Nadie discute hoy que fumar puede tener consecuencias mortales. Se ha demostrado incluso que las personas que no fuman, pero respiran el aire contaminado por tabaco ajeno, lo que se conoce como fumadores pasivos, también corren serios riesgos.

Más de 8 millones de muertes se producen al año en todo el mundo por esta causa. Lo llamativo es que un millón de estos fallecimientos no los causa directamente el consumo de tabaco, sino el humo que exhalan los fumadores, cargado de una mezcla de 7500 sustancias tóxicas y productos químicos nocivos, incluyendo alquitrán, monóxido de carbono y una variedad de carcinógenos.

Inhalar el aire contaminado por el humo del tabaco incrementa el riesgo de desarrollar una amplia gama de problemas de salud, que van desde enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis hasta enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón. En el caso de los niños, la exposición al humo del tabaco aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante e incrementa el riesgo de infecciones respiratorias, asma, neumonía y otitis.

Un estudio conocido a través de la publicación Tobacco Control del grupo British Medical Journal señala que las personas no fumadoras, pero que están expuestas al humo del tabaco, podrían tener un 51% más de riesgo de desarrollar cáncer oral.

Otro estudio, realizado en el Hospital de la Universidad Nacional de Seúl, determinó que tan solo un poco de exposición al humo de segunda mano podría aumentar el riesgo de fibrilación auricular.

Cuando el tabaquismo está presente en un hogar, hablamos de una enfermedad familiar que sufre el llamado humo de tercera mano: aquel que se va depositando, por ejemplo, en ropas, toallas o muebles. Se ha estudiado que podrán permanecer allí hasta 19 meses. Los niños respiran más rápido y aspiran más tóxicos por cada kilo de su peso. Ventilar no basta, muchas veces habrá que recurrir al lavado intenso.

La única forma de proteger a una familia de los efectos del humo es que el hogar y el auto sean 100% libres de humo de tabaco. Erradicar el tabaquismo sigue siendo imperioso.