue bárbaro. Cuando ve que nosotros tenemos cosas así, la intuición de ir para adelante o proyectos, siempre nos apoya.

- ¿El momento más feliz de tu vida?

- Hay varios, el primero, te diría, el nacimiento de Renata, mi primera hija, sin ninguna duda. En lo deportivo, también tengo varios: mi primer Abierto, que fue en 2008, ganado después de haber perdido tres finales. Me acuerdo que la sensación fue increíble. Pero el que más disfruté, y que a nivel deportivo fue mi momento de más alegría, fue en el 2012, cuando ganamos con mi cuñado, Mariano Aguerre, y con Nico, mi hermano, el único abierto que ganamos juntos. Ese fue, por lejos, el momento que más disfruté de mi carrera deportiva.

- ¿Qué tiene que tener una mujer para enamorarte?

- Es difícil, fui cambiando yo también. Me di cuenta y me costó, me costó muchas cosas. Lo que pensaba en un momento que me hacía feliz, en otro momento ya no. Me parece que todos vamos cambiando. No sé si hay algo específico que tenga que tener una mujer, pero en este momento estoy bien, estoy enamorado. Creo que, primero, tiene que haber una conexión física, visual, emocional; si no está eso, no hay nada. Y después empezás a conocer a la persona.

Con Zaira , uno de los lazos más fuertes se creó porque los dos nos dedicamos a lo que nos gusta; el hecho de que seamos profesionales, que tengamos nuestros tiempos separados, cada uno dedicándose a lo suyo. Me encanta que ella labure, que tenga una vocación, que le gusta lo que hace, que tenga sus proyectos y que tenga la cabeza ocupada. Me gusta porque a mí me da ese mismo espacio. Desde los 16 años me dedico a lo que me gusta. Me encanta hacer lo que hago, es una pasión.

- ¿Cuál fue el momento más triste de tu vida?

- Varios. Siempre las pérdidas de personas cercanas o queridas; creo que eso no se compara con absolutamente nada que tenga que ver con el deporte. En el deporte podés vivir desilusiones, tristezas enormes, como perder el partido más importante que jugaste en tu vida o la final más importante de tu vida; pero perder personas cercanas… creo que es una de las cosas que más me tocó. Fue hace mucho tiempo, pero fue un dolor que no había sentido nunca, un primo mío que, cuando éramos más chicos, falleció en un accidente. Fue hace muchos años, pero me acuerdo que fue una sensación muy difícil de procesar. No lo puedo comparar con algo que me haya pasado en el deporte.

Y después, mi separación. Cuando me bajó la ficha de todo lo que había hecho, de todo lo que había pasado, de que me había separado, fue cuando empecé a viajar solo, sin mis hijos. Ahí me cayó un poquito la ficha de lo que era haber tomado esa decisión. Lo que más me afectaba era estar haciendo algo malo para mis hijos. Al final, siento que no va por ahí, que va más por el amor que uno les da y por mantener la unión familiar y estar presente, estar con ellos. Me fui dando cuenta que la felicidad y el futuro de mis hijos va por ahí.

- ¿Cuál es ese miedo que atravesó tu vida?

- El miedo más grande que sentí fue cuando tomé la decisión de separarme, de no poder ver a mis hijos como los tenía que ver, y sentir que estaba arruinando una familia o el futuro de dos nenes tan chiquitos. Tengo ese miedo constantemente, por eso siempre estoy trabajando en mejorar y ser buen padre, un mejor padre, y estar más presente, tratar de verlos más tiempo y organizarme más con los viajes, que me está costando mucho.

Por otro lado, hasta los 35 años sentía que tenía una vida espectacular. Me iba bien, me dedicaba a lo que me gustaba, podía vivir de eso, vivir bien; tenía una familia espectacular, me llevaba bien con mis hermanos, con mi viejo, tenía amigos… No le veía un problema a la vida. O sea, me sentía el tipo más feliz del mundo, el más afortunado. Y, de repente, me empezaron a venir cosas malas, negativas. Me vino todo de golpe y creo que ahí me di cuenta de que tenía una crisis personal que la venía tapando. Empecé a tener dudas de mí mismo, como jugador, como persona, como deportista, y tuve que empezar a hacer terapia.

- ¿Tenés algún agradecimiento pendiente?

- Seguramente le debo a mucha gente, pero creo que va más por el lado de los padres, al menos, en mi caso. Con mi padre, toda la vida fui muy agradecido y siempre que pude lo dije, en las entrevistas y en la vida misma. No tanto así con mi madre. Cuando yo empecé con mi crisis de los 35 años, ella fue la que más me vino a hablar, a bancar, a escuchar, a ser madre. Fue la que más me apoyó en el momento más difícil de mi vida.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/videos/facundo-pieres-sentia-que-tenia-que-hacer-un-cambio-rotundo-en-mi-vida-por-primera-vez-fui-a-full-nid23012025/

Comentarios
Volver arriba