Craig Hodges es un recolector de basura de Illinois que cambió su recorrido para visitar a un niño de tres años llamado John Coleman, un gran fan de los camiones que se convirtió en su “mejor amigo”. “Hace como si cargara la basura y Craig le permite a John presionar los botones y él le enseña todo”, reveló Kayla Coleman, la madre del pequeño.

Según People, Hodges es una de las personas más importantes para el niño, ya que adora compartir momentos con él arriba del camión de recolección de residuos. Además, este espera todos los días martes a que su buen amigo Craig pase por su hogar en Roanoke para darle una manzana o un refrigerio, saludarlo y jugar arriba de su camión.

Cuando el vehículo recolector se detiene por su casa, Hodges levanta al niño para darle un gran abrazo y luego lo ayuda a subir al camión para que juegue con la bocina y con los botones. “Me encanta el camión de la basura. Craig es mi amigo”, reveló con mucha inocencia el pequeño.

El recolector modificó su ruta para alegrar al niño

Según la madre del pequeño, después de que el niño comenzara el colegio en septiembre, el recolector de residuos decidió cambiar su ruta para poder pasar a saludar a John. Ahora, en lugar de pasar por las mañanas, el hombre pasa con su camión por las tardes, horario en el que el pequeño ya se encuentra en su hogar luego de una extensa jornada educativa.

“Estábamos muy agradecidos de que pudiera reorganizar todo para nosotros. Sus bocadillos mejoraron un poco”, comentó la madre con mucha gratitud. Este gran gesto de Hodges demuestra que el vínculo que formaron con el niño es tan fuerte que ahora se los podría considerar como “mejores amigos”.

Cómo surgió la amistad entre el recolector de basura y el pequeño John

Su amistad surgió luego de que la madre del niño notará la fascinación que tenía su hijo por los camiones. A partir de ese momento, Kayla comenzó a incentivar al pequeño John para qué se acercará a hablar con Hodges y le regalé algún refrigerio cuando este paraba en frente de su casa a realizar sus labores. “Realmente quiero que mi hijo aprenda a ser amable y a mostrar aprecio”, sostuvo.

El niño no lo dudó ni un segundo y aceptó la propuesta de su madre. A partir de ese momento comenzó a acercarse al recolector de residuos y casi sin involuntariamente esa práctica se volvió una rutina de todos los martes. “La mayoría de la gente hace la cuenta regresiva hasta el viernes, pero nosotros estábamos contando hasta el martes”, dijo Coleman.

“Craig me dijo que esta es su parte favorita de la semana” confesó Colmena. Además, comentó que Hodges le dijo “Puede que esté teniendo una mala semana, pero sé que mañana veré a este pequeño y me alegrará el día”.