El condado de Dare, en Carolina del Norte, aprobó una norma que prohíbe la liberación de globos inflados con helio. El objetivo de la norma es contrarrestar los efectos dañinos que este acto tiene en el medioambiente. Las personas que la incumplan enfrentarán una multa de U$S250 a modo de sanción.

Es importante destacar que la nueva norma no prohíbe los globos, ni que se los infle con helio, sino que apunta a una de las prácticas más usuales que las personas suelen realizar en algunos eventos: lanzarlos al aire para ver cómo se pierden en el cielo.

La norma fue aprobada por unanimidad en una audiencia pública realizada por los comisionados del condado, en la que Debbie Swick, una residente de la zona de Southern Shores, fue la encargada de exponer sobre la importancia de prohibir la liberación de globos inflados con helio en el área.

Para Swick es importante que las personas entiendan que los globos “no llegan al cielo” y que existen muchas otras alternativas “más respetuosas con el medioambiente” que se pueden utilizar para realizar festejos u homenajes: “Enciende una vela, pronuncia palabras de sabiduría o recuerdo, reza una oración”, sentenció la activista en diálogo con el medio local Wavy, donde también relató que su próximo objetivo es que la prohibición se haga extensiva a todo el estado.

En principio, para allanar el camino que facilite la prohibición a nivel estatal del lanzamiento de globos inflados con helio, y apoyándose en el triunfo que logró en Dare, la activista ha comenzado a mantener reuniones con las autoridades de distintos gobiernos locales para conseguir al menos que se prohíba el uso de los globos en los actos oficiales, como servicios conmemorativos y otros eventos, según detalla la nota de Wavy.

Por qué los globos de helio representan un peligro para el medioambiente

A diferencia de los globos comunes de látex, la mayor parte de los globos aptos para ser inflados con helio son de poliuretano y poseen mayor resistencia y durabilidad con base en la utilización para su fabricación de productos químicos como el amoníaco, el tiuram y el óxido de zinc.

Mientras que un globo de látex puede demorar unos cinco meses como máximo en degradarse, uno de poliuretano tarda 450 años aproximadamente, según datos referidos por la web Portal Ambiental. En esa línea, los expertos explican que el daño potencial de estos globos para el medioambiente es realmente preocupante.

Cuando un globo cae al agua, los compuestos químicos que lo componen dañan de manera irreversible el ecosistema, la biodiversidad y especialmente a la fauna autóctona de esas áreas, explican.

En tanto, los globos inflados con helio pueden volar hasta 3000 kilómetros antes de caer, por lo que realmente es poco probable hacer un lanzamiento y controlar que no dañen a las aves que se cruzan en su trayectoria, destacan.

Al volver a la tierra, además del efecto dañino de su lenta descomposición, muchas veces son confundidos por los animales con alimento y estos pueden ingerirlos, reseñan desde la web especializada en temas ambientales. Especialmente, algunos peces, tortugas y mamíferos acuáticos suelen confundirlos con algas o medusas y tragarlos, como consecuencia mueren asfixiados por la obstrucción que el globo provoca en su tracto digestivo, amplían.

Además de los riegos por ingesta, desde la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), explican que muchos animales se enredan las patas y las alas con los globos o las cintas que se utilizan para atarlos, lo que además de herirlos restringe su movimiento y puede terminar por generar muerte por inanición.

Según estos expertos, aunque la mayoría de los globos se explotan, un 10% caen en la tierra desinflados y ponen en grave riego a la fauna de esas áreas. Si lo hacen en el agua, sus consecuencias no son menos mortales. Las autopsias realizadas para determinar las causas de muerte de muchos animales marinos mostraron que tenían restos de globos en sus estómagos.