En un viaje en avión, la comodidad es esencial y tener espacio extra para las piernas puede hacer una gran diferencia, especialmente en vuelos largos. Recientemente, surgió una tendencia conocida como el “check-in chicken”, una estrategia que muchos viajeros están utilizando para lograr este ansiado beneficio sin incurrir en costos adicionales.

En qué consiste el truco

La estrategia del “check-in chicken” consiste en retrasar intencionalmente el check-in en línea hasta el último momento posible, con la esperanza de obtener un asiento con más espacio o incluso una fila vacía. La teoría detrás de esta tendencia es que, al esperar hasta que casi todos hayan realizado su check-in, los viajeros pueden acceder a los mejores asientos disponibles sin costo adicional, ya que muchos de estos suelen asignarse automáticamente en la etapa final del proceso, según New York Post.

Las aerolíneas suelen cobrar por los asientos con espacio adicional para las piernas o ubicaciones preferenciales, y con normalidad asignan al azar los menos deseables en el primer reparto. Al posponer el check-in, los pasajeros pueden aprovechar esta dinámica, ya que los asientos de mayor comodidad suelen quedar libres hasta el cierre de la asignación.

Además, las búsquedas de “check-in chicken” aumentaron un 126% en el último mes, lo que demuestra la popularidad de esta práctica. Esta tendencia no solo está atrayendo a quienes buscan comodidad, sino que también se convirtió en un pequeño “juego” entre pasajeros y aerolíneas.

Los riesgos existentes

Aunque el “check-in chicken” puede ser efectivo, también implica algunos riesgos que contó una usuaria en un video de TikTok. Por ejemplo, si se espera demasiado para hacer el check-in, es posible que todos los asientos estén ocupados.

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Por esta razón es que los expertos sugieren no dejar el proceso para el último segundo, sino monitorear el plano de asientos a lo largo del día para poder asegurarse de que aún haya opciones disponibles.

Consejos adicionales para maximizar el espacioVerificar el plano de asientos con frecuencia: Las aerolíneas suelen actualizar el estado de los asientos a medida que se acerca el embarque. Por medio de la app o el sitio web se pueden identificar los disponibles.Hablar con el agente de puerta: En algunos casos, el personal de la puerta de embarque puede ofrecer cambios de asiento si el vuelo no está lleno.Embarcar al final: Ser de los últimos en abordar permite ver qué filas o asientos quedaron desocupados, lo cual facilita encontrar una opción más espaciosa. Muchas veces, los pasajeros cambian de lugar debido a necesidades especiales o ajustes de la aerolínea.