El Gobierno sigue con atención el devenir de las elecciones presidenciales estadounidenses en las que el candidato republicano, Donald Trump, y la demócrata Kamala Harris buscan suceder a Joe Biden en la Casa Blanca. La expectativa de la administración libertaria está puesta en un eventual triunfo de Trump, con quien el presidente Javier Milei tiene una especial afinidad ideológica y cercanía: ya se vieron este año y el economista le manifestó su deseo volver a verlo nuevamente como mandatario de los Estados Unidos.

Sin embargo, más allá de esa preferencia obvia por un tema ideológico, en la Casa Rosada admiten que la “alineación con Estados Unidos va más allá de lo partidario” y en ese sentido destacan que un eventual triunfo de Harris no cambiará ese hecho. Creen, además, que la Argentina no se verá afectada si ganan los demócratas, incluso en las negociaciones pendientes con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Están bien encaminadas y van más allá de la elección”, definen en la sede de Gobierno. “Son cosas distintas y lo importante es estar bien con los Estados Unidos”, agregan.

Harris vs. Trump | Los resultados en tiempo real

La alineación con los Estados Unidos es tal que Milei no dudó en eyectar a la canciller Diana Mondino del Palacio San Martín por votar en contra del embargo sobre Cuba y quedar en la vereda opuesta tanto de los Estados Unidos como de Israel, el otro Estado con el que el acercamiento es total. “Yo había definido que mi alineamiento en el mundo era con Estados Unidos e Israel, nosotros teníamos que estar ahí, no en otro lado”, dijo este lunes Milei, entrevistado por su pareja, Amalia González.

En el Gobierno creen que el vínculo con Trump, más allá de la afinidad ideológica, podría traducirse en mayores inversiones en el país, si el republicano regresa a la Casa Blanca en enero. “Serían muchas oportunidades”, agregan. Estados Unidos es el tercer socio comercial de la Argentina, detrás de China y Brasil.

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— Agustín Romo (@agustinromm) October 28, 2024

En la Casa Rosada no ocultan el fanatismo sobre la figura de Trump: este martes se vieron las gorras de campaña rojas, color de los republicanos, por los pasillos de las Casa Rosada. Uno de los que se mostró usándolas fue el legislador bonaerense Agustín Romo, hombre cercano al estratega presidencial Santiago Caputo. Días atrás, ambos se habían mostrado en la red social X con una de esas gorras. Esta noche, Romo abandonó las sutilezas. “Vamos Donald carajo”, escribió en mayúsculas en su cuenta de X.

VAMOS DONALDO CARAJO

— Agustín Romo (@agustinromm) November 6, 2024

Otro que eligió mostrar su apoyo al líder republicano a través de su vestuario fue el legislador Ramiro Marra, que en LN+ exhibió sus medias en favor de Trump.

La afinidad de Milei por Trump es total. “Espero verlo otra vez, la próxima como presidente”, le dijo el argentino en febrero pasado, cuando ambos se vieron tras bambalinas en la Conferencia de Acción Republicana (CPAC), en las afueras de Washington. Milei y Trump disertaron en ese evento y se vieron cara a cara por primera vez. “Hagamos grande a Argentina otra vez”, le dijo Trump. Ambos, además, tienen en común el fanatismo por la figura del multimillonario Elon Musk, uno de los grandes defensores de la campaña de Trump, con quien Milei se encontró en más de una oportunidad en lo que va del año.

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En la previa a ese encuentro con Trump, Milei había recibido en Buenos Aires a Anthony Blinken, secretario de Estado de la gestión de Biden. Los gestos para profundizar lazos se repitieron con otros altos funcionarios demócratas que pusieron un pie en Buenos Aires, como el titular de la CIA, William Burns, y la jefa del Comando Sur, la generala Laura Richardson. Un pragmatismo que, descuentan en la Casa Rosada, podría repetirse si gana Harris.

Los resultados de la elección tendrán también impacto en la decisión del Gobierno sobre quién sucederá a Gerardo Werthein al frente de la Embajada argentina en Washington. Milei y el flamante canciller esperan el veredicto de las urnas para elegir el nombre, en base a la orientación que se impondrá en los Estados Unidos.

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