Todo empezó en 2009, cuando Toyota lanzó en la Argentina su Prius, posiblemente el vehículo híbrido más popular de la tierra y el que, definitivamente, masificó la hibridación en el planeta. Por supuesto que su llegada marcó un mojón en la historia local por la implicancia que tenía la comercialización de un auto de esas características. Pero por aquel entonces, el mundo recién estaba empezando a masificar este tipo de tecnologías.

Ese año, a nivel mundial, se vendieron 400.000 vehículos híbridos, prácticamente la misma cantidad de vehículos que se vendieron en la Argentina en 2022, pero significó un aumento significativo con respecto a las 200.000 unidades vendidas el año anterior, siendo Japón el mercado más fuerte, con más del 50% de las ventas.

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Ese fue el punto de partida para los electrificados en el mercado local y aunque hubo que esperar unos años más para que la ola verde siga impactando en nuestras costas, la irrefrenable búsqueda de sustentabilidad y eficiencia por parte de las grandes terminales automotrices hizo que de a poco, pero con una cadencia decente, la Argentina empiece a ser destino, por geografía y exenciones hoy descontinuadas, de variantes híbridas y microhíbridas.

La historia reciente dice que en septiembre de 2020 por primera vez en la historia los vehículos eléctricos e híbridos en Europa superaron en ventas a los de un combustible tradicional, como el diesel, lo cual marcó un punto de partida para este tipo de tecnologías alternativas. En la Argentina las cosas distaron de ser así, pero en 2017 la implementación del decreto 331/2017 catalizó este nicho del mercado gracias a las ventajas arancelarias que proponía entre 0 y 5 %. Su plazo fue por 36 meses y con un tope de 6.000 autos. En 2020 el gobierno decidió renovarlo 18 meses más porque “se observó a lo largo de la vigencia de las citadas normas una alta utilización del beneficio arancelario transitorio” e incluso le abrió el juego completamente a los importadores (en 2019 derogaron el artículo que los excluía), ya que del cupo de 4500 autos destinó 225 para quienes no fabricaban en el país.

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Cuestiones técnicas al margen, desde 2020 el mercado tuvo un subidón de oferta y demanda, y aunque fue un año con altibajos producto de la pandemia, el Toyota Corolla fue el auto más vendido del mercado electrificado con 884 unidades que le significó el 37 % de participación en un mercado total de 2383 y 343000 unidades, electrificados y total, respectivamente.

A partir de ahí el crecimiento fue exponencial y cada año se batieron récords de patentamientos: 5900 en 2021, 7850 en 2022 y 9600 en 2023, con un importante crecimiento en el último tiempo de los mild-hybrid (hibridación suave).

Durante el transcurso del año pasado, un total de 16 marcas presentaron 38 modelos con tecnología híbrida o eléctrica en el mercado argentino, con al menos 5 unidades patentadas. La distribución de esta oferta se dividió entre diferentes tipos de tecnologías: MHEV (32%), HEV (25%), BEV (25%) y PHEV (17%).

Con este contexto, Argentina está empezando a calzarse el traje de mercado amigable con la electrificación, muy pero muy de a poco. Lógicamente por las características geográficas de nuestro país los híbridos y derivados se acoplan un poco más a nuestra realidad por cuestiones de autonomía e infraestructura: hay 46 modelos híbridos en nuestro mercado y 17 eléctricos.

Hoy por hoy, Toyota y Ford son los que pican en punta en el mercado local por lo menos en cuanto a oferta. La marca japonesa acapara buena parte de la oferta con los Corolla y Corolla Cross -y otrora Rav4- más lo que ofrece con Lexus como los UX, RX y NX, aunque la gran apuesta es la próxima generación de Hilux que juran y perjuran que tendrá algún tipo de hibridación.

La marca estadounidense viene llevando también una política de electrificación muy fuerte que incluyó recientemente incorporar cinco productos electrificados en cinco segmentos diferentes: hoy su portfolio híbrido está compuesto de los modelos Kuga, Maverick y F-150.

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Audi es otro de los que patentó un volumen considerable de electrificados de la mano del A4, que es el híbrido ligero más vendido del país. Lo sigue el Q5, de tecnología similar y un poquito más atrás A3 y A5. Con Mercedes-Benz pasa algo similar ya que además de su EQA 100% eléctrico, buena parte de su gama cuenta con esta tecnología: los C300 y GLC 300 encabezan el listado de los más elegidos en este apartado.

Siguiendo el hilo de las premium, BMW se anota con el híbrido plug in más elegido. El funcionamiento de estas variantes es similar al de los híbridos tradicionales aunque la gran diferencia radica en que también se puede enchufar a un wallbox o a la red doméstica además de la generación de energía a través del motor térmico. El modelo en cuestión es el icónico SUV X3 que patentó 85 unidades y casi doblegó al segundo PHEV más elegido otro SUV el Peugeot 3008 con 48.

Las japonesas también tienen lo suyo: dicen presente Nissan con su X-Trail y la Toyota C-HR que aunque dejó de ofrecerse siguió con una inercia de patentamientos y cerró el top 10 de los electrificados de 2023. Honda se meterá también en la nómina con el Civic, otro clásico de clásicos cuando aterrice en nuestro país la nueva generación con motor naftero 2.0 combinado con dos propulsores eléctricos (182 CV en total) y caja CVT.

La lista podría ampliarse con los híbridos ligeros, mucho más factibles que híbridos per sé, pero todavía las marcas están a la espera de cómo seguirán las condiciones del mercado y por ende las de importación ya que buena parte de estas variantes corresponden a modelos de tintes premium. Lo que sí está claro es que el universo de los híbridos sigue en expansión y eso son buenas noticias para todos.