-¿Qué significa ser de Pro en el contexto político actual? ¿Cuál es el sentido del partido?

-Pro nació para hacer y para transformar. Sigue teniendo validez y sentido, pero perder elecciones a nivel nacional y provincial tiene que significar un aprendizaje y una oportunidad para repensar nuestra identidad.

Pro sigue siendo un espacio valioso que propone valores positivos, un eje en la gestión y en la participación. Para volver a ser protagonista, el partido debe aprender de sus errores, no reiterar aquello que nos alejó de la gente. Hay que evitar los personalismos y ser un partido abierto, con debates. Como proyecto político debe acompañar el cambio sin especulaciones, porque ese es el mandato de nuestros votantes. No hay lugar para Pro fuera del cambio.

-¿Cuál es su visión sobre la crisis que atraviesa Pro? ¿Qué errores cometieron para dejar de ser la principal alternativa al PJ?

-En Tres de Febrero demostramos que se podía vencer a los barones del conurbano y a La Cámpora, gobernar bien, hacer obras, bajar impuestos y ganar cinco elecciones en un distrito tradicionalmente peronista. Eso lo hicimos con los valores de Pro, convenciendo a mucha gente que no es de nuestro partido. Y somos los únicos que quedamos en el conurbano de la primera camada de 2015.

A nivel nacional, las internas fueron muy complicadas, especialmente para nuestro electorado, aunque también legitimaron una postura de cambio profundo, que representó Patricia Bullrich. Siento que, en general, Pro perdió mucho de ese empuje disruptivo que supo tener en sus inicios. Le faltó audacia y también abrir espacios a nuevos liderazgos legitimados por el voto popular. De algún modo, Pro se convirtió en parte del statu quo que no supo resolver los problemas de los argentinos. Frente a tantas frustraciones, los argentinos le dieron una oportunidad a una versión del cambio más audaz y disruptiva como la de Javier Milei.

No hay lugar para Pro fuera del cambio

-¿Patricia Bullrich ya no forma parte de Pro?

-No sólo que forma parte, sino que Patricia es la dirigente más legitimada de Pro. Ella es quien mantuvo activo el partido luego de la derrota del 2019, y lo hizo con mucha garra y pocos recursos.

La última vez que los argentinos tuvieron que votar en nuestra interna, la eligieron ampliamente a ella. Luego se la jugó y lideró el acompañamiento de nuestro partido a Milei en el balotaje para sacarnos del pozo en el que nos habían metido Massa y el kirchnerismo. Los votantes la acompañaron y se convirtió en una destacada ministra nacional en un tema crucial como la seguridad. Además, es una de las dirigentes más valoradas y con futuro político. Intentar separarla de Pro es ir a contramano de la gente.

-¿Cuál debe ser el rol de Mauricio Macri en la etapa que se inició con el gobierno de Milei? ¿Y en el futuro?

-Mauricio nos abrió el camino, generó una propuesta política que logró alternancia con el peronismo, y como expresidente es un referente por su experiencia. Debe ser un facilitador de nuevos liderazgos y un sostén de las políticas que busca implementar Milei, el presidente del cambio que votaron los argentinos en 2023.

Siempre recuerdo que Mauricio nos pedía escuchar y cuidar a Milei porque pensaba que sus ideas iban a ayudar a cambiar el país. Hoy su rol es clave para no dilapidar esta nueva oportunidad de cambio.

Intentar separar a Bullrich de Pro es ir a contramano de la gente

-¿Pro debe confluir con Milei en las elecciones de 2025?

-Hoy los argentinos no están pensando en eso. Necesitan más seguridad, tener trabajo, que baje la inflación o volver a creer en un futuro mejor. Nosotros no debemos mirarnos el ombligo y privilegiar lo partidario, porque está en juego la Argentina. Hay que respetar la decisión que tomaron los argentinos con su voto, es decir, la definición de apoyar a Patricia en la interna y de elegir a Milei como presidente. Hay que dejarlos trabajar y ayudarlos a solucionar los problemas.

El año que viene debatiremos si las dos formas o velocidades del cambio se deben unir en una convergencia donde cada uno aporte su identidad y su experiencia. Un buen resultado electoral en 2025 es imperioso para hacer las reformas pendientes y para ganarle la provincia al populismo en 2027.

-¿Milei debe girar los fondos de coparticipación para la Ciudad? ¿Le sorprende que no acate el fallo de la Corte, como el kirchnerismo?

-Yo estuve en Olivos el día que Alberto le sacó, sorpresivamente, a la Ciudad para darle a la provincia. Como bonaerense, nuestra urgencia es recuperar la coparticipación que merecemos, porque aportamos casi el 40% y nos devuelven el 22%. Necesitamos que Kicilliof salga de su letargo y se decida a dar la pelea.

La Ciudad hace bien en reclamar lo que le corresponde y que se retrotraiga ese castigo que quiso imponer el kirchnerismo. Confío en que eso se resolverá pronto, en función de que se vaya encaminando la delicada situación económica y sin que afecte el equilibrio fiscal nacional, que es un logro de todos los argentinos.

-¿Milei gestionó de manera exitosa la crisis que heredó o provocó una recesión descomunal con su ajuste? ¿Qué hubiera hecho diferente Pro?

-Recién van seis meses. El Presidente está haciendo lo que dijo en la campaña y se ven síntomas claros de un ordenamiento de la economía. No podíamos seguir gastando más de lo que entraba, escondiendo el descalabro económico con emisión e inflación. Soy economista, conozco a Milei desde la universidad, y sé de su firme decisión para generar una economía competitiva, sin déficit, que baje la inflación y construya condiciones para la creación de trabajo privado. La sociedad lo vive con una mezcla de sacrificio y esperanza, confiando que esta vez el esfuerzo puede valer la pena. Muchos economistas de Pro, o que trabajaron en el gobierno de Mauricio, hoy están en el Gobierno o ayudando.

-¿Pro debe votar a favor del pliego del juez Ariel Lijo en el Senado? ¿Milei afecta la calidad institucional con esa propuesta?

-Es una decisión de los senadores, que no compete a un intendente, pero la propuesta se hace en el marco de la institucionalidad. Ambos candidatos tienen atributos para el cargo y aparentemente cuentan con consensos mayoritarios entre las fuerzas políticas.

Pro debe acompañar el cambio sin especulaciones

-¿Cómo evalúa la política exterior del Gobierno? ¿Le inquieta que Milei confronte con otros presidentes, como Lula (Brasil) o Pedro Sánchez (España)?

-Pro y el gobierno de Macri tuvieron muchos aciertos en política internacional, como volver a poner a la Argentina de cara al mundo y en contacto positivo con los países democráticos y capitalistas. Milei refuerza con su impronta ese concepto de conectarse con el mundo, y le suma su prédica a favor de la libertad y en contra de los regímenes totalitarios y colectivistas que tanto daño han hecho a sus sociedades.

Ese protagonismo del Presidente en la escena mundial es una oportunidad de ampliar el comercio y las oportunidades económicas para los argentinos. Y no me inquieta que Milei encare debates basados en convicciones especialmente con líderes que sólo creen en el Estado y en el intervencionismo. En España, hay que mirar lo que empezó Esperanza Aguirre y sigue hoy Isabel Díaz Ayuso en Madrid, donde la libertad, la apertura y la baja de impuestos han generado crecimiento y trabajo.

-¿Milei debe levantar el cepo para generar inversiones? ¿Tendrá que bajar impuestos y eliminar el régimen especial que beneficia a Tierra del Fuego?

-Veo que hay un compromiso claro y contundente en el Gobierno con levantar el cepo, apenas las condiciones económicas estén sólidas. Y también estoy convencido de que en tanto el equilibrio fiscal sea sustentable y la macro se estabilice, el Gobierno empezará a bajar impuestos, como ya hicimos en Tres de Febrero. De por sí, ya es un gran avance que la reducción del gasto público devuelva recursos a los privados y que esté bajando el impuesto más dañino para los trabajadores, que es la inflación.

Bullrich es la dirigente más legitimada de Pro