El Día Internacional del Yoga se conmemora cada 21 de junio en honor a esta práctica universal que se popularizó en las últimas décadas. Este día intenta resaltar los beneficios que esta disciplina brinda para la salud física y mental. Se trata de la repetición de posturas corporales que ayudan a la flexibilidad y coordinación, que pueden llevarse a cabo sin equipamiento y en cualquier momento y lugar.

La fecha fue impulsada hace 10 años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de coincidir con el comienzo verano en el hemisferio norte, es decir, el solsticio de invierno al sur del Ecuador. Esta relación intenta reflejar los valores del yoga, asociados a la energía, la conexión con el entorno y el bienestar.

La importancia del yoga

La Organización Mundial de la Salud define al yoga como una actividad física que ayuda a desarrollar y fortalecer el cuerpo de manera integral. Asimismo, ayuda a las personas a controlar su respiración y lidiar con problemas de estrés y ansiedad. Sus efectos comprenden amplios beneficios para la salud física y mental de quienes lo practican.

Una rutina se basa en la práctica de asanas, que son posturas físicas que requieren coordinación, equilibrio y flexibilidad. Es así que promueve el fortalecimiento muscular y desafía la resistencia. Todas estas posiciones se encuentran acompañadas por una concentración y respiración adecuada, la cual se denomina como pranayama.

Se aconseja realizar yoga entre 20 y 30 minutos al día, en cualquier lugar y momento. Muchos utilizan pequeñas mantas, colchonetas o mats, para un mayor bienestar. Asimismo, se recomienda usar ropa flexible y cómoda, para no restringir los movimientos del cuerpo. Algunas personas acompañan esta disciplina con una meditación previa o posterior. Es importante no realizar movimientos bruscos e ir aumentando la complejidad de los ejercicios con el tiempo, para evitar cualquier tipo de inconveniente.

A continuación, las mejores poses de yoga para principiantes.

Sukhasana

Se trata de una gran pose inicial, ideal para relajarse y establecer una conexión con el cuerpo. La persona deberá sentarse sobre sus isquiones y cruzar las piernas, de manera que no perciba incomodidad. La espalda deberá mantenerse derecha mientras se repiten respiraciones profundas.

Postura del niño o Balasana

Es una postura de descanso que ayuda a relajarse y practicar la respiración. Hay que arrodillarse de manera que los muslos descansen sobre los talones. La persona puede extender sus brazos por encima de su cabeza hacia el suelo.

Postura de la silla o Utkatasana

Se trata de una sentadilla leve y lenta, que se lleva a cabo de manera sutil para fortalecer los músculos. Al flexionar las rodillas, la cadera desciende y los brazos se elevan hacia arriba, para un mejor estiramiento.

Postura de la cobra

Es necesario recostarse boca abajo y extender los brazos. Al incorporar el torso, se debe practicar una curva con la espalda mientras las piernas se encuentren inmóviles y extendidas.

Postura del guerrero II

Se comienza de pie, con los pies separados, de manera que uno se posicione adelante y con su rodilla flexionada. El torso debe mantenerse derecho y extender los brazos en la misma dirección que las piernas, realizando leves inclinaciones hacia adelante.

Padahastasana

Desde una posición de pie, la persona debe inclinar su torso hacia abajo, de manera que su pecho descanse sobre sus piernas rectas. No es necesario tocar el piso, pero uno puede sujetarse de sus piernas o pantorrillas.

Postura del perro hacia abajo

Resulta similar que la pose anterior, pero el torso debe encontrarse alejado de las piernas. Se eleva la cadera de manera que el cuerpo forme la figura de una V invertida.

Uttasana

La persona debe encontrar de pie y extender los brazos hacia arriba. Cuando estos estén estirados, es necesario flexionar el torso hacia atrás, de manera que se cree una curva suave.

Postura del gato y la vaca

Es una de las posturas ideales para relajarse y concluir con el ejercicio. La persona se debe poner de rodillas con las manos en el suelo y al inhalar se arquea la columna hacia arriba y abajo de manera lenta.

Savasana

Si bien puede parecer innecesaria, es una de las posturas esenciales para finalizar una rutina. Se centra en acostarse boca arriba con las piernas y brazos extendidos, de manera que se alcance relajar el cuerpo a través de la respiración.