Diógenes de Urquiza: entre los reclamos de los atletas y el desafío de levantar al deporte argentino rumbo a París 2024
El slogan del presidente Javier Milei se invierte: del “No hay plata” a “La plata está” que pregona Diógenes de Urquiza, el hombre a cargo del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo....
El slogan del presidente Javier Milei se invierte: del “No hay plata” a “La plata está” que pregona Diógenes de Urquiza, el hombre a cargo del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo. Aunque rápidamente, el nuevo director general del ENARD completa la frase, para que no se confunda con excesiva solvencia económica o despilfarro: “La plata está, pero la estamos redireccionando, evaluando cómo se ejecuta y determinando hacia dónde tiene que ir”. Así, a cuatro meses de los Juegos Olímpicos de París 2024, la puntillosa administración de recursos se convierte en religión para este dirigente de 61 años, que fue referente del pádel y ahora comanda el ente, secundado por los subdirectores Philippe Oudinot y Carlos Ferrea y por Pablo Fuentes, responsable de la Gerencia de Comunicación y Gestión Deportiva.
Más allá de que el deporte de alto rendimiento estuvo lejos de ser una panacea durante el gobierno de Alberto Fernández, entre los atletas creció la preocupación con la llegada de Milei y una supuesta política de ajustes en materia de becas. Inquietó el interés prioritario del presidente de la Nación en instrumentar las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) por sobre el apoyo del Estado para el deportista de a pie. Un caldo de cultivo que obligó al secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, a calmar las aguas. “Ante las consultas y trascendidos erróneos, queremos dar tranquilidad, confianza y previsibilidad que tanto la preparación previa como la participación de la delegación argentina en los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos de París 2024 está totalmente garantizada”, escribió en redes el 25 de febrero.
Ante las consultas y trascendidos erróneos surgidos en las últimas horas, queremos dar tranquilidad, confianza y previsibilidad que tanto la preparación previa como la participación de la delegación argentina en los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos de París 2024 está… pic.twitter.com/gtkYxhosWz
— Daniel Scioli 🇦🇷 (@danielscioli) February 25, 2024En la charla con LA NACION, Diógenes de Urquiza utiliza un lenguaje coloquial y también busca transmitir tranquilidad, más allá de la mano dura en el manejo del dinero. Rechaza autodefinirse como un político y se autopercibe como el brazo operativo de una planificación olímpica a ocho años vista. Durante los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde Argentina descolló con una cosecha de 32 medallas doradas, era el máximo responsable de la Agencia de Deporte Nacional (ADN), que entonces había reemplazado a aquella Secretaría de Deportes encabezada por Carlos Mac Allister. Ahora, De Urquiza eligió salir de su zona de confort en el ámbito privado (trabajó para Le Coq Sportif, nueva indumentaria de Los Pumas y Talleres de Córdoba) y le toca atajar las críticas de muchos actores del deporte argentino, que pusieron el grito en el cielo por considerar que hay una desfinanciación salvaje a los atletas.
“Cuando nos llamaron en diciembre veníamos trabajando con un grupo de gente. Teníamos un miniproyecto de deportes para presentar, gane quien ganara las elecciones presidenciales. En ese momento no sabíamos que iba a triunfar Milei, de hecho se perfilaba para que ganara el peronismo o el Pro, pero nosotros queríamos elaborar un proyecto para el candidato que asumiera, junto con Pablo (Fuentes), Francisco Irarrázaval y Philippe (Oudinot), además de la gente de la Fundación Pensar. Éramos todos ex secretarios de deportes, gente del deporte”, apunta De Urquiza, que habla desde el llano, sin filtro ni tecnicismos.
-¿Cómo están parados frente a este desafío?
-Es muy difícil competir con nosotros porque para nuestro grupo esto es realmente un hobby; es una felicidad poder trabajar en el deporte. Entonces, no es un problema si me pagan bien o mal. Creemos que tenemos las herramientas para mejorar esto, son 41 años de experiencia, o sea… Muchas veces me río porque dicen: ‘Era profesor de pádel’. ¡Cualquier cosa! Estudié, tengo un master, conozco a todos los deportistas de la Argentina, todos me conocen y saben que nunca les pedí nada. Desde Vilas hasta… no sé, Ginóbili, Pareto… El objetivo fue siempre tratar de ayudarlos, porque soy consciente de que es muy bravo ser deportista, y además los deportes amateurs son durísimos. Y también sé algo que muy poca gente entiende: que la vida de los deportistas es muy corta y cuando terminan no saben qué hacer, por eso es clave que estudien, como impulsé cuando estaba en la Agencia.
-Está claro que la mayoría de esos deportistas amateurs no tienen la vida solucionada.
-Las becas, tanto de la Secretaría como del ENARD, te sirven para el momento y a veces ni para eso, entonces este apoyo es relativo. Pero también, la otra cosa que muchas veces no ve la gente es que hay deportistas que están seis meses afuera sostenidos por el Estado. En esos seis meses no gastan un peso, o sea que esa beca se duplica. Tienen su seguro médico. Mucha gente come en las instalaciones del Cenard. Te podrán criticar la comida... Muchos deportistas viven en el Cenard; ya están abonados meses y meses ahí porque no tienen para alquilar un departamento. O si llegaste a la beca del departamento no comen allí y tienen que buscarle la vuelta. Es difícil el deporte amateur de alto rendimiento…
-¿Cómo es la ingeniería para manejar un presupuesto acotado y más si se compara con las potencias mundiales?
-Aunque los insultos serán mayores, este año es fácil porque es olímpico. Si fuera un año panamericano se habría complicado, porque viajan 1000 personas. A París van a ir unas 200 y pico de personas: con suerte 140 atletas y 110 paralímpicos. A los Panamericanos de Santiago 2023 fueron casi 1000 y 350 paralímpicos; o sea, casi 1500 personas. Ahora vamos a llevar, como máximo, a 350 personas. El presupuesto anual del ENARD en 2024 es de 10.600 millones de pesos. Cuando llegamos al ENARD me dieron un presupuesto hecho por las autoridades anteriores de 33 millones de dólares. Nos sentamos, lo miramos y vimos que muchas cosas estaban de más. Porque también hay que reconocer que la gestión anterior usó el ENARD para cosas que no son del ente, entonces se generó una malcrianza muy grande en las federaciones.
-¿Usó el ENARD para qué cosas?
-Para dar una idea, el presupuesto más alto del ENARD el año pasado fue el de atletismo. Vos me podés decir: “Belén Casetta”. Sí, tres deportistas pueden ser de alto rendimiento, pero el resto está en un nivel sudamericano, entonces el apoyo debería corresponderle a la Secretaría, pero fue el presupuesto que más plata gastó. Yo, que soy del pádel, ¿debería darle más plata al pádel? No, no. Yo estuve en el ENARD antes y nunca le di nada al pádel. Igual, nosotros estamos respetando de acá hasta que termine el ciclo olímpico lo que pautó el Comité Olímpico Argentino (COA) con la Secretaría en 2023. No puedo impedirte viajar si ya lo arreglaste. Lo que sí hicimos fue sentarnos, ver el presupuesto y decir: tengo casi once mil millones, gastos fijos, sueldos, becas. No corresponde decir: “Ahora no les voy a pagar la beca a los sudamericanos”, porque los tipos lograron su objetivo sudamericano y la tienen, es lo que se arregló por cuatro años. Entonces, hasta que venga el otro Campeonato Sudamericano, ese sistema de becas se mantiene.
-¿En qué medida van aumentando las becas?
-Actualmente van de 179 mil a 414 mil pesos y el ajuste de cada una lo hacemos todos los meses, acompañando el salario mínimo vital móvil. Pero hoy están muy lejos y estamos revisándolas. Un gran cambio que queremos hacer es evitar que el deportista tenga dos becas. Vos recibís 500.000 pesos del ENARD y 400.000 pesos de la Secretaría. No: si vos sos de alto rendimiento, tenés que estar acá. Si no sos, estás en Secretaría. Aunque sea más caro para el ENARD, las becas olímpicas y paralímpicas las tengo que poner yo, se tienen que sumar, y por supuesto, aumentarlas. Hay que unificarlas y además es por ley. En la Agencia ya lo buscaba hacer: tenía 1000 becados en el ENARD y 1050 en Secretaría; hoy tengo 1280 acá y 2000 allá. Decime en qué hemos mejorado tanto como para tener mil becas más en la Secretaría. Y hay otro tema: el deportista pierde su beca y se va. Los entrenadores, no. Es para discutirlo. O sea: ¿por qué el deportista la pierde y el entrenador no? Algo está haciéndose mal…
-Todo está “atado” hasta París, pero… ¿después qué va a pasar? Persiste la sensación de un recorte importante.
-Dentro de la clasificación pusimos criterios, para darles primero a los que teníamos que darle. Son prioritarios los olímpicos clasificados con chance de medalla o diploma. Después tenés a los olímpicos que se clasificaron, pero que no tienen tantas chances de diploma; diría la maratonista Florencia Borelli, que cuenta con su derecho a participar. Luego, aquellos con chances de obtener el pasaje, como la selección de voleibol, que si entra podría ser diploma. Y después tenés a los que van a clasificarse y simplemente participarán, como el remo, que tiene pocas posibilidades. Se tienen que hundir todos los botes para que gane; es la realidad, pero se lo ganó. No le puedo decir: “No, no vas”. Tampoco dejamos al margen a los clasificados para los Panamericanos y Mundiales. Y por otro lado, lo que nos interesa es el futuro: los programas TAR (Transición al Alto Rendimiento) y DAR (Desarrollo al Alto Rendimiento), que los tiene el ENARD, pero técnicamente son de la Secretaría, porque no hacemos desarrollo.
-¿Y entonces?
-Vas moviendo las fichas de distintas formas. Si tu presupuesto es de casi 11.000 millones de pesos y hacés una mejor gestión, vas a lograr que rinda como si fueran 14 o 15 millones y estás en un presupuesto aceptable para el año que viene; podés cumplir. Hemos visto federaciones que dicen: “Necesito 100.000 dólares para tal evento deportivo”. “Perfecto, mandame tu presupuesto”, les contestamos. “No lo tengo”, te responden. ¿Y entonces cómo sabés que necesitás ese presupuesto? Con Pablo Fuentes, con quien hemos trabajado haciendo eventos toda la vida, bajamos ese presupuesto a un 50 o 60 %. Pero no porque en las federaciones sean ladrones, sino porque algunas no tienen ni idea. Para una federación es muy importante saber cómo se hacen los eventos.
-Cuando usted se encuentra con casos como el de la selección de tiro con arco, que organizó rifas para poder viajar a torneos clasificatorios, colectas que publican en las redes y donde alzan la queja, ¿cómo es su reacción? ¿cómo repercute dentro del ENARD?
-Hay una confusión generalizada que pasó en estos cuatro años. Puede ser que un deporte tenga uno o dos atletas de alto rendimiento, pero el resto no los son. El ENARD no puede darle plata a un chico de 14 años. “Quiere ir al Mundial”, te dicen. ¿A hacer qué? ¡Si no le gana ni al chileno, ni al brasileño, ni al uruguayo! Hay una pirámide de desarrollo en el deporte que va en función de la federación. Sí me parece perfecto que vendan tortas y rifas; pasa que los malcriamos. Por ejemplo: hoy se me ocurre inventar un deporte y soy el presidente de esa federación. “Me tenés que llevar”, reclamo. ¡Y no, no es así! ¿Dónde jugás? ¿Dónde competís? ¿Existe una liga? Es una locura. Todo el tiempo me encuentro con este tipo de situaciones. Entre los paralímpicos también pasó con el voleibol, que se juntaron algunos pero no juegan ni compiten en ningún lado. Tenemos que lidiar siempre con que somos los malos de la película para la gente que no conoce, al igual que parte del periodismo.
-No deben ser fáciles esas negociaciones con federaciones y atletas.
-Hay tipos que te quieren cobrar todo. Administrativamente, ¿sabés lo que es que vengan 20 tipos con un ticket de taxi? ¡Flaco, para eso tenés la beca; el taxi a Ezeiza pagalo vos! ¡No seamos ridículos! Llegamos al punto de que el pedido de apoyo es desde la puerta de la casa. Hay cosas increíbles que vimos este mes: el caso de un deportista que se trasladaba a Ezeiza en Uber, mientras que la familia iba en su auto para saludarlo al mismo lugar, al aeropuerto, y después ese viaje se lo pasaron al ENARD para que lo pagara. O una federación que para hacer un evento nos pidió alfileres, cintas adhesivas, resma de hojas, precintos, credenciales, ganchitos… Por eso digo: creo que éste es el mejor momento para ordenar esto y me siento muy cómodo en mi puesto.
-¿Cómo sintió la ola de demandas cuando asumió el cargo? Por ejemplo, la del maratonista chubutense Joaquín Arbe, que posteó en redes que el ENARD no lo podía ayudar con preparación y pasajes para ir a la Maratón de La Pampa, donde buscaría la clasificación olímpica.
-Duele y da bronca, pero ya estoy curado de espanto. Se falta a la verdad y después, uno recibe presiones y tiene que salir a explicar. “Che, ¿qué es esto? ¿Qué pasó?”, me preguntan, como me sucedió con el caso de Arbe. El ENARD no les da becas a los deportistas, sino que recibe a una federación, que presenta un plan y te dice: “Quiero a éste, éste, éste y éste”. Nosotros podemos responderle: “No nos alcanza para los cuatro, pero tengo para tres”. No decidimos si Arbe va o no. Eso corresponde a la federación y a Arbe, la entidad no lo tenía en cuenta; de hecho no tenemos ni un pedido por él, que tiene beca sudamericana. Lo que no dice Arbe es que no cumplió con los distintos puntos que le pone la federación para que siga subiendo y mejorando los tiempos. Mi discusión con un atleta de maratón es que te dicen: “Soy de alto rendimiento, me entreno 8-10 horas”. Yo respondo: “Sos el 780° del mundo, no sos alto rendimiento”. Les contestás así y se ofenden, pero tenés que ser honesto. Te aseguran que corren cuatro maratones por año, pero cuando hablás con los que saben, te dicen que los mejores del mundo hacen una o a lo sumo dos carreras por año, saliendo del kilómetro 21 para probarse. Acá te piden ir a cuatro maratones. Yo también quiero ir a New York, China, Boston y París. ¡Es una locura! Y después ves los resultados: “Abandono, abandono, abandono...”. ¿Vamos de turismo o qué?
-También hubo un reclamo del ex remero Ariel Suárez, que denunció que al Gobierno nacional no le interesa el deporte olímpico, sino únicamente las sociedades anónimas en el fútbol.
(Responde Fuentes)- Me reuní con Ariel y él me manifestó que había sido un poco sacado de contexto y que no quiso decir lo que terminó saliendo en los medios; me pasó los audios para que los escuchara. De este lado siento que muchas veces es fácil subir una nota o expresar algo sin haber llamado a la otra parte. Acá hay una manta que es corta: debés lograr que el presupuesto disponible sirva para el objetivo principal del ente, que es atender el alto rendimiento para una representación nacional. Eso es amplio, pero una vez que lo definís acorde con los números, encontrás que hay un montón que quedan fuera de eso.
(Continúa De Urquiza)- Y fijate lo injustos que somos con el tenis, respecto de otros deportistas que dicen que no tienen plata. ¿Acaso los tenistas cuando arrancan tienen plata? ¿Te creés que Lourdes Carlé o Sebastián Báez la tenían cuando empezaron sus carreras? Y cuando se transforman en buenos jugadores, se asegura: “Ah, no, son profesionales”.
-¿Qué expectativa de medallas tiene para la Argentina en París?
-A pesar de que es muy difícil, seguro que los Pumas Seven tienen posibilidades. En el yachting… no los quiero quemar, pero Eugenia Bosco y Mateo Majdalani están trabajando muy bien en el Nacra 17. En hockey, veo a las mujeres con más chances que los hombres, pero a ellos los veo entrenarse todos los días muy, muy fuerte. En judo y en taekwondo puede haber alguna sorpresa. Al tenis le tengo mucha fe en algún dobles; va a estar interesante quiénes irán. Y en Paralímpicos, tengo mucha esperanza con los Murciélagos y los chicos de atletismo, tanto a Yanina Martínez como Hernán Barreto.
-¿Y el fútbol olímpico?
-Siempre es una chance, porque tenemos muy buenos Sub 23. Dependemos del equipo que Mascherano decida llevar, que es clave, pero no por Messi, ¿eh? Hablo de los chicos jóvenes que convocás. ¡Qué lindo sería para todos estos chicos que vaya Leo! Creo que nadie se va a olvidar en la historia de un Messi abanderado.
-¿Qué sensación tiene hoy sobre el tema Messi? ¿Irá a París o no?
-Cincuenta y cincuenta. Hay muchas chances, aunque juegue la Copa América. Creo que puede ir. Sería su broche de oro. Él se está midiendo todos los días cómo está, aunque no estoy cerca de él, no lo conozco. Si la Copa América es su último evento, no lo sé; quizás pueden ser los Juegos Olímpicos; o quizás quiere llegar a otro Mundial y se va a cuidar. Ya es una persona que se tiene que preservar físicamente.
-¿La selección de fútbol tiene apoyo olímpico?
-No. Se le da apoyo en los pasajes y la estadía corre por cuenta del Comité Olímpico. Lo más caro que tenemos del fútbol es el exceso equipaje, por la cantidad de ropa que llevan. Se adaptan, no tienen problemas, son muy simples. No es un costo grande para nosotros.
-¿Cómo ve hoy al Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard)?
-Destruido. Destruido. Totalmente abandonado, desgraciadamente. El patinódromo y la pista de atletismo no sirven; la cancha de hockey tampoco y se van a entrenar a otro lado… No hay agua caliente. Ahora con el frío van a venir las quejas lógicas. La sede de Soldati sí está buena, tenían razón quienes decían que sería el futuro del deporte. El atletismo ya está yendo ahí, al igual que la natación, el handball y el voleibol.
-¿Tuvo contacto con el presidente Milei?
-Me encantaría conocerlo para saludarlo y explicarle todo lo que es el deporte, lo bueno que tiene. Pero sé que hoy, con los problemas que afronta, está más para atender otras cuestiones. En resumen: a nosotros no nos interesa salir en fotos, lo que queremos es sacar el deporte adelante y estamos mirando todos los presupuestos con lupa. La plata está, pero la estamos redireccionando, evaluando cómo se ejecuta y determinando hacia dónde tiene que ir.