En el comienzo de la semana, en una jornada gris y fría, en la que el Ejecutivo apuraba varios decretos que publicaría apenas horas después, en su despacho del primer piso de Casa Rosada, el asesor presidencial Santiago Caputo recibió a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Temas políticos”, dijeron, sin vueltas, cerca del estratega libertario. “Se reunieron por aspectos de coordinación con Inteligencia, porque era la previa de que salieran las definiciones entorno a la SIDE, pero sí, en un tramo de la charla se habló de política”, admitieron desde la cartera bullrichista.

En esa charla, que fuentes al tanto de lo conversado definieron como de “corte informal”, se abordó el tema del futuro de Pro y su posible convergencia con el Gobierno nacional de cara a las elecciones 2025. “La idea es reunir fuerzas alrededor del presidente (Javier Milei). En torno a las ideas”, completaron los consultados.

Apenas unas horas después de eso Bullrich, al ser consultada mediáticamente por la posibilidad de que La Libertad Avanza (LLA) absorbiera a Pro, consideró que eso ya había sucedido. “La Libertad avanza ya absorbió al PRO”, dijo en una declaración de alto voltaje en medio de sus públicas diferencias con Mauricio Macri, tras ser relevada del partido y luego de que trascendiera el malestar del exmandatario con la cúpula libertaria por el trato recibido en Tucumán, donde el exmandatario viajó para la firma del Acta de Mayo el último 9 de julio.

En las filas libertarias no esconden que miden a la funcionaria en encuestas que consumen casi a diario, para ver su posible performance electoral. En esa línea, por los resultados que manejan se muestran convencidos de algo: “En una interna con (Mauricio) Macri, Patricia le gana 80 a 20″, dicen con pretendida seguridad.

Cerca de la ministra saben que la miden y también conocen los “buenos números” que arrojan esos sondeos. Al tiempo que admiten que “si hay algo que ella no quiere es ir al Congreso”, en referencia a una eventual candidatura que el año próximo la haga dejar su cargo en el Gabinete por un escaño en el Senado. Aunque dicen que entiende que en política no se trata tanto de los gustos como de lo que convenga al espacio, aspiran a que siga en un puesto Ejecutivo.

Sobre lo que viene y se habló, Bullrich se muestra convencida de que “hay que ir” hacia una “convergencia” de Pro y La Libertad Avanza (LLA). Caputo, deslizan, se inclina más hacia una idea de “convergencia de personas que apoyen fuertemente las ideas de LLA”.

El estratega presidencial y la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, son apuntados directamente desde Pro y componen la principal barrera que impide acercamientos o mayores desembarcos de funcionarios en el Gabinete. “Gran parte del organigrama está pintado de amarillo”, dice un importante funcionario de la sede de gobierno, buscando dar de baja uno de los principales argumentos de la oposición dialoguista.

En la Casa Rosada tampoco ocultan la satisfacción que les impone el avanzar con el armado de LLA como partido nacional, algo sobre lo que trabaja activamente la propia Karina Milei, junto a Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de su área, y Martín Menem, titular de la Cámara baja, lo que eventualmente podría mejorar sus chances de prescindir de la estructura de Pro a futuro.

“Hoy el Pro es un sello de goma” y “Patricia no tiene interés en discutir con Macri, porque no es su punching ball”, son algunas de las frases que en las filas libertarias se escuchan cada vez más en el marco de una relación marcada por una tensión subterránea que por momentos aflora. En el Gobierno, el respeto interno hacia Bullrich es total.

Bullrich es considerada internamente como uno de las “tres principales ministros del Gabinete”, junto a Luis Caputo y Sandra Pettovello. “Son el trípode en el que se apoya la gestión del presidente”, aseguran cerca del mandatario desde el que refuerzan su afecto y respeto por ello. Luce cada vez más ensamblada en la función, en la que además de su ben vínculo con Santiago Caputo, esta semana sumó oficialmente un aliado fundamental: el titular de la SIDE, Sergio Neifert, con quien se le adjudica un buen vínculo. Juntos se los vio el miércoles, en las primeras filas del auditorio del Hotel Hilton, en el que el presidente Milei se refirió a los 30 años del atentado a la AMIA.