Sudamérica posee una gran biodiversidad dominada por la selva amazónica, la cual se considera el pulmón verde del planeta. Dentro de este inmenso bosque se encuentra el árbol más alto del subcontinente, que resiste el cambio climático y la deforestación. Con más de 400 años, se lo denominó como una especie protegida y de relevancia.

Este árbol está en Brasil, en la frontera entre los estados de Pará y Amapá. Pertenece a la especie angelim rojo o angelim vermelho en portugués (Dinizia excelsa) y permanece al resguardo de la Reserva Natural del Río Iratapuru.

Algunos especialistas sugieren que se trataría no solo del árbol más alto de Sudamérica, sino de toda América Latina, según un artículo que publicó recientemente la revista digital de National Geographic.

Esta especie tiene 10 metros de circunferencia y alcanza casi los 90 metros de altura, equivalente a un edificio de 30 pisos. Tiene entre 400 a 600 años, según se cree, y se descubrió en medio de una expedición al corazón de la reserva amazónica en 2022. Aquella estuvo a cargo del Instituto del Hombre y Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon) por el Bosque Estatal de Paru.

Para sorpresa de los investigadores, el angelim rojo sobrevivió las fluctuaciones en el clima y el avance de la deforestación desde que Brasil inició su historia colonial hace 500 años. Incluso, aún prevalece ante la sequía que azota a gran parte de la región.

Para conocer esta maravilla de la naturaleza se requiere de un viaje de 15 días a lo largo de 400 kilómetros de ríos y otros 40 kilómetros de caminata por un denso bosque. Aunque, la ubicación exacta no se comentó en público para evitar el turismo masivo. Esa porción de territorio protegido es conocida como un santuario de árboles gigantes, ya que en su mayoría superan los 70 metros de alto.

El instituto, que se mencionó anteriormente, indicó que no solo es el más alto de América Latina, sino que es el cuarto más alto de todo el mundo.

Entre los demás árboles del Amazonas, el angelim rojo destaca por el tono rojizo que adquiere su tronco cuando los rayos solares lo iluminan. Curiosamente, esta especie solo se desarrolla en zonas áridas de la selva y posee la capacidad de almacenar grandes cantidades de carbono.

El estado de California, en los Estados Unidos, cuenta con uno de los bosques de árboles más altos del mundo, compuesto por la especie Sequoia, de la familia de las cupresáceas, subfamilia Sequoioideae.

En ese territorio reside el árbol más alto del mundo, de 115,86 metros, y su localización es desconocida para la comunidad en general, con el motivo de evitar daños. Se lo bautizó con el nombre de Hyperion y permanece fuera del circuito turístico, a diferencia de su primo, el General Sherman, que es la principal atracción del Parque Nacional de las Secuoyas y que alcanza los 83.8 metros de altura y 2000 toneladas de peso.

El Parque Nacional Redwood a 500 kilómetros de San Francisco y con una superficie de 540 kilómetros cuadrados, es el hogar de Hyperion, pero no existe un camino que conduzca directo hacia él. Tampoco hay un cartel que indique su tronco de cinco metros de diámetro.

Tiene una edad de 600 años y posee dos millones de hojas. Fue descubierto en 2006 y destronó a otro árbol de la misma especie, el Stratosphere Gian de 113 metros de altura.

Los árboles de Sequoia se extienden por una franja de 724 kilómetros desde Oregon, California hacia el norte. Su especie es famosa por ser una de las más longevas de la Tierra y por alcanzar alturas grandiosas. Estos gigantes atraen a miles de visitantes al año en los parques nacionales y su función es vital para absorber el carbono de la atmósfera.