Diego Martínez dio un golpe sobre la mesa por el plantel corto de Boca: qué pidió el DT para el mercado de pases
Los técnicos siempre envían mensajes. Con sus planteos, con sus cambios, con sus decisiones. En el banco, por supuesto, y también en el día a día. Ante Talleres, Diego Martínez dio un golpe s...
Los técnicos siempre envían mensajes. Con sus planteos, con sus cambios, con sus decisiones. En el banco, por supuesto, y también en el día a día. Ante Talleres, Diego Martínez dio un golpe sobre la mesa y expuso la falta de variantes con una planilla impropia de un equipo de Primera. De los 12 suplentes de Boca, solo tres eran mayores de 21 años (Frank Fabra, Marcos Rojo y Lucas Janson), otros tres no superaban los 90 minutos como profesionales (Mateo Mendia, Milton Delgado e Iker Zafiaurre) y otros dos ni siquiera debutaron en la élite (el enganche Juan Payal y el delantero Ignacio Rodríguez).
Más allá de las bajas por lesión -que fueron varias-, el entrenador de Boca prescindió de jugadores como Darío Benedetto, Norberto Briasco, Juan Ramírez, Ezequiel Bullaude y Jorman Campuzano, quienes no serán tenidos en cuenta, y ni siquiera agotó las variantes en el disputado 0 a 0 con la T. Realizó tres de los cinco cambios (uno fue defensor por defensor) y habló de “cansancio y falta de frescura” para afrontar el segundo tiempo. El diagnóstico es claro: Boca necesita refuerzos en cada una de sus líneas.
Los números hablan por sí solos. Desde el inicio de la triple competencia (torneo local, Copa Argentina y Sudamericana), Boca disputó 13 compromisos en 63 días y Martínez utilizó 33 jugadores entre titulares y suplentes. De esos 33, 30 disputaron al menos un partido desde el arranque, y el 50% jugó menos de tres encuentros. Es decir: la base del plantel de Boca está compuesta por apenas 14 jugadores.
El sábado, ante los cordobeses, Boca mostró pasajes de buen fútbol pero se quedó sin variantes a la hora de buscar el triunfo. A diferencia de otros tiempos, el DT de Boca no encuentra soluciones en el banco y las lesiones por estrés o acumulación de fatiga -entre otros factores- se tornan cada vez más recurrentes. “Creo que el cansancio y la falta de frescura fue una razón de parte nuestra enfrentando a un rival que eso lo hace muy bien, es muy intenso”, explicó el DT, que ante Talleres decidió el ingreso de Saralegui por Taborda, Rojo por Saracchi y Janson por Medina, y dejó en el banco a los juveniles Mendia, Molas, Benítez, Delgado, Ignacio Rodríguez, Payal y Zufiaurre, habituales titulares en Reserva.
Talleres fue demasiado equipo para un plantel diezmado por las lesiones y desnudó la ausencia de variantes de un Boca que este miércoles afrontará una nueva final con la misma base que actuó frente a la T. Si cae con Potosí (sacó los últimos seis puntos en disputa, incluido un 4-1 sobre Fortaleza) quedará eliminado de una Copa Sudamericana que, pese a todos los contratiempos, aún lo mantiene en zona de clasificación.
Aunque quedan tres partidos por delante previo al receso por la Copa América, (Nacional Potosí, Platense y Vélez), Martínez ya comenzó a depurar el plantel de cara a los compromisos que se vienen. Y a conformar, claro, una lista de posibles incorporaciones con la intención de reforzar casi todos los sectores del terreno. La búsqueda, en principio, estaría orientada a la llegada de un zaguero central zurdo, un 5, un creativo y un extremo, aunque también podría sumarse un lateral por la derecha y algún otro volante.
La idea de Martínez y Riquelme es conformar un plantel con al menos tres apellidos por puesto, teniendo en cuenta no solo la triple competencia sino también a la posible participación en la Copa Libertadores y en el Mundial de Clubes de 2025.
El poco peso ofensivo de Boca ante la “T”La zaga central fue, sin dudas, la zona más afectada por las bajas. En los últimos 13 partidos, Martínez utilizó un total de ocho zagueros centrales: Marcos Rojo, Cristian Lema, Nicolás Figal, Nicolás Valentini, Lautaro Di Lollo, Aaron Anselmino, Mateo Mendia y Ariel Molas. Valentini, marginado del grupo por cuestiones contractuales, dejará Boca en el próximo mercado; mientras que Di Lollo, Mendia y Molas retornarían al plantel de Reserva.
El caso Marcos Rojo merece un párrafo aparte: el capitán jugó un tercio de los partidos del ciclo Martínez y en solo tres de ellos completó los 90 minutos. Su historial de lesiones preocupa tanto como sus hábitos fuera del terreno. Martínez pretende un plantel 100% comprometido con la causa y futbolistas profesionales las 24 horas del día. Es lo que el DT llama el “entrenamiento invisible”: complementar el ejercicio físico con una correcta alimentación y el descanso necesario para mantenerse “competitivo”.
Gary Medel, de buen paso por Boca entre 2009 y 2010 y de gran relación con el presidente del club, jugó la etapa final de su carrera en el puesto de zaguero y es un apellido que gusta entre los miembros del Consejo. Le quedan seis meses de contrato en Vasco y Boca podría incorporarlo libre a cambio de un resarcimiento económico para el conjunto brasileño. Aunque en agosto cumplirá 37, no sufrió lesiones en el último año y jugó la mayoría de los partidos como titular. El chileno tendrá una charla con el nuevo DT del equipo, el portugués Álvaro Pacheco, y luego tomará una decisión.
En caso de avanzar por Gary, el problema pasaría, otra vez, por el cupo de extranjeros. Boca tiene completas casi todas sus plazas: por reglamento, cada club argentino tiene permitido tener hasta seis futbolistas foráneos en su plantel y que cinco de ellos firmen planilla en un mismo partido. El Xeneize cuenta con los uruguayos Edinson Cavani, Miguel Merentiel y Marcelo Saracchi, el peruano Luis Advíncula y Jan Hurtado, que debe regresar del préstamo en Liga de Quito (Fabra y Campuzano no ocupan cupo por estar nacionalizados). Boca intentará liberarse del venezolano, aunque no será sencillo encontrarle club. Tiene contrato hasta finales de 2026 y solo dejará de ocupar cupo en caso de que Boca transfiera al menos un porcentaje de su ficha, o que logre ubicarlo a préstamo en el mercado internacional.
Medel es un viejo deseo de Riquelme, que hace algunos meses hizo público su deseo de contar con el Pitbull: “Hará un año estuvimos esperando la posibilidad de que aparezca un cupo de extranjero para Medel. Con Gary tengo relación de toda la vida. Llegó un punto en el que le dije: ‘Gary, no aparece la posibilidad de desocupar un cupo, así que andá a jugar a otro lado porque si te quedás sin jugar, me muero’. Él se muere por jugar acá, le fue muy bien acá, pero no teníamos la posibilidad de traerlo. Porque si vos prestás un extranjero al fútbol argentino te sigue ocupando cupo. Nos perdimos de poder contar con él, pero él sabe que lo quiero mucho. Gary siempre está pendiente de todo lo que nos está pasando”.
El arco, por lo pronto, pareciera ya estar cubierto. Sergio Romero, con contrato hasta diciembre, renovará su vínculo hasta final de 2025. Javier García, quien se realizó en los últimos días una “limpieza” en su rodilla izquierda, comenzaría la pretemporada con el plantel y ocuparía el rol de tercer arquero. Y Leandro Brey, con contrato hasta 2027, continuará siendo la principal alternativa.
Medina, Zenón y los dos Fernández (Equi y Pol) fueron los volantes que más partidos disputaron en la era Martínez. Sin embargo, al DT le costó horrores encontrar variantes en el puesto. Probó con Saralegui, Advíncula, Fabra, Taborda y los juveniles Benítez y Delgado, pero no pudo dar en la tecla. Además, Pol Fernández decidió no continuar en 2025 y Equi Fernández tiene posibilidades de emigrar. En conclusión: Boca también precisa reforzarse en esa parte del terreno.
El volante que más le gusta a Diego Martínez es el chileno Rodrigo Echeverría, a quien ya dirigió en Huracán y que ya sonó en Boca en el mercado de pases de enero. Sin embargo, la dirigencia del Globo anunció que el club hará uso de la opción de compra por 500.000 dólares con una cláusula de rescisión que asciende a los US$ 6.300.000, una cifra imposible de pagar en el mercado nacional. Fausto Vera es otro seguido de cerca, aunque está cómodo en Corinthians y tiene contrato por dos años y medio más, situación similar a la de Rodrigo Battaglia en Mineiro.
Otra opción es Gonzalo Escalante, quien disputó 11 partidos en Boca en sus inicios en 2011 y juega actualmente en el Cádiz de la liga española. El dueño de su pase es el club andaluz, que adquirió su ficha en 2023 y le hizo contrato por tres años. Aun así, la idea del club es incorporar un volante central “que se ponga la camiseta y juegue”. A Mauricio Serna le gusta mucho Santiago Ascacibar, aunque difícilmente deje Estudiantes para vestir los colores de Boca. Un paso atrás aparece el nombre de Ignacio Miramón, el ex Gimnasia que juega poco en el Lille de Francia pero llegaría a modo de apuesta.
En cuanto al enganche, Boca ya consultó condiciones por el volante de Atlético Tucumán Joaquín Pereyra, el entrerriano de 25 años con pasado en Rosario Central y contrato con el Decano hasta diciembre de 2025. En 2023 sonó como refuerzo de River y en febrero de este año estuvo a un paso de emigrar al New England Revulutions, pero finalmente siguió en Tucumán.
La intención del cuerpo técnico es incorporar un jugador que pueda ser complemento -o alternativa de peso- para Kevin Zenón, quien no parece tener reemplazo. Ante Talleres, el sucesor del zurdo fue Vicente Taborda, un diestro que volvió a quedar en deuda. Campuzano (tiene avanzada su vuelta a Atlético Nacional), Bullaude (retornará al Feyenoord tras vencerse su préstamo) y el propio Taborda son algunos de los volantes que buscarían nuevos rumbos.
Aunque Martínez apostó casi siempre por el doble 9, Boca también buscará reforzarse en los extremos. Langoni, Janson y Briasco actuaron más como puntas que como wines, y ninguno sació las expectativas. Si bien Exequiel Zeballos se reincorporará al trabajo a partir de julio, tras recuperarse de la rotura de ligamento cruzado anterior y menisco externo de la rodilla derecha, la intención es sumar otra variante para el puesto. Alan Velasco, ex Independiente con presente en el Dallas de la MLS (vínculo por un año y medio más), podría ser una opción; en tanto Diego Valoyes, en Juárez de la Liga MX, fue descartado de cuajo por una severa lesión muscular que lo obligó a pasar por el quirófano.
Pese a la salida de Benedetto, Martínez no tiene como prioridad la llegada de un 9, aunque igual está abierto a analizar algunos nombres. El italiano Mario Balotelli, que queda libre del Adana Demirspor, fue el primero en ofrecerse. El ex Inter, Milan y Manchester City tiene el deseo de jugar en Boca, pero su presente no es el mejor y en Boca se precisan soluciones inmediatas. Adam Bareiro, en cambio, cumple con todos los requisitos para el puesto, aunque su cláusula supera los 3.000.000 de dólares y Martínez prefiere invertir ese dinero en otras zonas del terreno.
El libro de pases en Argentina abre este sábado 1º de junio y se extenderá por tres meses, hasta el 31 de agosto. Para Riquelme llegó la hora de volver a ponerse la 10.