El BCRA rompe un contrato y deja de producir billetes en Casa de Moneda desde hoy
Por una decisión unilateral del Banco Central (BCRA) de romper los contratos hasta ahora existentes, la Casa de Moneda dejará, desde esta noche, de fabricar billetes de $1000 y $2000. Se dará va...
Por una decisión unilateral del Banco Central (BCRA) de romper los contratos hasta ahora existentes, la Casa de Moneda dejará, desde esta noche, de fabricar billetes de $1000 y $2000. Se dará vacaciones a sus trabajadores.
La información fue confirmada en una comunicación interna enviada a los trabajadores de Casa de Moneda a la que tuvo acceso LA NACION. El Gobierno apostará a la importación de billetes desde el exterior.
“Al personal”, se encabezó en el correo interno. “Se informa que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) nos ha comunicado la decisión de rescindir los contratos de denominación de $1000 y $2000 que se encuentran vigentes al día de la fecha con Casa de Moneda”, se escribió. “A raíz de esa decisión se procederá a detener a partir de las 22 hs todos los procesos productivos referentes a la fabricación de billetes”, se completó.
¿Qué pasará con los trabajadores? “Por tal motivo, a todo el personal afectado directamente a dicha actividad productiva, se le dará curso a la utilización de los períodos vacacionales que tengan disponibles”, cerró la comunicación interna.
Este medio intentó comunicarse con el BCRA, donde confirmaron la información, pero aún no dieron detalles.
¿Cierra la de Casa de Moneda?Días atrás, LA NACION había adelantado que el Gobierno tenía la decisión tomada de intervenir Casa de Moneda, la imprenta pública que se creó en 1875, durante la administración de Nicolás Avellaneda. Antes vendría directamente el cierre de la planta de Ciccone. Hoy se definió liquidar los contratos para la provisión de dinero, pero todavía queda en duda qué pasará con la confección de pasaportes, también en manos de Casa de Moneda, y las patentes para vehículos.
La última licitación que había organizado el BCRA había dejado dos definiciones: la primera es que hay muchas firmas en el mundo con capacidad sobrante para producir billetes. De hecho, si bien la imprenta estatal china ganó la compulsa, se presentaron competidores de Brasil, Estados Unidos, Francia e Inglaterra. La segunda: todos, incluso los más caros, están en condiciones de venderle a la Argentina más barato que su propia imprenta estatal.
En el espíritu de los funcionarios que analizan los números está la intención de cerrar definitivamente Casa de Moneda. No ocurrirá en breve. Pero habrá nostalgia en la administración de Javier Milei para clausurar una firma que tiene deudas por más de US$370 millones en un país en el que una de cada dos personas es pobre.
En mayo, LA NACION había contado que LI Huifeng, el gerente general del imperio conocido como la China Banknote Printing and Minting Corporation (CBPMC), una imprenta gigante que fabrica la moneda de ese país, había estado en esos días en el país encabezando una comitiva de al menos cuatro ejecutivos de primer nivel. Se reunió con funcionarios del BCRA y de otras dependencias del Estado. La visita marcó un antes y un después en la relación de la Argentina con China y el triángulo diplomático que terminan de conformar con Estados Unidos, nunca exento de tensiones.
Fue entonces la corroboración de que está en marcha un juego de celos, millones y desconfianzas que involucran a empresas asiáticas, norteamericanas y europeas alrededor de un bien preciado para el ciudadano de a pie: los billetes con los que todos los días gira la rueda de la economía. En momentos en que Chica era vista de reojo por Milei -hoy ya cambió ese prejuicio- la delegación había llegado al país para profundizar el camino ya recorrido: ser el principal proveedor argentino de billetes provenientes del exterior. Tal situación encendió ya varias alarmas.
Entonces, el BCRA y había recuperado la vieja modalidad de Federico Sturzenegger para hacer licitaciones directas para comprar billetes sin pasar por Casa de Moneda, la imprenta oficial del Estado. Esta última era ya la gran perdedora. Entre las herencias que recibió, les debe plata a proveedores de todo el mundo y billetes al BCRA. Es decir, incumplió contratos. Incluso tiene máquinas en cajas que no puede desembalar porque no le pago al proveedor.
En junio ya llegaron a Buenos Aires desde China los nuevos papeles de $10.000. Es un suministro clave para que no falte plata en la calle. La imprenta que hace el yuan, además, se había quedado con otra licitación para hacer una provisión importante de papeles de $20.000 en diciembre de este año. Hay motivos para pensar que China tiene en juego más que dinero detrás de estas decisiones. Hasta fines del año pasado, la Argentina tenía pagos atrasados por más de US$7 millones, al igual que con otros proveedores internacionales. Ambos países están discutiendo mediante notas cómo cancelar ese rojo. Sin embargo, Huifeng no habló entonces de la plata que le deben en su paso por el país. Estaba más interesado en profundizar los negocios con el Banco Central que dirige Bausilil.
Algo similar le pasaba entonces a Estados Unidos. Crane, una empresa de ese país, se apuró para quedarse con la provisión de una tanda de billetes de $10.000. Llegarán en diciembre, junto con los chinos. Nadie ve allí una casualidad. Los funcionarios argentinos se miraron al rostro cuando vieron los precios de la firma norteamericana, acostumbrada a pasar cifras más altas. Cotizó por debajo de los US$60 el millar. La administración de los precios es una forma de marcar la influencia de un país en otro mediante la provisión de bienes. Lo saben los proveedores habituales de Francia y Alemania, a quienes la competencia entre Estados Unidos y China dejó en el camino. Hablan de valores ridículos.
Ya presentaron sus reclamos a los funcionarios argentinos y sugirieron que hay un peligro detrás de adjudicarle la provisión de un bien estratégico a una potencia no occidental. Nada de esto parece preocuparle a Bausili, quien está más interesado en no tener un solo proveedor dominante antes que por la bandera que representa.