Los dos sospechosos eran buscados por detectives de la Policía de la Ciudad. Uno era señalado como “el rengo que limpia vidrios”. El sábado pasado habían protagonizado un robo en un centro de estética de Palermo, donde escaparon con una computadora, una tablet, dos teléfonos celulares y 80.000 de la caja como botín. En las últimas horas, fueron detenidos por personal de la fuerza de seguridad porteña en Belgrano.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes de la investigación. Los sospechosos fueron apresados por detectives de la División Investigaciones Comunal 14 en Zapata al 200, en Belgrano. Ambos delincuentes tienen antecedentes por delitos como robo y tenencia de estupefacientes.

“Ustedes tranquilas. No griten porque si no salimos todos en Crónica”, espetó un delincuente después de irrumpir, el sábado pasado, en el local House of Beauty de Teodoro García al 2300, Palermo.

Mientras, su cómplice se apoderaba de una computadora, una tablet, dos teléfonos celulares y 80.000 de la caja. Las dos empleadas y la única cliente que había en el local tenían miedo. No se tranquilizaron hasta que los ladrones se escaparon con el botín.

Las secuencias del violento robo ocurrido fueron registradas por las cámaras de seguridad del centro de estética. Las filmaciones fueron analizadas por detectives de la Policía de la Ciudad para poder avanzar en la investigación y lograr identificar a los delincuentes.

El robo ocurrió a las 17.52. Los dos delincuentes, uno de ellos armado, irrumpieron en el centro de estética después de aprovechar que la encargada abrió la puerta del local ante la presencia de una supuesta clienta. La investigación quedó a cargo de la fiscal María Eugenia Sagasta.

Una filmación de las 16.57, es decir, una hora del robo, registró la presencia de la misma mujer cuando llegó al local y le preguntó a la encargada hasta qué hora atendían y otras cuestiones de interés.

Una hora después regresó y detrás de ella entraron los dos delincuentes. La supuesta clienta se fue sin que los ladrones la retuvieran, por ese motivo los investigadores creyeron, en un primer momento, que era parte del plan criminal.

Para poder avanzar, los detectives policiales y judiciales tuvieron un dato importante por parte de la dueña del centro de estética: había reconocido en las filmaciones a uno de los ladrones, meses atrás había limpiado los vidrios del local y recordaba que caminaba con dificultad.