Después de la audiencia, el peronismo se dispone a apoyar la candidatura de Lijo a la Corte, pero le pone una condición a Milei
El peronismo, en sus distintas terminales, evaluó que Ariel Lijo no salió mal parado de la audiencia en el Senado. Y a partir de hoy iniciará su propio debate para definir si aportará sus votos...
El peronismo, en sus distintas terminales, evaluó que Ariel Lijo no salió mal parado de la audiencia en el Senado. Y a partir de hoy iniciará su propio debate para definir si aportará sus votos para que el juez federal pase a integrar la Corte Suprema de Justicia. Si bien una gran mayoría de los senadores de Unión por la Patria se inclina por apoyarlo, para que eso efectivamente se concrete aguarda un gesto concreto del presidente Javier Milei: que diga públicamente que el magistrado es el candidato del gobierno y no del PJ.
“Tanto que le gusta tuitear...un tuit”, deslizó un referente de la primera línea de UP, para quien es fundamental que el Presidente le aclare a la sociedad que la postulación de Lijo es el producto de “un acuerdo de Milei con Lorenzetti”, por el juez de la Corte que se encuentra en minoría respecto de Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz dentro del máximo tribunal del país. “Porque hasta acá, pareciera que Lijo es el candidato del peronismo y realmente no es así”, insistió el dirigente consultado por LA NACION.
La aclaración que surgió de la mesa chica de UP, que sigue con una mezcla de bronca e impotencia las desventuras de Alberto Fernández, excede a los senadores peronistas. Son Cristina Kirchner, Sergio Massa, Axel Kicillof y otros gobernadores del PJ los que le dieron luz verde al pliego de Lijo, en conversaciones y encuentros reservados que nadie quiere confirmar, pero que incluyeron reuniones entre la expresidenta y el exministro de Economía. “Lo que se dice ahí queda entre cuatro paredes”, afirmó un referente kirchnerista.
Pero se filtró un comentario de los últimos días, justo en la antesala de la audiencia de Lijo en el Senado. “No es un juez de la casta judicial”, definió un dirigente peronista a la hora de justificar el apoyo a un magistrado que, a su criterio, es cuestionado por el “establishment jurídico” de la ciudad de Buenos Aires. El mismo al que el kirchnerismo le atribuye algunos de los “problemas judiciales” que afronta Cristina Kirchner. Poco y nada importa en el PJ que Lijo haya recibido impugnaciones por su actuación como juez de Comodoro Py.
En los tribunales de Retiro son conocidos los vínculos políticos de Lijo, que incluyen al peronismo y, por ende, a varios senadores que lo podrían apoyar a la hora de la votación. El paso de comedia entre el juez y José Mayans, ayer en la Cámara alta, terminó de confirmar esa situación. El experimentado senador formoseño, la voz cantante de la principal fuerza de oposición, le hizo al magistrado una pregunta que, para los conocedores, fue como un centro a la cabeza. Y el juez le respondió diciendo lo que el kirchnerismo quería escuchar.
Mayans quiso saber si, eventualmente como juez de la Corte, Lijo avalaría una situación como la que definió el máximo tribunal -con Rosatti a la cabeza- para desembarcar en el Consejo de la Magistratura. “No se puede invadir las atribuciones de los otros poderes”, le respondió el magistrado, al rechazar que pudiera “legislar” desde la Justicia. Mayans venía de reclamar, el martes, que los interesados en que el pliego de Lijo prospere fueran a hablar con él. Y ayer, el senador camporista Mariano Recalde admitió que hay negociaciones.
Recalde especuló con que el peronismo podría negociar el nombre de otro juez para la Corte y la “sanción de leyes para la gente”. No aclaró si una cuestión excluye a la otra. Pero en todo caso, apeló a la técnica histórica que aplicaba el caudillo catamarqueño Vicente Leónidas Saadi cuando en la década del ´80 el radicalismo le iba a pedir acuerdo para nombrar a algún juez: todos los emisarios se iban de su despacho con la carpeta de otro aspirante bajo el brazo. Como en aquel entonces, el peronismo está ahora dispuesto a negociar.
Por eso sus referentes buscan dejar en claro que la posible aprobación del pliego de Lijo sería “un favor que el peronismo le hace a Milei y no Milei al peronismo”. Con ese razonamiento, el presidente de la Nación tendría que aclarar que Lijo es “su candidato” porque, en todo caso, el PJ propondrá otro postulante en el futuro. De esta lógica se desprende que los 33 senadores de UP van a levantar la mano por Lijo llegado el caso. Primero, con un dictamen de comisión y luego, en el mismo recinto, delante de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
“Si Milei tuitea y lo paga, todos van a apoyar”, garantizó una fuente peronista en contacto con este medio. Y a juzgar por la forma en que se comportó el kirchnerismo ante Lijo en el Senado, todo parece encaminado para que así suceda. En cambio, UP no seguiría el mismo camino en el caso del otro postulante a integrar la Corte, el jurista Manuel García-Mansilla, cuya audiencia tendrá lugar el próximo miércoles en la Cámara alta. Con lo cual, quedará en claro que su preferencia por Lijo va más allá de los rumores esparcidos en el Congreso.