El punto de encuentro con los anfitriones es sobre la ruta 40 en lo que llaman El Viejo Almacén, justo a la altura de donde sale el camino de ripio que lleva al Lago Hermoso, sobre el que balconea el lodge. Hay que ir lento para que el auto no toque y porque es de noche, sin que nos escolten sería complicado llegar. Con luz de día es más fácil. En Hermoso Eco Lodge uno se encuentra a quince minutos de la ruta pavimentada, a 40 minutos de San Martín de los Andes, y sin embargo se siente aislado de toda civilización en un lugar casi salvaje.

Es lo que debe haber fascinado a Nicolas Vanier, el excéntrico aventurero francés que hizo construir su casa que luego convertiría en lodge en un paraje bastante solitario de la zona de lago Hermoso con las mejores vistas al lago. Amante de la pesca con mosca que se practica en el lugar, visitó la zona durante muchos años hasta que se decidió y construyó para venir con sus amigos y familia. Nicolas tiene mundo: es conocido por sus numerosas expediciones a tierras frías en las que se inspiró y contó en varios libros de cuentos y novelas a lo largo de los últimos 25 años.

También es director de varias películas, entre ellas “The Trapper” y “Wolf”. Atravesó regiones salvajes donde llegó siempre con medios de transporte no tradicionales (perros de trineo, por ejemplo), los únicos que cree le permiten respetar los ambientes que atraviesa y vivir en armonía con la naturaleza. En su haber tiene varios documentales, más de veinte expediciones y miles de kilómetros en el extremo norte del mundo: Siberia, Laponia, el Ártico y Alaska fueron sus destinos blancos. En 2015 hizo 1.600 kilómetros en 12 días, con 14 perros y 26 participantes, a 40 grados bajo cero entre Alaska y Canadá. Hoy vive en Francia y con 61 años se dedica activamente a la defensa del medio ambiente a través de actividades educativas.

La mesa ratona del living de Hermoso Eco-Lodge y su biblioteca frente a la chimenea que se enciende todas las tardes, son una síntesis del francés de sus aventuras. Si se coincide en la estadía con su estancia en el lodge- al que viene durante los meses del verano en temporada de pesca, y a practicar kitesurf en el lago por las tardes cuando levanta viento ahora que está fanatizado-, a Nicolas se lo verá activo de sol a sol. Toma café negro de madrugada y arranca con las actividades. Irradia energía, está atento a los huéspedes y a cada detalle del hotel, intercambia experiencias… pero no se considera el anfitrión, y eso sí, su habitación personal nunca se alquila.

Para manejar el lodge están Débora Cornejo y Martín Echeverría, de 33 y 38 años, que llegaron a este paraje guardado en la montaña desde el microcentro porteño cuando estaban a punto de probar suerte en Europa. Saber que en el sur de nuestro país buscaban una pareja que se hiciera cargo de un lodge de estas características para 18 huéspedes, los motivó a intentar. Profesional gastronómico él, especialista en administración hotelera ella, viven hace dos años en Lago Hermoso. Justo antes de la pandemia, Martín estuvo a punto de irse a un restaurante de dos estrellas Michelin a hacer una pasantía que debió suspender. Trabajó con Donato en Pizza Paradiso, también con Narda Lepes, y en 2022 decidió junto a Débora aceptar el desafío de administrar el lodge, un lugar donde nunca hubieran imaginado estar.

Su anécdota preferida es la estadía en 2023 del actor Joaquín Furriel en su primer invierno al mando del lodge. Cuentan que le alquilaron la casa entera a puerta cerrada mientras durara la filmación de su última película que se desarrolla en estancias de la zona que son coto de caza. “Una muerte silenciosa”, el thriller del director Sebastián Schindel con Furriel, Soledad Villamil y Alejandro Awada, tiene lugar en el escenario invernal patagónico. Aunque el equipo de producción temía que el actor principal se quedara varado en la casa si había tormenta de nieve, éste insistió con alojarse en el lodge. Nevó pero nada sucedió, Furriel pudo ir y volver sin problema a los sitios de filmación. De noche disfrutó fascinado del lodge para él solo.

Ubicado sobre una especie de mirador, Hermoso Eco-Lodge tiene, además de unas vistas espectaculares sobre el lago desde los enormes ventanales del living, desde el comedor, y desde muchas de sus habitaciones, el lujo de las cosas simples y de los materiales nobles. Despertarse por la mañana entre excelentes sábanas, acolchados y pies de cama, y tener la oportunidad de fijar la mirada en el lago es un lujo no siempre posible: acá se hace. El olor de la madera lo impregna todo ya que es el material principal con que se construyó la casa y reviste además muchos de los ambientes.

Después de empacharse de panorámicas desde el deck con banquetas que balconean desde lo alto sobre el lago, se puede bajar a la costa del lago por una escalera empinada y descansar en playitas de piedra y pasto. Ahí hay kayaks y stand up-paddle para los huéspedes, o desde ahí se puede caminar bordeando el lago hasta la cabecera y la desembocadura del río Hermoso. Rubio, el perro del lodge acompaña hasta abajo cuando no está echado feliz durmiendo al borde de la chimenea.

De la cocina de Martín puede salir un carpaccio de remolacha con gajos de naranja, queso azul y rabanito de entrada; un wok de ojo de bife con vegetales, y de postre delicia de chocolate con helado de pistacho y salsa de sauco. La cena consiste en tres pasos caseros con una coqueta presentación. Incluyen empanaditas de trucha o ciervo, trucha, bife de chorizo, ojo de bife, wok, guisos de lentejas, pasta, tiraditos y entradas de lo más variadas. Postres como tiramisú, flan, torta vasca y torrejas entre otras delicias. Al mediodía la comida es más al paso y no todos los huéspedes la piden, ya que muchos se van de paseo y a veces llevan en su lugar un lunch box. En los alrededores de lago Hermoso se puede hacer cabalgatas, alquilar bicicletas de mountain bike en el cercano Lago Hermoso Ski Resort, o hacer trekking. Muchos huéspedes usan el lodge de base para recorrer la zona e ir a Meliquina, al Filo Huam, o a los lagos Villarino y Falkner.

El lodge tiene ocho habitaciones- siete de ellas con balcón-, más una cabaña independiente de cuatro habitaciones con balcones individuales. Tienen todas nombres de flora autóctona, y la llamada Lenga es la más demandada ya que tiene una gran vista y un sector de relax y lectura. Como en la zona no hay servicios –tampoco señal de celular- en Hermoso Eco- Lodge hicieron la elección del autoconsumo con agua proveniente de una fuente ubicada a cien metros del edificio, y con suministro eléctrico generado por una instalación fotovoltaica. Al huésped piden que maneje con moderación estos recursos. El futuro inmediato del proyecto en las tres hectáreas en donde está asentada la propiedad, prevee cuatro casas completas de cuatro habitaciones, living y cocina: en estilo arquitectónico y decoración, siguen la línea del hotel. También se van a ofrecer en alquiler.

Hermoso Eco-Lodge funciona de noviembre a fines de abril como lodge, durante los meses de invierno se alquila a casa cerrada. T: +54 911 6551-4173.